La incertidumbre, es "la imperfección en el conocimiento sobre el estado o los procesos de la naturaleza" 1. Para cualquier disciplina científica es bueno mirar atrás y distinguir lo que se ha logrado, cómo fue hecho y si algo puede aprenderse del pasado. Con relación a la Ciencia del Suelo, no es solo mirar atrás, sino adelante, para que puedan producirse avances centíficos.
Cada día el número de investigaciones y publicaciones edafológicas aumenta en tal proporción, que han perdido su capacidad para obtener conclusiones objetivas a partir de informes científicos, sobre los efectos de uno o más factores objeto de estudio, expresados con amplia incertidumbre debido a que los tamaños de muestra o escala de trabajo son insuficientes 2, modulada por el factor antropogénico en los últimos 300 años de forma tal que se ha planteado una nueva era geológica denominada Antropoceno 3.
En Cuba una generación de edafólogos se está retirando y hay pocas posiciones nuevas creadas, por lo se hace necesario enfrentar este cambio y asegurar el conocimiento con los métodos disponibles para entender y manejar mejor nuestros suelos. Nunca los científicos han tenido tantos problemas pedológicos para investigar como se tienen hoy. Para ello es necesario enfatizar la investigación en regímenes agroambientales de superficies geográficas, a fín de determinar los efectos en una dimensión espacio - temporal donde las regiones kársticas imponen su singularidad.
El estudio de los ambientes geológicos de formación de los suelos Ferralíticos Rojos, se iniciaron durante la tercera década del pasado siglo 4, que marcaron un hito en la pedología cubana y muy especialmente en su geografía. Con posterioridad numerosos investigadores (especialmente en la década de los años ochenta) sustentaron sus tesis de doctorado en temas relacionados con su génesis y geografía lo que denota el incuestionable valor edafológico - patrimonial y singularidad que poseen estos suelos para Cuba 5.
Tomando como referencia investigaciones y artículos publicados por más de tres décadas que revelan los efectos de la morfogénesis kárstica asociada a los suelos Ferralíticos Rojos en la Llanura Kárstica Meridional Habana - Matanzas, el presente trabajo realiza una examen objetivo de los principales resultados que han propiciado ciertos mitos e incertidumbres sobre estos suelos a los que el Instituto de Suelos 6, continúa clasificándolos como "no erosionados", situación sobre la cual resulta imperativo recapacitar para así prevenir la degradación secuencial de los suelos más productivos de Cuba.
El término karst es un vocablo utilizado para referirse a la superficie de la tierra cuando las calizas u otras rocas solubles son las dominantes 7. En estos ambientes el relieve se caracteriza por la diversidad de formas negativas como las depresiones tipo dolinas y uvalas, y positivas como las alturas kársticas o “karst de mogotes” con tamaños que varían desde milimétricas como los lapiaz hasta las poljes de grandes extensiones 8,9. Las condiciones básicas para la formación del karst de acuerdo con 10, son tres, el factor litológico, el estructural y el climático. Posteriormente se incorporaron dos factores más, la vegetación y el tiempo de exposición de la roca al intemperismo.
En la actualidad existe un debate global sobre la degradación de los suelos, su magnitud e impacto agroambiental, que sólo podrá resolverse a través de la evaluación sistemática y la experimentación a largo plazo para obtener criterios sobre sus funciones específicas y uso racional 11. Sin embargo, los estudios de la erosión de los suelos en las regiones kársticas resultan muy escazos, dada su singularidad geomorfológica, climática y biogeográfica con fenómenos que ocurren a diferentes escalas espaciales y temporales que pueden abarcar miles de hectáreas o cientos de años 12, que influyen en las estimaciones de la erosión y en la modelación.
El karst cubano se ha desarrollado sobre unidades litológicas de tipo carbonatadas cuya edad varia de pre - Jurásica a Cuaternario, ambos inclusive 13. En él se encuentran las más importantes reservas de agua subterránea, yacimientos de petróleo, importantes minerales útiles y prácticamente las cuatro quintas partes de la población de la nación se sirve o aprovecha de sus recursos naturales 14. En este contexto los suelos Ferralíticos Rojos constituyen una importante categoría por la amplia extensión que ocupan y son predominantes los del Tipo Ferralítico Rojo Lixiviado, que se pueden correlacionar con el Nitisol ródico éutrico 15, donde las diferencias están dadas por el tipo de utilización de la tierra y la distribución de los horizontes.
