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Impactos de la estrategia de género en el sector agropecuario, a través del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL)

  [*] Autor para correspondencia: bbenitez@inca.edu.cu


RESUMEN

El Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL) en su tercera fase, trabaja en diez provincias y 45 municipios de Cuba. Las intenciones prioritarias son mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria de las familias de productores y productoras involucrados, aumentar la eficiencia de los sistemas productivos integrados, mejorar la calidad de vida con equidad de género y potenciar el liderazgo femenino, creando nuevos espacios de interacción entre diferentes actores. De ahí que el objetivo está en mostrar la labor del eje de género de PIAL y sus impactos sociales, en el período comprendido entre septiembre de 2013 a octubre de 2015, presentando sus principales resultados en los ámbitos económico y productivo, sociocultural, gestión del conocimiento, participación y liderazgo femenino. Los resultados están dirigidos a la generación de nuevos empleos: en 2014 se generaron 5337 empleos, beneficiándose 739 mujeres y en el año 2015 se generaron 24 762 empleos, beneficiándose 2393 mujeres; que representa el 31 % del total. Los ingresos alcanzados estuvieron alrededor de 500,00 CUP como promedio mensual. Se observan cambios sustanciales en la recuperación de la cultura agraria a nivel de familias y con niños y jóvenes; se capacitaron 117100 mujeres en temas afines a sus intereses; lo que representa el 30 % del total; se alcanza una mayor autonomía, empoderamiento y liderazgo de las mujeres en las comunidades.

Palabras clave:
equidad de género; igualdad de oportunidades; transversalidad de género.

INTRODUCCIÓN

Sin lugar a dudas las mujeres y los hombres son pilares importantes en los procesos de desarrollo, sin embargo, participar en condiciones de igualdad requiere tener el mismo nivel de acceso a oportunidades, responsabilidades y derechos, por ello el empoderamiento del género femenino, es uno de los objetivos más ansiados desde las organizaciones de base, los sindicatos y las empresas, hasta los estados miembros y los órganos intergubernamentales 1.

En Cuba, a lo largo de la historia, las mujeres han jugado un importante papel acentuado por el triunfo de la revolución cubana que potenció la creación de condiciones para la equidad en el desarrollo social, creándose en 1960 la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización que desde sus inicios se propuso transformar la mentalidad discriminatoria hacia la mujer y constituirlas en sujetos activos de transformación social 2.

Las leyes en Cuba prohíben la discriminación de la mujer y no existen hoy restricciones a su condición civil. La Constitución de la República, en el Título V, capítulo I sobre derechos, deberes y garantías expresa que: “el Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los derechos humanos, en correspondencia con los principios de progresividad, igualdad y no discriminación. (...) El Estado propicia el desarrollo integral de las mujeres y su plena participación social 3. En el contexto de la economía cubana las mujeres conforman una importante reserva de productividad, en particular en el ámbito rural, pero el despliegue de todas las potencialidades productivas de las mujeres no resultará efectivo si no se toman en cuenta las desigualdades de género que persisten en las localidades y frenan su plena participación. Por su parte las mujeres rurales en Cuba son el 11,5 % del total de la población y el 23 % del total de mujeres del país 4.

La pérdida del peso del sector agrario en la economía cubana se ha reflejado en el empleo femenino. El Censo de Población y Viviendas de 2002 registraba que las empleadas en la zona rural representaban 13,7 por ciento del total de las mujeres cubanas dedicadas al trabajo remunerado y 22,8 por ciento del total de las mujeres rurales. En tanto, eran 67 por ciento de la población no económicamente activa de esas zonas, según datos de la ONEI en 2002. Se estima que, por cada 100 hombres empleados en la zona rural, lo están 30 mujeres 5.

Como parte de los esfuerzos que se realizan en el país a favor de la igualdad de género y con la intención de socializar resultados en este sentido, el presente trabajo se propone mostrar la labor del eje de género del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local, en el período comprendido entre septiembre de 2013 a octubre de 2015 y los impactos sociales generados a partir de la inserción del enfoque de género en el proyecto.

Desde el año 2011, se vienen implementando en Cuba un grupo de medidas encaminadas a actualizar su modelo económico y social. En este escenario, la seguridad alimentaria, es una prioridad máxima para el Estado; sin embargo, ha estado expuesta a un conjunto de factores críticos, entre ellos, la insuficiente producción nacional de alimentos, el limitado acceso a los alimentos del mercado internacional, la degradación de recursos naturales fundamentales (hídricos, suelos, bosques) y pérdida de la biodiversidad, entre otros. En ese sentido se ha expresado que hay que ir mucho más allá, usar variedades más resistentes y productivas, técnicas menos agresivas al medio ambiente y explotar mejor los recursos que tenemos 6.

