REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Mejoramiento genético de guayabo (Psidium guajava L.)
Genetic breeding of guava (Psidium guajava L.)
Evelyn Bandera Fernández, Dra.C. Leneidy Pérez Pelea
Departamento Biología Vegetal. Facultad de Biología, Universidad de la Habana. Calle 25 # 455 / I y J, Plaza de Revolución, La Habana.
RESUMEN
El guayabo (Psidium guajava L.), es oriundo de la región tropical de las Américas, pero fue introducido a otras regiones del mundo, donde actualmente se encuentra naturalizado. Es considerado como uno de los frutales tropicales y subtropicales más valiosos, pues resulta una fuente natural de vitaminas y sales minerales. Producto de su propagación por semillas, se cuenta con poblaciones heterocigóticas, en las que existe una adecuada variación genética para la selección de tipos comerciales deseables. Con la fundación del Banco de Germoplasma de Frutales Tropicales y Subtropicales en 1965 (actualmente Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, IIFT), se creó la colección más grande de Cuba. Esta colección de germoplasma del cultivo, ha sido caracterizada con el empleo de marcadores morfológicos y técnicas de Polimorfismo de la Longitud de Fragmentos Amplificados (AFLP) y de Secuencias Simples Repetidas (SSR). Las evaluaciones realizadas permitieron la selección de genotipos élites para propósitos de comercialización y mejoramiento genético. Además, se lograron construir mapas de ligamiento utilizando los marcadores moleculares y se detectaron más de 50 loci de caracteres cuantitativos, como base para la selección asistida por marcadores. Estos resultados, junto al uso de técnicas de cultivo de tejidos, para la conservación y propagación de germoplasma, han permitido proponer una metodología para desarrollar el programa de mejoramiento del cultivo en el país.
Palabras clave: rutales, germoplasma, marcadores moleculares, mejoramiento genético de plantas.
ABSTRACT
Guava (Psidium guajava L.) is native to the tropical regions of America, but it has been introduced in different countries of the world where is nowadays naturalized. It is one of the most valuables tropical and subtropical fruit tree, because it is a natural source of vitamins and mineral salts. Due to its seed propagation, there are heterocigotic populations in which there is a correct genetic variability for the selection of desirable commercial types. At the foundation of the Cuban Fruit Tropical and Subtropical germplasm bank in 1965 (nowadays Tropical Fruit Research Institute, IIFT), was established the biggest collection of guava in the country. This germplasm collection has been characterized by using morphological markers and techniques of Amplified Fragment Length Polymorphism (AFLP) and Simple Sequence Repeats (SSR). The evaluations allowed the selection of elite genotypes for commercialization, breeding and the establishment of crossing programs. They are able to build linkage maps using molecular markers and over 50 quantitative trait loci were detected, as a basis for marker assisted selection. These results, in conjunction with the use of tissue culture techniques for the conservation and propagation of germplasm, have allowed to propose a methodology for developing crop improvement program in the country.
Key words: fruits, germplasm, molecular markers, plant breeding.
INTRODUCCIÓN
EEl guayabo (Psidium
guajava L.), es uno de los frutales tropicales y subtropicales de mayor
importancia económica, que se cultiva con fines comerciales en más
de 60 países (1). Pertenece a la familia Myrtaceae, que está constituida
por más de 133 géneros y de 3800 especies (2), pocas de las cuales
producen frutos comestibles (3).
Está considerado, dentro del género Psidium, como uno de los representantes
más importantes, desde el punto de vista comercial, debido fundamentalmente
al alto valor nutricional de sus frutos, que son muy ricos en vitaminas A, B,
C y en sales minerales, que son importantes para la salud y la dieta humana,
así como por lo rentable de su cultivo (4). Constituye un frutal tropical
y subtropical de gran importancia, que cuenta con grandes extensiones dedicadas
a la industria y su comercialización en fresco.
Aunque la morfología de la flor de esta especie favorece la autopolinización,
también se informa de 35 a 40 % de polinización cruzada, lo que
unido a la propagación por semillas desde los inicios de la domesticación,
ha permitido contar con poblaciones heterocigóticas, en las que existe
una adecuada variación genética para la selección de tipos
comerciales deseables (5).
Los programas de mejoramiento genético del cultivo, se encuentran en
desarrollo en países como la India, Brasil, Cuba, Venezuela, Tailandia,
México, Pakistán, entre otros, donde el guayabo representa un
cultivo de importancia económica (6); estos programas se encuentran en
distinto grado de desarrollo y difieren en sus objetivos. En varios de estos
países se han hecho contribuciones significativas a lo largo de los años.
Aunque el mejoramiento selectivo de cultivares de guayabo comenzó hace
casi un siglo, la facilidad de propagar las plantas a través de semillas,
impide preservar los cultivares mejorados sin cambios significativos de sus
atributos (7). Probablemente existen más de 400 cultivares de guayabo
en el mundo, pero solo unos pocos se cultivan con fines comerciales.
Partiendo de los antecedentes anteriores, el objetivo de esta revisión
es presentar la importancia y los avances en los programas de mejoramiento de
guayabo en Cuba y en el resto del mundo.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA
La posición
taxonómica del guayabo, según estudios filogenéticos recientes
es (8):
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Rosidae
Orden: Myrtales
Familia: Myrtaceae
Subfamilia: Myrtoideae
Tribu: Myrteae.
Género: Psidium
Especie: Psidium guajava L.
