Efectividad de cepas de HMA en el cultivo de la yuca (Manihot esculenta Crantz) en dos tipos de suelos
Effectiveness of AMF strains on cassava crop (Manihot esculenta Crantz) in two types of soils
M.Cs. José P. João,I Alberto Espinosa Cuellar,II Dr.C. Luís Ruiz Martínez,II Jaime Simó González,II Dr.C. Ramón Rivera EspinosaIII
IUniversidad
“José Eduardo dos Santos”, Angola.
IIInstituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), Santo
Domingo, provincia de Villa Clara, Cuba.
III Instituto Nacional Ciencias Agrícolas (INCA), gaveta postal
1, San José de las Lajas, Mayabeque, Cuba, CP 32700.
RESUMEN
Con el objetivo de evaluar la efectividad de la inoculación de cepas de hongos micorrízicos arbusculares (HMA) en clones comerciales de yuca (Manihot esculenta Crantz) y su dependencia con el tipo de suelo, se comparó la efectividad de tres cepas de HMA, Glomus cubense, Rizophagus intraradices y Funneliformis mosseae, tanto en suelo Pardo Mullido Carbonatado como en Ferralítico Rojo Lixiviado. En el primer suelo, se utilizaron seis clones comerciales en un diseño de bloques al azar con arreglo factorial, cuatro réplicas y repetido durante dos años. En el segundo suelo, solo se evaluaron las cepas de HMA en el clon ‘CMC-40’ en un diseño de bloques al azar con cuatro repeticiones y ejecutado en dos años. El cultivo de la yuca presentó una alta respuesta a la inoculación de cepas de HMA. La efectividad de las cepas fue diferente en uno y otro suelo, de forma tal que R. intraradices se comportó como la cepa eficiente de HMA en el suelo Pardo Mullido Carbonatado con pH de 7,4 y G. cubense en el Ferralítico Rojo Lixiviado con pH alrededor de 6,5. Si bien algunos clones presentaron una compatibilidad por una u otra cepa, no dejaron igualmente de establecer una simbiosis efectiva con la cepa eficiente, de forma tal que las compatibilidades de los clones no cambian los criterios de recomendación de cepas de HMA por suelo. Las cepas eficientes por tipo de suelo obtenidas para la yuca coinciden con las encontradas anteriormente para diferentes cultivos.
Palabras clave: hongos micorrízicos arbusculares, inoculación, suelos.
ABSTRACT
This study was carried out with the objective of evaluating the effectiveness of inoculating arbuscular mycorrhizal fungal strains (AMF) on commercial clones of cassava crop (Manihot esculenta Crantz) and its dependence on the type of soil.Thus, the effectiveness of three AMF strains, Glomus cubense, Rizophagus intraradices and Funneliformis mosseae, was compared in Carbonated Loose Brown and Lixiviated Red Ferralitic soils. In the first soil, six commercial clones were used at a randomized block design with factorial arrangement, four replications and repeated for two years.Inthe second soil, AMF strains were just evaluated in ‘CMC-40’ clone at arandomized block design with four repetitions and conducted for two years. Cassava crop showed a high response to AMF strain inoculation. Strain effectiveness was different in either soil, so that R. intraradices behaved as the efficient AMF strain in Carbonated Loose Brown soils with pH 7,0 and G. cubense in Lixiviated Red Ferralitic soils with pH about 6,5. Although some clones showed compatibility for either strain, they did not stop establishing an effective symbiosis with the efficient strain, in such a way that compatibilities a mong clones do not change the criteria to recommend AMF strains per soil. Efficient strains per type of soil obtained for cassava crop coincide with the ones previously found for different crops.
Key words: arbuscular mycorrhizal fungi, inoculation, soils.
INTRODUCCIÓN
El cultivo de
la yuca (Manihot esculenta Crantz) está extensamente diseminado
en el trópico, así como en un amplio grupo de países y
tipos de suelos, utilizándose no solo como fuente de alimento humanoA,
B y animal (1, 2), sino incluso con una comprobada eficiencia para la
generación de alcohol (3, 4), todo lo cual avala su importancia económica.
Cuba no es una excepción y anualmente se plantan 150 000 ha y se prevé
un incremento en la superficie del cultivo durante los próximos años
(5).