En el archipiélago cubano los suelos Ferralíticos Rojos representan el 23.56 % del fondo de tierras agrícolas a nivel nacional y se distribuyen fundamentalmente en la Llanura Costera Meridional Habana - Matanzas (45 600 km2), así como en la Llanura Calcárea del Oeste de Camagüey (1 800 km2) y aisladamente en las provincias orientales y en Pinar del Río 16. Asimismo también están presentes en menor extensión en ambientes de laderas tipo horst de cimas planas 17 (Figura 1).
Teniendo en consideración estos aspectos 18, precisó la necesidad de diferenciar al menos tres magnitudes principales del relieve (macro, meso y microrelieve), a las cuales deben quedar referidos el conjunto de procesos que participan en la formación o degradación de la cobertura pedológica, para que las formas kársticas sean reconocibles (escalas 1:5 000; 1:2 500 y mayores), y sean consideradas como manifestaciones que pueden limitar objetivamente la productividad de los suelos Ferralíticos Rojos. La aplicación de métodos geoestadísticos y las técnicas de análisis espacial para tales ambientes, ayudarán en el futuro a resolver algunas de estas dificultades 19.
El archipiélago cubano se caracteriza por la manifestación intensa de fenómenos kársticos particularmente las provincias Mayabeque y Artemisa que poseen entre el 80 - 85 % de su territorio karstificado 19, donde son notables las formas exokársticas como dolinas, uvalas y micro valles rellenos generados por la disolución del sustrato carbonatado, dada su capacidad para colectar, transformar o drenar las aguas superficiales y subterráneas 20. A pesar de disponerse de abundante bibliografía sobre la influencia de las rocas madres y cortezas de meteorización, las condiciones geológicas y litoestructurales de la erosión de los suelos en las regiones kársticas han sido en general poco estudiadas (Tabla 1) 21.
Entre los trabajos clásicos que han considerado este enfoque pueden citarse los realizados por 25 en la Empresa “Ciro Redondo” del municipio Agramonte provincia de Matanzas; 26 en Melena del Sur; 27 en Catalina de Güines; 28 en toda Cuba para determinar las propiedades estructuro - funcionales; 29 en las inmediaciones de una dolina en la región de Quivicán y por 30 en regiones kársticas del occidente de Cuba.
Investigaciones geofísicas realizadas en el polje de San José de Las Lajas confirman la actuación de una serie de complejos procesos internos y externos que han dado lugar a la formación de un modelado particular (Figura 2), en el cual el CO2 de origen biogénico ha sido uno de los factores principales que intervienen en la disolución de las calizas y la generación de procesos de karstificación que tienen lugar a través de innumerables grietas y fisuras con diferentes diámetros (desde capilares hasta de 2 mm de amplitud) y longitudes (hasta de 15 - 20 m), que se difunden espacialmente por todo el macizo kárstico 31.
En tanto en las Alturas del Grupo Bejucal - Madruga - Coliseo se observan diferenciadamente en las vertientes y en los sistemas depresiones - cavernas, karst desnudo y parcialmente desnudo que muestran prácticamente todas las características de los relieves de la denudación kárstica 32. La litología es por tanto el factor esencial en estos ambientes, ya que determina la propia existencia e irreversibilidad del proceso kárstico (evolución unidireccional) y modula la casi totalidad de los procesos edafogénicos a través de formas en constante evolución.
Respecto a la modificación de las propiedades (Tabla 2), los efectos más notables se expresan principalmente a las profundidades de los horizontes de diagnóstico A+B0-50 cm con el descenso progresivo de los contenidos de materia orgánica, aumentos del pH, valores de compactación con umbrales de densidad aparente superiores a 1,34 Mg.m-3, reforzamiento de los procesos kárstico - erosivos, salinización, entre otros, con marcada tendencia a incrementarse, lo cual ha recibido diferentes denominaciones como “formación agrogénica de los suelos” 15,33 y degradación irreversible 34. Según 35,36 el contenido inicial de materia orgánica de estos suelos superaba con amplitud el 10 %, en la actualidad se encuentra entre el 3 - 4 % y al parecer no cesa su decrecimiento, deteriorándose al unísono las propiedades físicas que los caracterizaban 37.
Respecto al equilibrio ácido - base (Tabla 3), se destacan en la actualidad los profundos cambios que han tenido lugar a lo largo del tiempo evidenciados en el elevado promedio del pH (7,62) 39. Asimismo 40, ha comprobado este fenómeno de basificación (incremento del pH) y lo ha asociado al cambio climático principalmente al aumento de la temperatura media anual y la temperatura mínima anual registrada en los últimos 20 años, en especial en las áreas destinadas a cultivos varios.