La familia Myrtaceae, en la cual se encuentra el guayabo, está representada
por 133 géneros y 3800 especies de árboles y arbustos, que prosperan
en las áreas tropicales y subtropicales del planeta (2). El género
Psidium, incluido en esta familia, está compuesto por 150 especies aproximadamente
(9); algunas de las más importantes son P. cattleianum Sabine,
P. fredrichsthalianum (Berg) Nied y P. guajava (10).
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA DE P. guajava
Psidium guajava
L. es un árbol o arbusto perennifolio o caducifolio, que alcanza de 5-10
m de altura en promedio, pero si se maneja adecuadamente con podas, no sobrepasa
los tres metros y con un diámetro a la altura del pecho de hasta 6 x
10-2 m. Su copa es irregularA,
con hojas decusadas simples, oblanceoladas, oblongas o elípticas, margen
entero; verde brillantes a verde parduscas; dispuestas en pares alternos a lo
largo de las ramas, poseen vellosidades finas y suaves en ambos lados, con una
nervadura central y varias secundarias que resaltan a simple vista. Presentan
un aroma específico al ser estrelladas, que proviene de un aceite esencial
y el olor depende del cultivar.
El tronco es, generalmente, torcido y muy ramificado, con ramas gruesas, ascendentes
y retorcidas (11). La corteza externa es escamosa en piezas lisas, delgadas
e irregulares, pardo rojiza y escamas grisáceas.
La corteza interna es fibrosa, ligeramente amarga, de color crema rosada o pardo
rosada, cambiando a pardo oscuro; grosor total de 5 x 10-3 a 8 x
10-3 m (12). Las flores son solitarias o en cimas, axilares; dulcemente
perfumadas, actinomórficas; sépalos de cuatro a cinco, verdes
en el exterior y blancos en el interior; pétalos cuatro a cinco, blancos
(12). El estilo es filiforme, liso, de color verde amarillento. La floración
puede mantenerse todo el año, si las condiciones fitotécnicas
son buenas y las condiciones ambientales lo permiten (11).
La forma del fruto, el color de la pulpa y de la cáscara dependen de
la variedad. Lo más común es el fruto en bayas hasta de 8 x 10-2
m de diámetro, globosas a ovoides, con el cáliz persistente en
el ápice, carnosas, de color crema amarillento a rosado y de olor fragante.
El sabor varía desde dulce a ácido o muy ácido.
La cáscara exterior es fina, de color amarillo; el fruto contiene numerosas
semillas (11). Las semillas son pequeñas, en forma reniforme, con bordes
lisos y con una corteza dura. Pueden ser numerosas en el fruto (112 a 535),
aunque algunas guayabas no tienen semillas o presentan muy pocas (13).
El sistema radicular es muy superficial, pero el árbol lo compensa con
la extensión y el número de raíces, que sobrepasan la proyección
de la copa. Esto es lo que incrementa su posibilidad de sobrevivir en áreas
donde frecuentemente se tienen problemas con ciclones y le permite, además,
que se desarrolle en casi todos los tipos de suelos.
FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN
El guayabo florece
y fructifica en diferentes épocas, en los diversos lugares donde se cultiva,
en dependencia de las características climáticas y el manejo.
Las flores aparecen, generalmente, dispuestas en inflorescencias con dos o tres
flores, aunque pueden aparecer más de tres, pero no todas producen frutos.
Las flores localizadas entre el medio y la base de la rama tienen mayor probabilidad
de producir frutos (14).
El desarrollo completo de la flor desde la diferenciación de la yema
floral hasta la apertura del cáliz, dura aproximadamente 30 días
(15). La apertura del cáliz ocurre, generalmente, 24 horas antes de la
apertura de la flor (7, 14). Cuando los botones florales alcanzan su máximo
desarrollo, los sépalos comienzan a romperse en varios puntos, lo que
indica el inicio de la antesis. La hora de inicio de la apertura floral puede
variar en dependencia de la temperatura diurna. Esta característica es
muy valiosa para la evaluación de colecciones de genotipos o bancos de
germoplasma, debido a su estrecha relación con las características
productivas de las plantas. La observación y el conocimiento de estas
características, pueden guiar los programas de mejoramiento genético
del cultivo, especialmente aquellos enfocados en las obtención de nuevos
cultivares a partir de la recombinación de genotipos (14).
El guayabo es un frutal que predominantemente se autopoliniza (16) con la ayuda
de agentes externos, aunque también puede aparecer polinización
cruzada de 25,7- 41,3 %, con una media de 35,6 %.
IMPORTANCIA Y USOS DEL CULTIVO
En la actualidad,
el cultivo del guayabo tiene un mercado bien establecido en más de 60
países, debido a su rusticidad, proliferación, alto contenido
de vitaminas y gran retorno económico (17). Los frutos del guayabo, son
muy utilizados para el consumo en fresco y como materias primas para la industria
de jugos, néctares, helados, jaleas y dulces (18). Recientemente se ha
desarrollado el mercado del “guatchup” que es un mojo agridulce preparado a
base de guayaba, como sustituto del ketchup, entre otros productos informados
(19).
Es un frutal de gran valor nutritivo, en el cual se destaca su elevado contenido
de vitamina C. Este antioxidante natural varía en contenido entre 200
a 400 mg 100 g-1 de peso fresco, valores sustancialmente mayores
que los encontrados en el jugo de limón (Citrus limon L.) 46
mg 100 g-1 de jugo y de naranja (Citrus sinensis L. Osb.)
50 mg 100 g-1 de jugo, frutales comúnmente asociados como
excelentes fuentes de vitamina C (20). Los frutos presentan un contenido de
0,1-1,9 % de pectina, que se incrementa durante la maduración y disminuye
en los frutos super maduros. Son también ricos en hierro, calcio y fósforo
(21). El manganeso se encuentra presente en combinación con los ácidos
fosfórico, oxálico y málico (22).
Los frutos contienen también saponinas, piranosideos, flavonoides, guaijaverina,
ácido oleanólico y quercetina (23), muy empleados por el hombre
por sus propiedades medicinales y de gran importancia para la planta en sus
funciones metabólicas.