Si bien es un cultivo rústico, los altos rendimientos requieren de la
aplicación de fertilizantes minerales o abonos orgánicos y con
el empleo de dosis óptimas se pueden obtener entre 40 y 60 t ha-1año-1
de raíces comerciales (6); no obstante, en Cuba generalmente no se fertiliza
ni se riegaC, todo lo cual conlleva a bajos rendimientos del orden de 7 t ha-1año-1.
Por otra parte, la yuca es un cultivo con alta dependencia micorrízica
(2, 7) y en Cuba los trabajos de inoculación de cepas de hongos micorrízicos
arbusculares (HMA) comenzaron en este cultivo en suelos Pardos mullidos carbonatados,
los que permitieron establecer la efectividad de la inoculación, garantizando
altos rendimientos y la disminución en los requerimientos de fertilizantesD;
sin embargo, las altas dosis de inoculantes recomendadas (7) y empleadas entonces
(50 g planta-1), no permitieron su utilización en la práctica
agrícola.
Posteriormente, se logró estandarizar el método de aplicación
del inoculante por la vía de recubrimiento de las puntas de las estacas,
en dosis de 10 kg ha-1 y de recubrimiento total en dosis de 20 kg
ha-1 (8), cuyas dosis relativamente bajas, no solo garantizaron la
efectividad, sino que hicieron factible su aplicación a escala productiva
(9).
Asimismo, en algunos países productores de yuca en África (10,
11) y Colombia (11), se han reportado a escala experimental resultados positivos
a la inoculación de cepas de HMA, sin considerar los criterios de recomendación
de cepas eficientes HMA por tipo de suelo (12), que han sido encontrados en
Cuba para un grupo amplio de cultivos y tipos de suelos.
Los trabajos de recomendación de cepas de HMAD se realizaron con un solo
clon, mientras en Cuba se dispone actualmente de varios clones comerciales (13)
y actualmente es una tarea evaluar, si producto de la variabilidad existente
entre los clones comerciales, se mantienen, tanto la respuesta a la inoculación
de cepas de HMA, como la existencia, al menos, de una cepa de HMA por tipo de
suelo (12),con la cual cualquiera de los clones establece una simbiosis efectiva
y mantiene, por tanto, la regularidad de baja especificidad de la cepa eficiente
HMA con los clones, en este caso.
Asimismo, no existe información experimental previa sobre la eficiencia
de la aplicación de diferentes cepas de HMA a este cultivo en suelos
Ferralíticos Rojos, los cuales abarcan alrededor de 720 000 ha de la
superficie agrícola del país (14); además, entre las cepas
de HMA que inicialmente fueron evaluadasD, no se utilizó G.
cubense (15), una cepa con alta efectividad para diferentes cultivos en
ese tipo de suelo (16).
A partir de las consideraciones anteriores y teniendo en cuenta la importancia
de los suelos Pardos Mullidos Carbonatados y los Ferralíticos Rojos Lixiviados
en la agricultura cubana, así como la reconocida dependencia micorrízica
del cultivo, se desarrollaron dos estudios, para evaluar la efectividad de la
inoculación de cepas HMA en clones comerciales de yuca (Manihot esculenta
Crantz) y su dependencia con el tipo de suelo, así como extender a los
Ferralíticos Rojos, los criterios de manejo de cepas eficientes de HMA
en este cultivo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los experimentos
se ejecutaron en dos tipos de suelos, a) Pardos Mullidos Carbonatados (17),
clasificados internacionalmente como Feozem endocarbonatado (18), durante los
años 2012 y 2013, en áreas del Instituto de Investigaciones de
Viandas Tropicales (INIVIT), ubicado en el municipio de Santo Domingo, provincia
de Villa Clara, a los 22° 35’ de latitud Norte y 80° 18’ de longitud
Oeste y 40 m s. n. m. y b) Ferralíticos Rojos Lixiviados (17), clasificados
también como Nitisol ferrálico, ródico, líxico,
éutrico (18), durante los años 2013 y 2014, en las áreas
experimentales del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), ubicado
en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque, a los 230 01’de latitud
Norte y 82° 08’ de longitud Oeste y a 12° m s. n. m.