Adicionalmente 41 indican que la alcalinización (actual o potencial) de los suelos en la Llanura Roja Habana - Matanzas obedece también a factores antrópicos, relacionados con el uso durante décadas de aguas bicarbonatadas cálcicas para el riego agrícola.
Es de significar que en más de dos décadas no se han realizados estudios sobre los suelos en Cuba que puedan brindar una información más actualizada sobre estos parámetros. Hay eso sí, una inmensa cantidad de estudios sobre diversos suelos en particular, de los que se podría extraer, después de mucho trabajo de gabinete, esta información 42.
La utilización de nomenclaturas y técnicas de medición diferentes, han generado problemas de comparación y son frecuentes estimaciones de pérdidas disímiles del estado de erosión de los suelos en el país 43. En este contexto, resulta relevante significar, que los métodos e indicadores seleccionados por el Ministerio de la Agricultura 44,45 para determinar el grado de erodabilidad, no han evaluado integralmente los ambientes geológicos de formación, sobrevalorando la profundidad, como el índice de diagnóstico fundamental 46 a partir de una muy somera adaptación de la Clasificación del Soil Survey Staff 47 a las condiciones edafoclimáticas de Cuba, como se evidencia en las Tablas 4 y 5.
Esto último se expresó en los mapas de erosión actual y potencial elaborado por 48,49 y más recientemente por 32, en que suelos profundos como los Ferralíticos Rojos, son clasificados como no erosionados (100 puntos) 50, mientras que los pocos evolucionados o esqueléticos son clasificados como erosionados.
Sin embargo, investigaciones realizadas por 51 en la subcuenca Pedroso - Mampostón con la aplicación del modelo Morgan, Morgan y Finney 52, reportan una remoción promedio hacia las depresiones kársticas entre 13.4 - 17.4 t.ha-1.año-1 que sobrepasan los límites permisibles en términos de erosión (Tabla 6), con un pronóstico de pérdidas para escenarios futuros (período de 25 y 50 años) de 1.07 mm.año-1 del horizonte superficial, que supera los valores de tolerancia propuestos por la USLE 53 y las tasas de formación de suelos derivados de rocas calizas en Cuba 24.
Reflexionando sobre estos enfoques 54, propusieron un sistema integrador de métodos cualitativos y cuantitativos (Tabla 7), que permite precisar los agentes principales que intervienen como causas, los componentes del medio geográfico, que participan como factores y que provocan el surgimiento y diferenciación espacial de los procesos y formas erosivas presentes.
Subrayan, además, que en las regiones kársticas no es posible aplicar los mismos métodos, medios y escalas de representación utilizados para otros geoecosistemas, por ello resultaría estratégico que de los 62 polígonos o áreas demostrativas de Conservación de Suelos, Agua y Bosques que el Ministerio de la Agricultura (MINAG) tiene distribuidos por todo el país 58, se estableciera al menos uno en áreas de suelos Ferralíticos Rojos.
Las predicciones realizadas en los diferentes escenarios de cambio climático indican que las precipitaciones en Cuba, se incrementarán en algunas regiones, mientras que en otras aumentará la sequía, en una distribución temporal y espacial bastante irregular 6,59-61.
No obstante, en la Llanura Kárstica Habana - Matanzas no existen cambios significativos en las principales variables climáticas (Tabla 8), en especial de la temperatura media superficial y los niveles de precipitaciones promedios, por lo que no resulta concluyente atribuir categóricamente al influjo del cambio climático los procesos de degradación de los suelos 60, aunque sí a la erosividad pluvial asociada a eventos meteorológicos extremos a los que se le adicionan más de 50 años de prácticas agrícolas inadecuadas de explotación de la cobertura edáfica y uso de los recursos de forma irracional, que hace que la productividad de los mismos sea muy vulnerable a las variaciones futuras del clima; la resiliencia dependerá de la magnitud de las amenazas y del acierto en las prácticas de manejo.
Por otra parte, si como resultado de la aplicación de una estrategia de manejo, el porcentaje de C se incrementara en tan solo +0,1 %, traería aparejado un aumento en la capacidad disolutiva de las aguas en 1,3 veces (Ecuación 1), cuyas manifestaciones más evidentes resultará la amplitud de las fisuras por corrosión ("cortamiento precoz"), proceso que en los últimos años ha comenzado a experimentar variaciones en respuesta a los estímulos naturales o inducidos 60.
En consecuencia, el secuestro de C en áreas kársticas coincidentes con sumideros de CO2 posee un efecto dual, es decir; beneficioso para el suelo y el geoecosistema en general al mitigar futuros efectos del cambio climático (Figura 3), pero que al mismo tiempo incrementa la karstogénesis al acidificarse el medio edáfico, dinámica hasta el presente insuficientemente investigada en Cuba 62.