Estudios farmacológicos han demostrado un gran número de usos
medicinales en el guayabo, como antimicrobiano, antigenotóxico, anti-inflamatorio,
antialérgico, antiplasmódico, hepatoprotector y para el tratamiento
de diarreas y diabetes (24). Su consumo también ha sido asociado con
la reducción del colesterol, los triglicéridos y la presión
sanguínea (25).
Esta especie ha sido cultivada como ornamental en diversas partes del mundo
y sus flores son muy importantes para la apicultura (26). Su madera es moderadamente
pesada (densidad 0,8 x 10-2 kg x 10-6 m), dura, elástica,
moderadamente duradera, se utiliza como leña, carbón, para cabos
de herramientas, en la construcción aeronáutica, entre otros usos
(27). También es útil en el control de la contaminación,
pues sirve como bioindicador y bioacumulador. Es indispensable en plantaciones
mixtas destinadas a la recomposición de áreas degradadas (27).
NIVEL DE PLOIDÍA EN LA ESPECIE Psidium guajava L.
En general, los
representantes de la familia Myrtaceae, tienen un número básico
de 11 cromosomas, aunque algunos autores plantearon que pueden encontrarse especies
cuyo número básico de cromosomas varía entre seis y nueve
(28). La poliploidía es más frecuente en las Myrtaceas con frutos
carnosos que en las especies que tienen frutos secosB
(29).
En la especie P. guajava L. la variación citológica es alta, se
han registrado formas diploides, triploides, tetraploides y aneuploides (disploides).
Los genotipos poliploides constituyen razas cromosómicas o citotipos
(29). La mayoría de las variedades comerciales están informadas
como diploides, con un número cromosómico de 2n=2x=22 (30),B
aunque se han encontrado cultivares de guayabo sin semillas, que presentaban
33 cromosomas. Además, se encontró un cultivar de guayabo triploide
y se sugirió que podía tratarse de un autotriploide (31).
Los estudios citológicos realizados en la especie P guajava, basados
en la estructura y el comportamiento de los cromosomas, indican que la meiosis
transcurre de forma normal, con la formación de 11 bivalentes en la diacinesis
y una correcta distribución de los cromosomas en los estadios finales
del proceso (10, 15).
El carácter ausencia de semillas, está relacionado con varios
factores, de los cuales las anomalías cromosómicas y la auto-incompatibilidad,
son los principales. Iyer y Subramanyan, citados por otros autores (32) plantearon
que la producción de triploides era inútil, pues la formación
de los frutos de los triploides era altamente irregular y mal acabada, debido
al tamaño diferente de las semillas.
En la India se realizó un cruzamiento entre un cultivar triploide sin
semillas y uno diploide (‘Allahabad Safeda’), para desarrollar un cultivar con
menos semillas y mayor rendimiento potencial. En la generación F1 se
obtuvo 26 plantas diploides, nueves trisómicas, cinco dobles trisómicas
y 14 tetrasómicas (30). En esta progenie se observaron variaciones en
el hábito de crecimiento y los caracteres de las flores y los frutos.
Existen pocas investigaciones enfocadas a conocer la conducta de los trisómicos,
tetrasómicos y aneuploides en el mejoramiento de la especie, aun cuando
se conoce que los trisómicos y otros aneuploides pueden emplearse para
vencer el problema de incompatibilidad en ciertos cruces interespecíficos
(31).
En Cuba se han realizado trabajos para la obtención de algunos cultivares
sin semillas como: ‘Gonzalo No. 1’, ‘Gonzalo No. 2’, ‘Ibarra’ y ‘N7’ sin semillas.
No obstante, no debe perderse de vista que, aun cuando la ausencia de semillas
es un atributo comercial muy importante, se ha publicado en la literatura pobre
germinación de los granos de polen y bajo porcentaje de amarre de los
frutos que, además, presentan pocas semillas viables; así como
bajo rendimiento (33).
OBJETIVOS PARA EL MEJORAMIENTO DEL GUAYABO
Los objetivos
para el mejoramiento del cultivo son muy variados y difieren en los países
donde este frutal se cultiva. Las estrategias de mejoramiento generalmente consideran
cultivares promisorios, lo cual conlleva a una base genética estrecha.
La introgresión de variedades tradicionales o de genotipos sin características
de interés comercial al banco de genes, no es de mucha aceptación
debido a la posible incorporación de caracteres no deseados.
La realización de inventarios, la colecta, la caracterización
y la evaluación, garantizan el mantenimiento y el uso de una herencia
genética para futuras generaciones, con el objetivo de contar con una
base más amplia en los programas de mejora, que posibilite responder
ante las demandas del mercado y ante la incidencia de plagas y enfermedades
(34).
La mayoría de los programas de mejoramiento del guayabo incluyen los
objetivos: (a) colectar, introducir, caracterizar y seleccionar genotipos de
guayabo con características definidas y apropiadas para la producción;
(b) seleccionar genotipos con alto potencial productivo y con mecanismos de
resistencia a plagas y enfermedades; (c) establecer descriptores botánicos
importantes para el guayabo, buscando eliminar redundancias en la colección;
(d) mantener la colección de genotipos de guayabo en áreas de
desarrollo estratégicas; (e) seleccionar y difundir genotipos de guayabo,
para la formación de huertos comerciales y para suplir de material élite
a otros programas de mejoramiento y viveros (6, 14).