Las principales características químicas de estos suelos y los
contenidos de esporas de HMA “residentes” en ellos se presentan en la Tabla
I.
Los suelos Pardos
Mullidos Carbonatados presentaron valores de pH-H2O ligeramente alcalinos,
con contenidos bajos de fósforo y medios de potasio disponible, así
como contenidos altos de Ca y Mg intercambiable con una alta CIC de alrededor
de 50 cmol kg-1, siendo de forma general, valores representativos
de este tipo de suelo. La materia orgánica presentó bajos porcentajes
de 2,0 %.
Las esporas “residentes” de HMA en las condiciones iniciales fueron muy bajas
y menores a 30 en 50 g, similares a los contenidos obtenidos por otros autores
en estos mismos suelos (8, 20) y posiblemente asociadas al cultivo intensivo
y la fertilización sistemática que han recibido estos suelos.
La precipitación anual durante el periodo experimental en el área
de suelos Pardos Mullidos Carbonatados fue de 1626,4 mm en el 2012 y de 1519,1
mm en el 2013, superiores al promedio de los últimos 25 años (1349
mm). Las temperaturas media anuales fueron de 24,1 y 24,6 °C, respectivamente
y similares a las históricas de 25 años (24,3 °C).
Los suelos Ferralíticos Rojos Lixiviados presentaron pH neutros, con
contenidos de Ca y Mg intercambiables del orden de 11,9 y 2,6 cmol kg-1
respectivamente, los cuales resultan típicos para estos suelos. Los contenidos
de fósforo disponible fueron elevados y relacionados con fuertes aplicaciones
previas de fertilizantes minerales. Las esporas residentes fueron bajas y posiblemente
asociadas con las aplicaciones anteriores de fertilizantes y la alta disponibilidad
de fósforo en el suelo.
Los contenidos de materia orgánica fueron altos para este tipo de suelo
Ferralítico situado a 120 m s. n. m. y con un régimen de temperaturas
medias anuales en los últimos 25 años de 24,2 °C.
Las precipitaciones anuales en el 2013 se correspondieron con un año
lluvioso, 1709,9 mm y en el 2014 de 1414,2 mm, ligeramente inferior al promedio
histórico de los últimos 25 años (1591,8 mm), las que permiten
considerar esta localidad como un área bajo un régimen adecuado
de precipitaciones. Las temperaturas media anuales fueron de 24,2 y 23,8 °C
en el 2013 y 2014 respectivamente, con poca variación entre los años
y similares a la media de los últimos 25 años.
Experimento de cepas de HMA y clones de yuca en suelos Pardos Mullidos
Carbonatados
Se estudió el comportamiento de diferentes cepas de HMA frente a seis
clones de Manihot esculenta Crantz, en un diseño de bloques
al azar con arreglo factorial y cuatro repeticiones. El factor A compuesto por
seis niveles, donde se incluyeron las cepas de HMA, a saber 0 % NPK, 25 % NPK,
25 % NPK + Funneliformis mosseae (21), 25 % NPK+ Glomus cubense
(15), 25 % NPK+ Rizophagus intraradices (21) y 100 % NPK; el factor
B, conformado por los clones, también compuesto por seis niveles y el
factor C por dos niveles, que se corresponde con la repetición en dos
años.
La clave de identificación de las cepas de HMA en la colección
del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba se corresponde con
INCAM-2, INCAM-4 y INCAM-11, respectivamente. En todos los casos, el contenido
de esporas de los inóculos osciló entre 25 y 30 esporas g-1
de suelo y fueron suministradas por el Departamento de Biofertilizantes y Nutrición
de las Plantas de esta institución.
La dosis de fertilizantes utilizada de conjunto con la aplicación de
las cepas de HMA se basó en resultados previosD, los que establecieron
que en presencia de la inoculación de la cepa eficiente para esa condición
edáfica, los requerimientos de fertilizantes minerales, para un adecuado
funcionamiento micorrízico, fueron del 25 % de las dosis de fertilizantes
minerales (NPK), empleadas para obtener altos rendimientos. Se utilizó
como 100 % NPK las dosis de 150, 60 y 200 kg ha-1 de N, P2O5
y K2O, respectivamente.