Por otra parte, diversas situaciones sociales impactan el desarrollo agropecuario local. La movilidad de los jóvenes hacia zonas de desarrollo con mayor remuneración económica y reconocimiento social, que incide en la disminución de la fuerza de trabajo en la agricultura; el envejecimiento poblacional, los ingresos provenientes de salarios y pensiones insuficientes para asumir el incremento de precios de los alimentos, la masculinización del sector agropecuario e insuficiente participación y liderazgo de las mujeres en los escenarios agroproductivos, la necesidad de capacitación de los campesinos/as que acceden a las tierras en usufructo para su adecuado uso y conservación y la creciente necesidad de preparar a los gobiernos para enfrentar el desafío de la gestión descentralizada del municipio y asumir los retos de la innovación agropecuaria local 7.

Si bien los cambios mencionados constituyen oportunidades para las mujeres, el acceso de ellas es minoritario, en primer término porque ellas son minoría en este sector, un ejemplo de ello es que la ANAP cuenta con 4331 organizaciones de base, que agrupan a 331874 asociados, de los cuales 35 971, son mujeres, representando el 11 % y además, por la subsistencia de la división sexual del trabajo en los sistemas productivos, así como la permanencia de prejuicios y estereotipos sexistas también en los espacios familiares, que limitan su participación en labores específicas de la producción agropecuaria 5.

En el contexto agropecuario cubano; sin embargo, se han desarrollado múltiples esfuerzos a favor de la equidad de género en alianza estratégica con la FMC, evidencia de esto es que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) y la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) cuentan con Estrategias de género.

A la búsqueda de alternativas locales para estimular la producción de alimentos, tanto en volumen como en diversidad y de este modo contribuir a la calidad de vida de la población, está aportando el Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL) que liderado por el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) se desarrolla en 10 provincias y 45 municipios del país. En cada uno de estos municipios, se reconocen formalmente Plataformas Multiactorales de Gestión y más de 290 grupos de productores/as y otros innovadores involucrados en el cambio.

Desde el año 2007, el PIAL trazó dentro de sus objetivos, transversalizar el enfoque de género en los escenarios productivos, a través de proyectos pilotos de género, lo que llevó a la reflexión de realizar acciones afirmativas con las mujeres que se encontraban asociadas a la producción o desempeñando roles tradicionales en los hogares. Este plantea que lo que intenta la transversalidad no es sólo la participación de mujeres en un programa de desarrollo previamente establecido, sino que comprende que tanto las mujeres como los hombres participen en la definición de objetivos y en la planificación, de manera que el desarrollo cumpla con las prioridades y necesidades de ambos.

Entre 2013 y 2016 se trabajó con indicadores que apuntaban a generar empleos para las mujeres a fin de garantizar su autonomía económica; crear grupos de innovación agropecuarios locales conformados por mujeres; fortalecer las capacidades productivas y de gestión en las mujeres; productos de las innovaciones agropecuarias comercializados por mujeres; sensibilizar y comprometer con la equidad de género a actores locales y decisores, entre otros.

Así, desde el eje de género, se pretende develar y transformar prejuicios y estereotipos propios de la cultura patriarcal, que colocan a las mujeres en posición de desventaja en los diferentes espacios de actuación: la familia, la cooperativa, la comunidad, entre otros y limitan su participación plena en los procesos de desarrollo, ofreciendo caminos para transformar esta realidad.

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo se desarrolló en 10 provincias del país: Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Holguín, Las Tunas y Granma, en un radio de acción de 45 municipios en el período 2015-2017.

El enfoque de género, como eje transversal, tuvo como objetivo ofrecer igualdad de oportunidades, tanto a mujeres como a hombres que se encuentran en el contexto rural. La estrategia de intervención colocó su mirada hacia un enfoque de Mujer en el Desarrollo (EMD) (enfoque que propone eliminar las desigualdades de género, potenciando y empoderando a las mujeres) el que ha predominado en la proyección del trabajo. Sin embargo, ya a partir del año 2013 este enfoque cambia hacia una mirada de Género en desarrollo (EGD), que tiene como objetivo no estar centrado exclusivamente en las mujeres, sino en la necesidad de modificar los patrones de relación entre unas y otros con el objetivo de visualizar las brechas de género existentes en el sector agropecuario y poder ofrecer igualdad de oportunidades a mujeres y jóvenes del sector. Las mujeres son asociadas a la Federación de Mujeres Cubanas. Los resultados en este sentido se corresponden con estudios realizados 8, en el fortalecimiento de capacidades nacionales para transversalizar la perspectiva de género en las políticas e instituciones públicas y en las empresas públicas y privadas.