Los cultivares que tienen frutos con muchas semillas son indicados para la hibridación
controlada y las progenies obtenidas por polinización abierta, pueden
ser adecuadas para los programas de desarrollo de cultivares (10). Estos autores
plantean que los criterios de selección que deben ser considerados son
los siguientes:
Frutos: a) frutos de tamaño grande 200 x 10-3 - 340
x 10-3 kg), con pocas semillas y pulpa gruesa; b) pulpa blanca para
consumo en fresco y de rosado oscuro a rojo para la industria; c) sabor y aroma
característicos del fruto; d) contenido de sólidos solubles totales
superior al 10 %; e) acidez de 1,25-1,50 % para los frutos destinados a la industria
y de 0,2-0,6 % para los que se consumirán en fresco; f) contenido de
vitamina C igual o superior a 300 x 103 mg x 10-3 g; g)
número mínimo de células pétreas; h) buena calidad
post cosecha; i) resistencia a plagas y enfermedades que dañan a los
frutos.
Planta: a) árboles vigorosos, con copas anchas y de baja altura;
b) resistencia a plagas y enfermedades; c) alta producción; d) porta-injertos
con efecto reductor de la altura.
Otros autores también publicaron una lista de objetivos para el mejoramiento
del guayabo (35) que incluye:
• Aspecto externo del fruto: peso medio superior a 100 x 10-3
kg en plantas no raleadas; forma oval; halos de tamaño medio o pequeño;
color de la corteza amarillo-verdoso o amarillo cuando madura el fruto; resistente
a la transportación y con buena calidad de almacenamiento.
• Aspecto interno del fruto: color de la pulpa rosada o roja; relación
entre el peso de la pulpa y el peso total superior a 70; espesor del pericarpio
superior a 100 x 103 m; ausencia o pocas manchas en el pericarpio;
ausencia de células pétreas; pocas semillas y semillas de tamaño
pequeño.
• Características organolépticas y contenido de los frutos:
contenido de sólidos solubles totales superior a 10 oBrix;
relación sólidos solubles totales/AT superior a 11,7; contenido
de vitamina C alrededor de 100 mg de ácido ascórbico en 100 g
de pulpa; sabor y aroma agradables que se mantenga en los productos industriales.
• Plantas: productividad mínima de 30 ton ha-1 año-1;
copa baja y abierta; resistentes a P. psidii.
HERENCIA EN GUAYABO
En los cultivos
perennes como el guayabo, se dificulta obtener una información precisa,
debido a que son altamente heterocigóticos, se necesitan extensas áreas
y labores para su cultivo, se propagan por semillas, tienen una alta adaptabilidad
y variabilidad genética y se requieren evaluar poblaciones grandes para
realizar este tipo de estudio, del cual se puede derivar poca información
relacionada con la herencia del cultivo (7). Esta es una de las razones por
la cual, en el guayabo existe muy poca información relacionada con la
herencia de los caracteres cuantitativos; sin embargo, se ha estudiado un poco
más la herencia de los caracteres cualitativos.
Se conoce que la forma ovoide del fruto es dominante sobre los tipos redondeados
y piriformes. En Brasil, algunos autores observaron que la pulpa roja es dominante
sobre la pulpa blanca (26). En la India otros autores demostraron que ese atributo
está gobernado monogénicamente y que el gen que codifica para
el color de la pulpa está ligado con el gen que controla el tamaño
de las semillas (15).
La heredabilidad, en sentido ancho, incluye todos los tipos de acción
génica, como la dominancia, la aditividad y la epistasia (30); mientras
que la heredabilidad, en sentido estrecho, sólo tiene en cuenta la contribución
de la varianza genética aditiva a la varianza fenotípica. El efecto
de aditividad es el más importante, porque es la causa principal del
parecido entre parientes, determinante de las propiedades genéticas observables
en la población y de la respuesta positiva a la selección (36).
Se han realizado considerables esfuerzos para estimar la heredabilidad de los
caracteres de importancia agrícola en el guayabo.
Se ha observado que algunas características comercialmente importantes,
tales como el rendimiento, el tamaño del fruto, ciertos tipos de resistencia
a enfermedades, el contenido de vitamina C, la pectina y la acidez, tienen con
frecuencia, estimados bajos de heredabilidad. Ninguna de esas características
es determinada de forma exclusiva por genes principales, aunque genes básicos
sujetos a efectos modificadores de poligenes, han sido identificados para algunos
caracteres cualitativos, como el color de la corteza y la acidez.
En la India se estudiaron las progenies F1 obtenidas de cuatro cruzamientos,
entre plantas del cultivar ‘Apple Colour’ con los cultivares ‘Arka Mridula’,
‘Chittidar’, ‘Beaumont’ y ‘Allahabad Safeda’ (37). Estos autores determinaron
que la varianza genotípica y el coeficiente de variación genético
fueron menores que la varianza fenotípica y el coeficiente de variación
fenotípico, respectivamente, en los caracteres evaluados (contenido de
sólidos solubles totales, peso, largo, ancho y volumen del fruto). Los
bajos valores de los coeficientes de variación genética indicaron
un bajo grado de variabilidad genética en las poblaciones de medios hermanos
evaluadas, mientras que los mayores valores de los coeficientes de variación
fenotípica implican mayor manifestación de esos caracteres.
Los coeficientes de variación indican solo la variabilidad en diferentes
caracteres pero no su porción heredable (37), por lo que es necesario
determinar también la heredabilidad de los mismos. Estos autores estimaron
los valores de heredabilidad en sentido estrecho de los caracteres evaluados
y obtuvieron estimados medios en los mismos; los mayores valores de heredabilidad
se observaron en los caracteres largo del fruto y contenido de sólidos
solubles totales. Por tanto, la selección se puede realizar con vistas
de mejorar los componentes del rendimiento, al estar controlados estos caracteres,
por genes con efectos aditivos. Estos autores también calcularon las
correlaciones genéticas y fenotípicas entre los caracteres y determinaron
que el peso del fruto presentaba correlación positiva con el largo, el
ancho y el volumen de los frutos, mientras que la correlación con contenido
de sólidos solubles era negativa.