Los clones de yuca utilizados fueron ‘INIVIT E 80+1’, ‘CMC-40’, ‘INIVIT Y 93-4’,
‘CEMSA 74-6329’, ‘CEMSA 74-725’ y ‘Señorita’, pertenecientes a la colección
del INIVIT y suministrados por esta institución, los que están
considerados clones comerciales para el cultivo en el país (13). El marco
de plantación (13) y la fecha de plantación de cada clon se presentan
en la Tabla II.
Las parcelas estaban
constituidas por 32 plantas, de las cuales se evaluaron 12, realizándose
la cosecha a los 12 meses de plantados los clones. El experimento se repitió
dos veces.
Experimento de cepas de HMA en suelos Ferralítico Rojo Lixiviado
Se evaluó el comportamiento de tres cepas de HMA y un tratamiento testigo,
en un diseño de bloques al azar con cinco replicas. El clon utilizado
fue el ‘CMC-40’.
Las cepas de HMA utilizadas fueron las mismas que se valoraron en el experimento
anteriormente descrito y con características similares.
El experimento se repitió dos veces. El primero se inició el 26
de febrero del 2013 y ninguno de los tratamientos recibió fertilizantes
minerales. En el segundo, que se plantó el 5 febrero del 2014, todos
los tratamientos recibieron 50, 20 y 75 kg ha-1 de N, P2O5
y K2O respectivamente, que se corresponde con la recomendación
de dosis óptima de fertilizantes minerales para lograr una micorrización
efectiva del cultivo en este tipo de suelo (16).
El marco de plantación fue de 0,90 x 1,2 m y las parcelas tenían
32 plantas, de las cuales se evaluaron 12. La cosecha se realizó en ambas
repeticiones a los nueve meses de plantado.
Actividades comunes
En todos los casos las atenciones culturales se ejecutaron de acuerdo con los
Instructivos técnicos del cultivo (13), aplicándose riegos en
plantación y posteriormente con una frecuencia decenal, hasta que se
estabilizó la etapa lluviosa en los diferentes años.
La inoculación de cepas de HMA se aplicó por la vía de
recubrimiento de ambas puntas de los propágulos de yuca (8), en cantidades
de 1,16 g estaca-1 de inoculante micorrízico y momentos antes
de la plantación.
Evaluaciones y determinaciones realizadas
El conteo inicial de esporas de HMA se obtuvo a partir de cuatro muestras de
suelo, tomadas previo a la plantación de cada experimento. Para su extracción
se procedió según la modificación al protocolo inicialE
de Gerdemann y Nicholson; posteriormente, se lavaron con agua destilada y se
vertieron en placa Petri, para su conteo con el uso del microscopio estéreo
700x (Stemi 2000-C).
En el caso del experimento sobre suelo Ferralítico Rojo y en el segundo
año, se realizó un muestreo para determinar las esporas de HMA
en la rizosfera de las plantas de cálculo de cada parcela a la profundidad
de 0-20 cm. Este muestreo se ejecutó cuando las plantas tenían
5½ meses.
En los dos experimentos y en las plantas de cálculo de cada tratamiento
se tomaron, a los cuatro meses y medio de plantada la yuca, muestras compuestas
por parcela para evaluar el porcentaje de colonización micorrízica,
con excepción del primer año del experimento sobre suelo Ferralítico
Rojo en el que no se realizó este muestreo.
Se utilizaron 200 mg de raíces en cada muestra, que fueron secadas en
estufa a 70 °C hasta masa constante para ser teñidas (22). La evaluación
se realizó en microscopio estéreo 70x (Stemi 2000-C) y luego se
utilizó el método de los interceptos (23) para su determinación.
Los experimentos se cosecharon de forma manual utilizando las plantas de cálculo
de cada parcela. La cosecha se cuantificó por separado en raíces
comerciales y no comerciales y se les determinó la masa fresca en kg
parcela-1. Los resultados se expresaron en t ha-1 de raíces
comerciales, de acuerdo con el marco de plantación de cada clon.