En las localidades investigadas se desarrolla una modalidad erosiva inherente a los suelos Ferralíticos Rojos, denominada erosión subsuperficial, como resultado de su remoción hacia las cavidades kársticas, fenómeno descrito en los trabajos pioneros de 63 en estos territorios. Son frecuentes las cañadas kársticas con valles en forma de "U" y “V” que a modo de barreras geomorfológicas se disponen en sentido transversal al declive general que muestran las vertientes interceptando el escurrimiento, así como los productos de la erosión los cuales por esta vía resultan redistribuidos por toda la región (Figura 4).
Este efecto "regulador" del flujo superficial resulta con frecuencia uno de los elementos básicos del tejido hidrográfico, donde las formas de absorción y sus elementos componentes ejercen cierto control del escurrimiento superficial y subsuperficial, lo cual coincide con las descripciones de 64,65.
En consecuencia la difusión de los productos de la erosión varía de un sector a otro del espacio interfluvial, en conformidad con las peculiaridades del relieve y la permeabilidad del material sustentador, en unos casos su incorporación será directa en la red de drenaje mientras que en otros son incorporados de forma difusa a la red de cañadas kársticas de "heterogeneidad organizada" donde pueden residir un tiempo prolongado, según los casos, dinámica que diferencian claramente a estas regiones de cualquier otra 66.
Cuando se pretende describir la situación de los suelos Ferralíticos Rojos en un contexto espacio - temporal, toda revisión transita por los estados de su aptitud que pueden favorecer, limitar o inhibir la resiliencia, ya que resulta un proceso multifactorial, condicionado no solo por las propiedades intrínsecas de la cobertura edáfica, sino dependiente de las condiciones geólogo - geomorfológicas y condiciones de uso 21.
De acuerdo a las tasas seleccionadas para la velocidad de formación de los suelos Ferralíticos Rojos (Figura 5), se renovaría bajo prácticas agrícolas normales el 100 % del horizonte A0 - 490 mm a partir de un perfil de referencia localizado en un área en biostasia a los 50 años, mientras que con el porcentaje de impurezas que posean las calizas se restablecería esa misma profundidad a los 100 y 600 años respectivamente 21.
Asimismo una evaluación integral del polje de San José de Las Lajas confirma una evolución del proceso kárstico - erosivo en los últimos treinta años prácticamente imposible de revertir al superar la capacidad de amortiguamiento de los suelos en este peculiar ecosistema, lo que en buena medida ha impedido obtener una visión de conjunto de este problema. En cualquier caso, los ecosistemas kársticos, están sometidos a perturbaciones constantes que dificultan la labor investigativa de la resiliencia. El ignorar o subestimar estos procesos ha propiciado uno de los mitos más ampliamente difundidos de la edafología cubana respecto a la inmunidad de estos suelos a la erosión 62.
La cobertura edáfica "archiva" rasgos y propiedades heredadas de fases climáticas y geológicas pasadas, que no están en equilibrio con los procesos edafogénicos actuales 67, ello es particularmente importante en diferentes ambientes (karst llano y de laderas) y niveles de actuación (Figura 6), donde coexisten nexos entre los procesos de sedimentación y contaminación con las manifestaciones de la erosión de los suelos referidos por 68 en el Líbano, 69 en el Suroeste de China y por 70 en los suelos Ferralíticos Rojos de Cuba.
Esto ha quedado confirmado en el análisis comparativo de los valores naturales de metales pesados en los principales suelos de las Alturas de Nazareno con respecto a los valores de referencia utilizados internacionalmente (Tabla 9).
En esta localidad los suelos Ferralíticos Rojos muestran en áreas poco perturbadas, valores naturales por encima de esos límites 71, lo cual se evidencia en los sedimentos retenidos en las depresiones kársticas, que suelen presentar altas concentraciones de metales pesados desde la propia superficie (nivel 0 - 30 cm), coincidiendo con los resultados obtenidos por 77-79 en la provincia Mayabeque.
En algunos casos estos suelos pueden ser clasificados como "contaminados". Sin embargo, estas concentraciones fueron encontradas naturalmente (áreas poco perturbadas), debido a la presencia de estos elementos en los minerales constituyentes de las rocas coincidiendo con estudios realizados por 71,80 en regiones similares.