La correlación genotípica fue mayor que la correlación
fenotípica en los caracteres evaluados con excepción del contenido
de sólidos solubles, lo cual puede estar relacionado con la estabilidad
relativa de los genotipos. Esto sucede no solo cuando los genes que controlan
los caracteres son similares, sino también cuando los factores ambientales
relacionados tienen efectos similares.
En otro trabajo realizado en la India se obtuvieron altos valores de heredabilidad
en los caracteres vegetativos de las flores y los frutos evaluados en accesiones
de guayabo (38). Estos autores también determinaron correlaciones fenotípicas
positivas entre el ancho de los frutos, el peso de los frutos, el contenido
de sólidos solubles y los días requeridos para la maduración
de los frutos con el tamaño de las flores, así como entre el número
de semillas/fruto y acidez, y contenido de sólidos solubles con acidez
y contenido total de azúcares. Además se obtuvieron altos valores
de heredabilidad en sentido ancho, así como de los coeficientes de variación
genético y fenotípico, en caracteres de los frutos y las semillas,
evaluados en 50 accesiones de guayabo (39).
Estos resultados indicaron que dichos caracteres tenían un efecto genético
aditivo, por lo que se podía realizar una selección efectiva de
los mismos. Estos autores también observaron correlaciones genotípicas
y fenotípicas positivas entre el largo, el ancho, el peso de los frutos
y el número y el peso de las semillas/fruto, en todas sus combinaciones;
mientras que las correlaciones fueron negativas entre el peso, el largo de los
frutos, el peso y el número de semillas/fruto con la relación
peso del fruto/peso de semillas.
A partir de la estimación de componentes de varianza fenotípica
en caracteres del fruto evaluados en ocho genotipos de guayabo, se obtuvieron
altos valores de varianza genética y de la varianza del error (componente
de varianza frutos dentro de árboles, tomada como error, por la estructura
jerárquica del diseño experimental y el análisis estadístico)
en la mayoría de los caracteres, siendo mayores los estimados de la varianza
del error en algunos caracteres (40). Estos autores obtuvieron una interacción
significativa, así como, bajos valores para la varianza de la interacción.
Además obtuvieron bajos valores de la componente de varianza árboles
dentro de genotipos (réplicas de los genotipos) y esta fuente de variación
solo fue significativa en dos de los nueve caracteres evaluados (contenido de
vitamina C y peso de la cavidad de las semillas).
Con los resultados sobre los bajos valores de varianza de árboles dentro
de genotipos y altos valores de la varianza de frutos dentro de árboles,
los autores sugirieron que los frutos cosechados de diferentes árboles
de un mismo genotipo tenían cualidades similares, por lo que evaluaciones
efectivas de los caracteres del fruto podían realizarse en un solo árbol
por genotipo y que incrementar el número de frutos a evaluar por árbol
(genotipo) era más efectivo que incrementar el número de árboles
(réplicas) por genotipo, para obtener estimados genéticos exactos.
Estos resultados pudieran permitir que el programa de mejoramiento del cultivo
opere de forma más económica y eficiente en las evaluaciones de
campo.
En Cuba, también se han realizado trabajos con el objetivo de estimar
parámetros genético-estadísticos en poblaciones del cultivo,
obtenidas a partir de cruzamientos controlados realizados entre plantas del
cultivar ‘Enana Roja Cubana’ y los cultivares ‘N6’, ‘Suprema Roja’ y ‘Belic
L-207’. En este sentido en el año 2013 se obtuvieron valores muy variables
de heredabilidad, en sentido ancho y en sentido estrecho, en caracteres vegetativos
y de los frutos, evaluados en las tres poblacionesC.
Estos estimados fueron mayormente medio, lo cual evidencia la influencia tanto
de los factores genéticos, como de los ambientales, en la expresión
de los caracteres.
También se obtuvieron valores mayormente medios de los coeficientes de
variación genéticos, resultados que muestran la marcada influencia
ambiental que tuvieron los caracteres; criterio que debe tenerse en cuenta al
adoptar nuevas estrategias en el programa de mejoramiento genético del
cultivoC. Esta autora
obtuvo valores de los coeficientes de variación genéticos mayores
que los del coeficiente de variación ambiental en la mayoría de
los caracteres evaluados.
Existe una situación muy favorable para la ganancia por selección
cuando la relación entre el coeficiente de variación genético
y ambiental es superior a uno, ya que en estos casos la variación genética
es mayor que la ambiental, lo que indica que la selección para estos
caracteres tiene las mejores condiciones en términos de ganancia genética
(41).
En este estudio, también se calculó la respuesta a la selección
y se observaron los mayores valores en los caracteres peso del fruto, número
y masa total de las semillas por fruto, ancho de la hoja y altura de la planta,
los cuales presentaron también valores medio de los coeficientes de variación
genéticos y estimados de heredabilidad en ambos sentidos medio o alto.
Por tanto, estos caracteres tienen alta variabilidad genética que puede
ser explotada en los programas de mejoramiento genético del cultivo,
pues en los mismos predomina la acción de los genes con efecto aditivo
y se puede hacer una selección efectiva (39, 42).
Al analizar las asociaciones existentes entre los caracteres evaluadosC,
se detectó que los valores de las correlaciones genéticas fueron
de mayor magnitud que las fenotípicas en la mayoría de los caracteres
correlacionados, lo que indica que la relación entre los mismos obedece
a factores genéticos aditivos, presentes en el material en estudio, más
que a la existencia de efectos ambientales (43).
Se observaron correlaciones genéticas y fenotípicas positivas
y significativas entre el peso, el largo, el ancho del fruto y el espesor externo
de la pulpa; entre el número y la masa total de las semillas con el peso
de los frutos, en todas sus combinaciones; así como, entre el espesor
interno de la pulpa, el número y la masa total de las semillas por fruto.