Procesamiento estadístico
En el caso del experimento en suelos Pardos Mullidos Carbonatados, como el interés
fue evaluar para cada clon el efecto de la aplicación de las diferentes
cepas de HMA, se procedió al desdoblamiento de la interacción
significativa de mayor orden, de forma que para cada clon se evaluó el
efecto de los niveles del factor en que se incluyeron las cepas.
En el experimento en suelos Ferralíticos Rojos Lixiviados, de bloques
al azar con cuatro tratamientos, se realizó el análisis de varianza
de clasificación doble para cada uno de los años de trabajo.
En todos los casos la docimación entre tratamientos se realizó
por la prueba de Duncan a P=0,05.
RESULTADOS
Experimento de efectividad de cepas de HMA en diversos clones en suelo
Pardo Mullido Carbonatado
Los análisis estadísticos de las variables rendimiento y porcentaje
de colonización micorrízica presentaron interacción significativa
de los factores (P=0,05), pero mientras en el rendimiento la interacción
de los factores A (cepas) x B (clones) x C (repetición) fue significativa,
en el caso del porcentaje de colonización, la interacción de tercer
orden no lo fue y sí la correspondiente a los factores A x B (Tabla
III).
Lo anterior condujo a diferencias en la forma de presentar el desdoblamiento de la interacción (Tablas IV y V). En todos los clones se presentó una respuesta significativa del rendimiento a la fertilización mineral (Tabla IV) y se encontraron rendimientos altos en los tratamientos que recibieron el 100 % de la fertilización (14), que oscilaron entre 40 y 50 t ha-1, en dependencia del clon y apartándose de esta conducta el clon’CEMSA 74-6329’ que no alcanzó las 30 t ha-1.
Asimismo, se encontró
una respuesta diferenciada del rendimiento de los clones a la inoculación
con las cepas de HMA (Tabla IV), de forma tal que en cualquiera
de los clones y años, la inoculación con la cepa R. intraradices,
en presencia de la fertilización con 25 % NPK, originó también
rendimientos altos, siempre significativamente superiores a los obtenidos con
el tratamiento homólogo no inoculado (25 % NPK) y con rendimientos similares
a los del tratamiento que recibió las mayores dosis de fertilizantes,
excepto en el clon ‘CEMSA 74-6329’, en el que la aplicación de R.
intraradices originó incluso rendimientos superiores al que recibió
las mayores dosis de fertilización.
En algunos de los clones como el CEMSA 74-725 y el INIVIT E 80+1, se presentó
además, una alta compatibilidad con la cepa G. cubense, que
se extendió también a F. mosseae en el clon CEMSA 74-725,
de forma tal que inoculando cualquiera de ellas se encontró una respuesta
significativa y similar a la obtenida por la inoculación con R. intraradices.
En los otros clones siempre la cepa R. intraradices presentó
un efecto superior y significativo (P=0,05), diferenciándose de los obtenidos
por las cepas restantes. Los efectos diferenciados de las cepas se mantuvieron
en uno y otro año, dejando clara la reproducibilidad de los efectos encontrados.
Asimismo, se encontró una respuesta significativa de la inoculación
de las cepas de HMA sobre el porcentaje de colonización micorrízica
(Tabla V), no presentándose efectos de los años.
En esta variable siempre existieron diferencias significativas entre los efectos
provocados por la aplicación de cada una de las cepas para cualquiera
de los clones, de forma tal que se ordenaron de la siguiente manera: R.
intraradices>G. cubense>F. mosseae y todos significativamente
mayores a los encontrados en los tratamientos no inoculados. Con R. intraradices
se alcanzaron valores altos, entre 70 y 75 % de colonización.
Los tratamientos no inoculados siempre presentaron valores bajos, entre 10 y
15 %, con una tendencia a presentar porcentajes similares entre los dos tratamientos
fertilizados, los cuales fueron ligeramente superiores a los encontrados en
el tratamiento no fertilizado.
Experimentos de comparación de cepas HMA en suelo Ferralítico
Rojo Lixiviado
Los resultados fueron similares en ambos años, con una respuesta siempre
significativa a la inoculación con la cepa G. cubense, que se
diferenció significativamente del resto de los tratamientos. En el primer
año en que no se aplicaron fertilizantes de fondo (Figura
1), la respuesta fue mucho mayor y del orden del 73 % en relación
con el tratamiento control. En este mismo año, la aplicación de
R. intraradices también fue significativamente superior al tratamiento
control, aunque sin diferencias con la aplicación de F. mosseae.