Las formas de absorción kársticas imponen características peculiares al relieve, de manera que las aguas pluviales cuando escurren lo hacen de forma difusa pero dirigida básicamente hacia el fondo de las diferentes depresiones, al funcionar éstas como niveles de bases locales con microcuencas bien definidas, rellenándose eventualmente con sedimentos cuando el ponor está obstruido o no es funcional, por lo que generalmente se cultivan al desconocer o subvalorar este complejo proceso. Asimismo, no resulta admisible la quema de la vegetación característica o la apertura violenta de las mismas ya que aceleran el proceso kárstico - erosivo 81.
En consecuencia, debe considerarse que las depresiones kársticas poseen una función hidrológica ya que representan las vías de drenaje natural que poseen estas regiones para la evacuación de los excedentes líquidos y productos de la erosión provenientes de superficies automórficas vecinas, por lo que se deberá promover en su área de influencia el laboreo mínimo, la siembra en contorno y las barreras vivas entre otras alternativas de la agricultura de conservación.
Investigaciones desarrolladas 82 en localidades de San José de Las Lajas, sugieren en situaciones muy necesarias rellenar las depresiones con rocas de diferentes diámetros y de una composición químico - mineralógica similar al material pétreo subyacente (Figura 7), de manera que facilite el drenaje de las aguas, pero reteniendo eventualmente las suspensiones sólidas.
Se estima que la rehabilitación se logrará en un plazo aproximado entre tres a cinco años, en conformidad con las dimensiones de las formas de absorción. Asimismo, se debe aceptar el karst como un proceso natural y geológico con el cual inevitablemente se debe coexistir.
Evaluaciones de las consecuencias económicas de la degradación de los suelos en Cuba (Tabla 10), precisan que el PIB se afecta en $191 millones de dólares en los costos económicos directos y adicionales provocados por los efectos de la erosión de los suelos de las clases I y II a las que corresponden los suelos Ferralíticos Rojos.
A tenor con estos resultados 84 estimaron en la polje de San José de Las Lajas (Tabla 11), los costos de la pérdida de productividad de los suelos Ferralíticos Rojos por hectárea para escenarios futuros a través de las formas de absorción kársticas (dolinas), mediante la (Ecuación 2) 85
Donde:
Ci: es el costo de la erosión por hectárea en el sitio i, Pm: es el precio de mercado por tonelada de producto agrícola y ∆yij es la pérdida de producto en t.ha-1 asociada a la pérdida de centímetros de suelo en el sitio i.
El eje vertical (Figura 8) muestra el costo por hectárea y el horizontal, los centímetros de suelo erosionados Para el escenario I (1986 - 2009) se obtuvo (15 años) = 0.11 cm año-1 de suelo erosionado, superior al método de lotes de escurrimiento, pero aún en el rango conservador estimado por SAGARPA de 0.15 t.ha-1. Sin embargo, para los escenarios II ( 2 (25 años) = 1.08) y III ( 3 (50 años) = 1.80), las magnitudes de pérdidas interceptan el escenario crítico con el máximo de 0,300 t.ha-1. La combinación de ambas estimaciones determina que los costos por pérdida de productividad estén en un rango de USD $16,2 a USD $32,4 ha-1, mientras que el costo de reemplazo de los nutrientes perdidos asciende a USD $22,1 ha-1 con marcada tendencia a incrementarse.
Considerando el escenario conservador (donde un cm de suelo erosionado ocasiona la reducción de 150 kg en el rendimiento), el costo total de ambas localidades asciende a USD $ 44 921,54 lo cual corresponde a un valor de $16,2 USD ha-1. Con el escenario crítico (donde poco más de un cm de suelo erosionado ocasiona la pérdida de 300 kg) el costo asciende a USD $ 89 843, 089 o bien $32.4 USD ha-1.
Si bien “.. debemos estar conscientes de que rara vez (si es que nunca) se conocerá a ciencia cierta el valor económico total de algo..” (86) , una apreciación más completa del valor de los suelos requiere de estudios que enfaticen sobre los diversos servicios ambientales otorgados por éstos, más allá de la producción.
La Ciencia del Suelo en Cuba debe aplicar definitivamente los resultados obtenidos por más de 50 años en la determinación de las modalidades específicas que asume la erosión de los suelos Ferralíticos Rojos, para que su degradación deje de ser un mito y convertirse en un asunto Seguridad Nacional.
Los resultados de las investigaciones de los suelos Ferralíticos Rojos en las regiones kársticas ponen en evidencia, que la falta de métodos armonizados de vigilancia y transferencia de información, constituyen una de las causas que provoca la persistencia de la incertidumbre sobre el estado de la degradación y estrategias de protección que se deben aplicar a estos suelos en Cuba.