Sin embargo, al relacionar estos caracteres con los de las dimensiones de los
frutos, se observaron correlaciones genéticas negativas entre el largo
del fruto con el espesor interno, el número y la masa total de las semillas;
así como, correlaciones fenotípicas negativas entre el largo del
fruto con el espesor interno de la pulpa y el número de semillas.
Estos resultados son de gran importancia, ya que uno de los caracteres que se
quiere mejorar en el guayabo es el número de semillas, pues los mejoradores
desean obtener cultivares con pocas semillas que sean más rentables,
tanto para la industria como para el consumo en fresco.
RESULTADOS EN EL MEJORAMIENTO GENÉTICO DEL GUAYABO
Históricamente,
el guayabo se ha propagado a partir de semillas y las plantaciones obtenidas
son muy variables, producto de la polinización por insectos. Las plántulas
presentan altas tasas de segregación y es esta la base de la variación
empleada a nivel mundial, tanto por mejoradores como por productores (14).
La morfología de la flor del guayabo favorece la auto polinización,
aunque también al ser una especie de polinización cruzada, se
cruza de forma natural con otros cultivares, dando origen a genotipos diferentes
en apariencia, producción y calidad (44). Lo anterior, unido a la propagación
por semillas en los inicios de la domesticación, ha generado cierta variabilidad
que debe ser estudiada y caracterizada, con fines de poder reconocer, identificar
y documentar la variabilidad dentro y entre cultivares de la especie, así
como analizar su comportamiento agronómico en respuesta al sistema de
producción utilizado (45).
En algunos países como Estados Unidos (principalmente en la Florida y
Hawaii) e Israel, donde se cultiva el guayabo desde hace más de un siglo,
los cultivos están basados prácticamente en un solo cultivar comercial.
Aunque en Israel, algunos investigadores realizaron cruzamientos entre diferentes
cultivares provenientes de Brasil, Tailandia y México y obtuvieron cinco
nuevos cultivares prometedores, con los que se comenzó a incrementar
la base genética del cultivo en el país (46).
En Pakistán se han utilizado técnicas no convencionales como inducción
de mutaciones, para tratar de incrementar la variabilidad genética (47).
La resistencia a los nemátodos que atacan las raíces es el principal
objetivo del programa de mejoramiento en Malasia y se han detectado tres accesiones
con potencial resistencia (48, 49). En Tailandia (40) y en México (50,
51) se han caracterizado las colecciones de germoplasma del cultivo y se ha
detectado gran variabilidad genética, principalmente en caracteres del
fruto. En la India se desarrolla el programa principal de mejoramiento de guayabo
y se han identificado y caracterizado nuevos híbridos y cultivares, mediante
diversos marcadores morfológicos y molecularesD
(32, 52, 53). En Brasil, aunque la producción se ha incrementado en los
últimos años, el programa de mejoramiento del cultivo ha sido
discontinuo por varias razones (35).
En Cuba, los trabajos de mejoramiento y selección se iniciaron a principios
de la década del 60 del pasado siglo, con la obtención de 36 cultivares
por polinización libre del cultivar ‘Indian Pink’ en la Estación
Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas. Se continuó
con el estudio de 108 cultivares en la colección del Banco de GermoplasmaE.
Resulta válido destacar los trabajos realizados por González y
SourdF (54). El primero
incluye el ensayo de 10 variedades de P. guajava, nueve de ellas injertadas
sobre el cultivar ‘Cotorrera’ y una sobre Psidium friedrichsthalianum.
El segundo trabajo comprendió la evaluación de 10 selecciones
de guayabo atendiendo a los caracteres físico-químicos de los
frutos.
Otro estudio realizado fue en el que se caracterizó la descendencia del
cruzamiento entre los cultivares ‘Enana Roja Cubana’ y ‘Bangkok’ (5). Los caracteres
evaluados mostraron muy pocas diferencias entre las plantas analizadas; se pudieron
agrupar los descendientes en base a la altura de la planta, el color de la pulpa
y a la resistencia al ataque de hongos como Colletotrichum gloeosporioides.
Posteriormente, se realizó una evaluación de la diversidad del
germoplasma cubano de guayabo mediante marcadores morfológicos y técnicas
de Polimorfismo de la Longitud de Fragmentos Amplificados (AFLP) y de Secuencias
Simples Repetidas (SSR) (55, 56, 57).
Basados en los resultados, los autores pudieron recomendar genotipos élites
para diferentes propósitos como la comercialización y el mejoramiento,
así como, para el establecimiento de programas de cruzamientos, de los
cuales se seleccionaron 25 genotipos de porte bajo. Además, se lograron
construir mapas de ligamiento, utilizando dichos marcadores moleculares (SSR
y AFLP), la saturación del mapa molecular de ligamiento y la detección
de más de 50 loci de caracteres cuantitativos, como base para
la selección asistida por marcadores. Estos resultados, de conjunto con
el uso de técnicas de cultivo de tejidos, para la conservación
y propagación de germoplasma, han permitido proponer una metodología
para desarrollar el programa de mejoramiento del cultivo en el país (3).
EMPLEO DE MARCADORES MOLECULARES EN EL MEJORAMIENTO
Las marcadores
morfológicos ha sido utilizados tradicionalmente para evaluar la variabilidad
genética. Para suplementar y refinar las descripciones basadas en la
morfología, se comenzaron a emplear marcadores enzimáticos (58).
Subsecuentemente, los marcadores basados en el ADN brindaron una nueva opción
para estudios genéticos y mostraron ventajas significativas en relación
con los marcadores morfológicos y bioquímicosC.