En el segundo año la respuesta a G. cubense fue menor que en el primero (Figura 2), aunque con incrementos significativos entre 15 y 28 %, con relación al resto de los tratamientos y no se presentaron diferencias significativas (P<0,05) entre los rendimientos obtenidos con las otras cepas y el tratamiento control.
Con la aplicación
de G. cubense, los rendimientos de ambos experimentos fueron altos
y del orden de 40 a 45 t ha-1.
En relación con el porcentaje de colonización micorrízica
(Tabla VI), se encontraron diferencias significativas (P<0,01)
entre tratamientos, así como los mayores valores y similares entre sí
con las aplicaciones de G. cubense y R. intraradices. La aplicación
de F. mosseae no difirió del tratamiento control.
En relación con la cantidad de esporas micorrízicas (Tabla VI), los efectos fueron similares; los valores fueron mayores y sin diferencias entre sí por la aplicación de G. cubense y R. intraradices, siendo ambas superiores al tratamiento testigo. Si bien la aplicación de G. cubense se diferenció significativamente de las esporas obtenidas con F. mosseae, la inoculación de R. intraradices no fue diferente. Por otra parte, la aplicación de F. mosseae no se diferenció del número de esporas observadas en el tratamiento testigo.
DISCUSIÓN
Manihot esculenta
es un cultivo altamente micótrofoD (6, 7) y sus resultados
lo corroboran, indicando, además, la efectividad de la aplicación
de cepas eficientes de HMA por la vía del recubrimiento de las puntas
de los propágulos (8).
En las condiciones de suelos Pardos Mullidos Carbonatados, se encontró
una fuerte respuesta a la aplicación de R. intraradices en presencia
del 25 % de la fertilización recomendada para rendimientos altos (13),
alcanzando rendimientos satisfactorios en cualquiera de los clones, ampliándose
los resultados para los clones ‘Señorita’D y CMC 40 (8).
Se destacaron los resultados en la respuesta diferenciada a la inoculación
de cepas de HMA en los diferentes clones. Si bien existieron dos tipos de clones;
unos en los que siempre los mejores resultados se obtuvieron con R. intraradices
y otros en los que cualquiera de las cepas ocasionaron efectos similares y significativos
sobre el tratamiento no inoculado, los resultados no varían la recomendación
de R. intraradices como cepa eficiente de HMA en estas condicionesD
(12) y con cuya aplicación siempre se obtendrán los mayores efectos
en cualquiera de los clones.
Otros autoresD han encontrado compatibilidad del clon ‘Señorita’
con la cepa G. manihotis en dos condiciones edáficas, que no
impidió que también este clon se asociara efectivamente con las
cepas de HMA que se recomiendan para la inoculación micorrízica
de los cultivos, en cada una de las dos condiciones edáficas estudiadas.
Es decir, la existencia de compatibilidades entre algunos de los clones y las
cepas de HMA, no impidieron que se establecieran asociaciones igualmente efectivas
para cualquiera de los clones con la cepa que funciona satisfactoriamente y,
de forma general, en esta condición del suelo. Con un alcance más
general, integrando 39 experimentos de comparación de cepas de HMA en
diferentes cultivos y suelos, se obtuvo este importante comportamiento (16).
El comportamiento del porcentaje de colonización micorrízica fue
diferente, ya que en este caso, siempre se encontraron los mayores porcentajes
en cualquiera de los clones con la aplicación de R. intraradices.
Este comportamiento fue diferente del obtenido por otrosD, F, que
reportaron que en las cepas que presentaron compatibilidades con clones o variedades,
estas se expresaron no solo en el rendimiento, sino también en los indicadores
del funcionamiento micorrízico, sin diferencias entre los porcentajes
de colonización obtenidos con la cepa eficiente y las compatibles.
En los suelos Ferralíticos Rojos Lixiviados, aunque también se
encontró respuesta a la inoculación micorrízica, fue G.
cubense la que presentó siempre los mayores efectos, tanto en el
rendimiento como en los porcentajes de colonización micorrízica
y cantidad de esporas.