Los marcadores de ADN se han hecho muy importantes por su utilización
en la construcción de mapas de ligamiento genético, el análisis
de mapeo comparativo, el marcaje de genes de importancia económia, la
selección asistida por marcadores y el clonaje basado en mapas. También
proveen información genética en las principales áreas de
conservación del germoplasma, tanto ex situ como in vitro
(59).
Existe gran potencial para la aplicación de los marcadores moleculares
en los cultivos perennes de frutales tropicales y subtropicales. De hecho, en
frutales, estas herramientas podrían ser de difícil aplicación,
debido a factores tales como la autoincompatibilidad, la apomixis, la dioecia,
la ausencia de semillas, la madurez del embrión, la heterocigosis y los
largos períodos juveniles (60).
En el guayabo se han usado diferentes técnicas, basadas en la PCR, para
verificar la calidad del ADN, establecer huellas de ADN de accesiones individuales,
evaluar diversidad genética, construir mapas de ligamiento e identificar
genes económicamente importantes para la selección asistida por
marcadores. Dentro de estos podemos citar la Amplificación Aleatoria
del ADN polimórfico, Amplificación de la Longitud de los Fragmentos
Polimórficos, Repeticiones de secuencias inversas marcadas y Secuencias
Simples Repetidas.
DESARROLLO DE SSR PARA Psidium guajava L.
Con vistas a explotar
las potencialidades que brindan las Secuencias Simples Repetidas (SSR), se desarrolló
una librería enriquecida de microsatélites con las secuencias
(GA)n y (GT)n para impulsar estudios genéticos
y selección asistida por marcadores en el guayabo y otras especies afines
(61).
Con la finalidad de determinar la utilidad de los cebadores, se emplearon muestras
de ADN de guayabo de diversos orígenes (Camerún, Colombia, Cuba,
Florida, Hawaii y Martinica) así como de otras especies como Psidium
acutangulum D.C., Psidium cattleianum Sabine var. lucidum
y Psidium friedrichsthalianum Nied. Para el resto de las especies de
Psidium, excepto para cuatro loci, la amplificación
reveló patrones SSR confiables.
Esta librería es la primera referida para el guayabo y puede ser usada
para la identificación de genotipos, análisis de pedigrí,
estudios de diversidad del germoplasma y de mapeo genético. Por otra
parte, constituye un potencial para las investigaciones de recursos genéticos
y mejoramiento en el género Psidium (61). Investigaciones que involucran
el uso de este marcador para diversos propósitos también han referido
la obtención de patrones SSR confiables, tanto en esta especie, como
en otros representantes de la familia. Las mismas se han desarrollado en países
como la India (62, 63), Cuba (64, 65); México (66); Brasil (67), Venezuela
(68, 69), entre otros.
MARCADORES DE ADN PARA LA IDENTIFICACIÓN DE GENOTIPOS
Se ha sugerido
para muchos cultivos el uso de los marcadores moleculares con el fin de establecer
huellas de ADN de accesiones individuales (70). Además, la Unión
Internacional para la Protección de nuevas Variedades de Plantas (UPOV)
promueve la introducción de nuevos métodos de pruebas estables,
uniformes y distintivas (DUS) y vencer las implicaciones legales de ciertos
cambios para la protección de variedades de plantas (71). En este sentido,
el uso de cuatro sistemas isoenzimáticos (a-esterasas, ß-esterasas,
fosfatasa ácida y peroxidasas) constituyó una aproximación
para distinguir variaciones intra e inter-específicas en especies de
Psidium; sin embargo, no fue observada una clara identificación
de los genotipos (72). A veces los marcadores isoenzimáticos exhiben
un polimorfismo insuficiente. Además, pueden ocurrir variaciones de espacios
temporales y experimentales (73). Por ello, su uso con propósitos de
identificación está restringido a un germoplasma local si se tiene
en cuenta que los perfiles isoenzimáticos no son transferibles.
Diversos trabajos han corroborado la utilidad de los marcadores AFLP, ISTR,
microsatélites y RAPD con fines de identificación en países
donde se cultiva esta especie: CubaG
(5, 74, 75, 76); MéxicoH
(50, 51, 77); Bangladesh (78); Colombia (79); India (80, 81, 82), Brasil (67,
83, 84); Estados Unidos (85), entre otros. En el caso de los marcadores RAPD,
a pesar de que su reproducibilidad entre diferentes laboratorios permanece bajo
discusión (71), los mismos han mostrado buenos resultados, por lo que
se pueden recomendar para este propósito.
Estudios más recientes han incursionado en el uso de otros marcadores
moleculares. Tal es el caso de la región 18S del ARN ribosomal, regiones
de Secuencias espaciadoras de transcriptos internas (ITS) del ADN ribosomal
y regiones de Secuencias espaciadoras intergénicas (IGS) de ADN cloroplástico,
los cuales han sido empleados en Taiwan para la identificación de accesiones
de guayabo y otros representantes del género Psidium (86).
De igual forma, se ha evaluado la utilidad de las Regiones de Secuencias Internas
Espaciadoras (ISSR) para la discriminación entre genotipos pertenecientes
a diferentes especies del género Psidium. Esta técnica combina
el empleo de un único cebador como los RAPD y la confiabilidad y reproducibilidad
de los SSR, lo que la hace más potente para estos fines (53). Este tipo
de marcador molecular también ha sido empleado en la estimación
de la fidelidad genética entre plantas regeneradas por embriogénesis
somática y plantas madres, procedentes de accesiones de guayabo, brindando
muy buenos resultados, que confirman la uniformidad del material obtenido (87,
88, 89).
Otro sistema de marcadores de ADN muy utilizado es el basado en retrotransposones,
del tipo denominado Sitios de Unión Inter Cebador (iPBS), los cuales
son diseñados a partir de regiones conservadas de los sitios de unión
al cebador dentro del retrotransposon. Para la discriminación de accesiones
de guayabo procedentes de polinización abierta, se empleó ese
tipo de marcador obteniendo muy buenos resultados con la aplicación de
los iPBS con estos fines (90). Este estudio demostró que los iPBS constituyen
una herramienta poderosa, ya que además de posibilitar la identificación
de genotipos cuando no se tiene un conocimiento a priori de las secuencias a
analizar, poseen un bajo costo y son eficientes y de fácil manipulación.
Por otra parte, la selección de un marcador dado es un balance entre
el nivel de polimorfismo que puede detectar (información contenida) y
su capacidad de identificar múltiples polimorfismos (91). El parámetro
D (poder de discriminación), evalúa la eficiencia de
un cebador para la identificación de variedades (la probabilidad de que
dos individuos seleccionados al azar tengan diferentes patrones) y además,
puede usarse para comparar diferentes tipos de marcadores, conociendo solo las
frecuencias de los alelos (92).
En este sentido, estudios realizados determinaron que los cebadores AFLP más
eficientes para la discriminación en las accesiones de guayabo que forman
el banco de germoplasma cubano fueron: E32 x M33, E32
x M35, E32 x M32, E33 x M39, E32
x M36, E33 x M32, E32 x M34, dado
por los valores del parámetro D calculados (65, 93). Estos trabajos,
previos a los estudios de diversidad, permiten evaluar las potencialidades de
cada marcador molecular, con el objetivo de identificar cuál es la aplicación
más adecuada de los mismos, o sea, donde brindan una información
más confiable para trazar estrategias futuras en el programa de mejoramiento
de la especie.
CONSTRUCCIÓN DE MAPAS DE LIGAMIENTO GENÉTICO
Para el uso eficiente
del polimorfismo detectado por los marcadores genéticos, es necesario
el conocimiento de su localización individual en el genoma y puede lograrse
a través de la construcción de un mapa de ligamiento genético.
Por tanto, el mapa de ligamiento genético representa el arreglo o acomodo
de los innumerables loci, los cuales incluyen marcadores morfológicos,
bioquímicos y de ácidos nucleicos, a través del cromosoma
(70).
Para la implementación futura de la selección asistida por marcadores
para impulsar el programa de mejoramiento genético en Cuba, se obtuvieron
tres poblaciones de mapeo por polinización cruzada de tres árboles
individuales de ‘Enana Roja Cubana’ como progenitor femenino, donadores de polen
‘N6’ (población de mapeo 1 = MP1), ‘Suprema Roja’ (MP2) y ‘Belic L-207’
(MP3). La población MP1 se usó para una identificación
inicial de la co-segregación de marcadores en la progenie a través
del uso de la técnica de AFLP.
Basado en estos resultados, se estableció el primer mapa de ligamiento
genético con un total de 167 marcadores mapeados sobre 11 grupos de ligamientos
que presumiblemente representan los 11 cromosomas del genoma haploide del guayabo
(75). Estos esfuerzos fueron posteriormente extendidos por el incremento de
las combinaciones de cebadores AFLP y SSR y el mapeo adicional de estos marcadores
sobre el mapa de ligamiento. El alto número de marcadores comunes permitieron
la fusión de los mapas individuales de los parentales en un mapa integrado
con un total de 220 marcadores mapeados. Los grupos individuales de ligamiento
contienen desde 11 hasta 30 marcadores cada uno, con variaciones en la longitud
entre 104 y 150 cM, resultando en un total de 1379 cM (74).
De igual forma, se ha trabajado en el desarrollo de otros dos mapas de ligamiento
para los cruces ‘Enana Roja Cubana’ x ‘Suprema roja’ y ‘Enana Roja Cubana’ x
‘Belic L-207’, basados en marcadores AFLP y SSR (94, 95, 96). Esto tiene como
objetivo identificar marcadores comunes que permitan homologar grupos de ligamiento
para la construcción de un mapa integrado para la especie. Para esto
se han referido combinaciones de cebadores SSR y AFLP que han sido de utilidad
para lograr este propósito (97).
Recientemente, en la India también se han realizado trabajos similares.
Tal es el caso de un estudio realizado con marcadores SSR, tomando como base
dos genotipos de guayabo con diferencias contrastantes para un grupo de caracteres
de interés comercial. Como resultado, se desarrolló un mapa de
ligamiento que puede ser de utilidad para la identificación de QTLs,
el clonaje posicional y la identificación de marcadores ligados a caracteres
de importancia para el mejoramiento y la producción (98).
DEBILIDADES Y OPORTUNIDADES
A pesar de la
importancia económica de este cultivar, en los programas de mejoramiento,
todavía existen muchos problemas:
• Falta de implementación práctica de los resultados científicos.
• Insuficiente respaldo financiero en el Mercado de Libre Comercio (MLC) para
garantizar las inversiones y tecnologías requeridas.
• Limitadas posibilidades para elaborar productos industriales con los requisitos
de calidad del mercado internacional.
• Infraestructura obsoleta e insuficiente para el acondicionamiento postcosecha
de las frutas.
• Obsolescencia de las plantas industriales.
• Carencia de una Estación de post-entrada que limita la introducción
de nuevas especies y variedades.
Sin embargo, existe un creciente mercado interno en divisas y un aumento en
la demanda del mercado externo.
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vol. 1, no. 2, 2012, ISSN 2168-9881, DOI http://dx.doi.org/10.4172/2168-9881.S1.002.
Recibido: 23 de
marzo de 2015
Aceptado: 30 de octubre de 2015
Dra.C. Leneidy Pérez Pelea, Departamento Biología Vegetal. Facultad de Biología, Universidad de la Habana. Calle 25 # 455 / I y J, Plaza de Revolución, La Habana. Email: lene@fbio.uh.cu