Las diferencias encontradas entre la magnitud de la respuesta a la aplicación
de G. cubense, en ambos años parecen estar asociadas a la aplicación
diferenciada de los fertilizantes minerales de fondo en uno y otro años.
El menor incremento en el rendimiento obtenido por la inoculación en
el segundo año, asociado con los altos rendimientos del tratamiento de
referencia fertilizado y los porcentajes medios, de colonización obtenidos
en los tratamientos inoculados con G. cubense, parecen indicar que
las cantidades de fertilizantes minerales aplicadas fueron superiores a las
óptimas que requirió el cultivo inoculado y, por ende, el porcentaje
de colonización micorrízica no fue tan alto, conducta que ha sido
reportada en este cultivo y en otrosD (12).
Es de señalar que las cantidades del fertilizante aplicado se habían
reportado previamente, en este mismo tipo de suelo, como adecuadas para un funcionamiento
micorrízico efectivo (24), quedando clara entonces la necesidad de recomendar
las dosis de fertilizantes para los cultivos inoculados de acuerdo a la disponibilidad
específica de los nutrientes en el suelo (12).
Si bien con anterioridad G. cubense se ha recomendado como cepa de
HMA eficiente para los cultivos dependientes de la micorrización en esta
condición edáfica (24), no existían reportes experimentales
específicos para el cultivo de la yuca en estas condiciones de suelo
y, por tanto, con estos resultados se incluye en los que cumplen con dicha regularidad.
Las diferencias entre los porcentajes de colonización de los tratamientos
testigos en una y otra condición edáfica, con porcentajes superiores
en el suelo Ferralítico Rojo Lixiviado, parecen ser consecuencia de las
mayores cantidades iniciales de esporas “residentes” en estos suelos.
La información obtenida corrobora el determinismo del factor edáfico
en el comportamiento y la efectividad de las cepas de HMA (12, 16), al menos
para el grupo de cepas de HMA estudiadas.
Recientemente, se ha señalado la importancia del pH del suelo como una
de sus propiedades que está más relacionada con la variación
de efectividad de las cepas inoculadas (16), lo que posiblemente esté
en correspondencia con la importancia de la reacción del suelo, sobre
la ocurrencia y distribución de las cepas de HMA en los diferentes agroecosistemas.
En las condiciones de los suelos estudiados, con pH casi neutro o ligeramente
básico, se reporta una baja efectividad de la cepa F. mosseae
(16), lo que se corrobora en estos trabajos, al ser la cepa que presentó
la menor efectividad de las tres estudiadas; sin embargo; esta se convierte
en la cepa eficiente en los suelos Gley Nodular Ferruginoso con pH de 4,7 (16).
A pesar de que previamente se haya reportado la existencia de una baja especificidad
en la cepa eficiente de HMA con los cultivos (12), el hecho de que R. intraradices
sea recomendada como cepa eficiente de HMA para los cultivos en los suelos Pardos
Mullidos Carbonatados, estableció también una micorrización
efectiva con cualquiera de los clones comerciales, lo cual tiene un alto valor
práctico para la utilización a escala productiva de los inoculantes
micorrízicos en este cultivo.
El cambio significativo en efectividad de las cepas de HMA en función
del suelo, la propia existencia de una baja especificidad cepa eficiente HMA-cultivo
y, por tanto, las recomendaciones de cepas eficientes por tipo de suelo con
independencia del cultivo (16), permiten suponer que en otras condiciones edáficas
en que se planten los clones de yuca, estos también establecerán
asociaciones micorrízicas efectivas con la cepa eficiente de HMA recomendada
para dichas condiciones de suelo, con independencia de que se presenten compatibilidades
de alguno de los clones con una u otra cepa de HMA.
Los resultados también corroboran la efectividad del método de
aplicación del inoculante micorrízico, vía inoculación
de las puntas de los propágulos (8) para los diferentes clones de yuca
utilizados.
CONCLUSIONES
Notas al pie
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Recibido: 10 de
agosto de 2015
Aceptado: 12 de noviembre de 2015
M.Cs. José P. João, Universidad “José Eduardo dos Santos”, Angola. Email: zecapedro2003@yahoo.com.br