Se utilizó para el estudio el resultado investigativo de tipo descriptivo analítico, teniendo en cuenta que, los métodos cualitativos parten del supuesto básico de que el mundo social está construido de significados y símbolos. De ahí que la intersubjetividad sea una pieza clave de la investigación cualitativa y punto de partida para captar reflexivamente los significados sociales”, precisa profundizar en los significados que aportan las personas sujeto de estudio 9. Para ello se conformó una muestra intencionada que incluyó: agroproductores y agroproductoras, familias de algunos municipios y referentes de género provinciales y municipales.

Los instrumentos de indagación fueron los siguientes: Revisión bibliográfica, análisis de documentos, entrevistas a familias, talleres con referentes provinciales y municipales de género.

Las categorías estudiadas fueron:

  1. Resultados económicos y productivos (empleos generados para mujeres, ingresos generados por las innovaciones, iniciativas económicas fuentes de empleo femenino, microacciones que estimulan la innovación agropecuaria local).

  2. Participación y liderazgo femenino (mujeres liderando GIALs y PMG provincial y municipal, GIALs integrados por mujeres, mujeres manejando semillas en su conservación, beneficio y comercialización, mujeres líderes de unidades productivas).

Principales resultados
Resultados económicos y productivos

Entre los resultados económicos y productivos impulsados por el eje de Género, resaltan empleos e ingresos para las mujeres (Tabla 1), nótese que de manera general el ingreso promedio por mujer está alrededor de los 500,00 CUP mensual, lo que denota una oportunidad para la incorporación a nuevos empleos, así como una mejoría en la calidad de vida de las mujeres y sus familiares, destacándose las provincias de Artemisa y Holguín, seguido por la provincia de Pinar de Río. El Programa de Innovación Agropecuaria Local PIAL, desde el año 2007, desarrolla un grupo de acciones encaminadas a ofrecer oportunidades a mujeres de los contextos rurales del país para disminuir las brechas existentes en el sector agropecuario, a pesar de los programas y políticas trazadas. En estudio realizado se comprobó que en el sector cooperativo sólo el 17, 22 % son mujeres y que en otras ramas de la actividad económica las mujeres tienen una baja presencia, es por ello que se realizan acciones específicas, con el objetivo de dar oportunidades de participación 10.

La Generación de iniciativas económicas por provincias del país que se insertan en el trabajo del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local se muestran en la Figura 1; se destacan entre ellas las provincias de Artemisa y Holguín en el desarrollo de actividades como la conserva de alimentos frescos; los puntos de venta de jugos naturales; la confección de arreglos florales y artesanías; la elaboración de vinos y vinagres; la utilización de energía, a través del uso de biodigestores; la producción de oleaginosas; el fortalecimiento de mini-industrias; la producción de plantas medicinales, flor de Jamaica, para la confección de vinos, vinagres y dulces, leche de cabra para la elaboración de quesos y yogurt; la producción porcina; el fomento de huertos familiares; la producción cunícula y la conservación de semillas, a través de bancos locales, liderados por mujeres. En relación con la generación de nuevos empleos y oportunidades para la comercialización es también un resultado alcanzado, destacándose en este sentido las provincias de Holguín, Pinar del Río y Mayabeque, con un incremento de 100 a 150 nuevas oportunidades de acceso al trabajo.

Se constata que los ingresos de mujeres y hombres que trabajan en fincas vinculadas al proyecto han duplicado su salario medio mensual hasta 1200.00 CUP/mes. Se estima un incremento de los ingresos de hombres y mujeres a partir de los productos generados de las 42 mini-industrias que funcionan en el proyecto, así como los ingresos generados por la prestación de servicios en fincas.

Ilustran estos logros en el municipio Bahía Honda, la generación de 18 empleos, de ellos 11 para mujeres al cierre del 2014. Al respecto se destaca la instalación de una juguera en el Hospital “Manuel González Díaz”. Todos los productos ofertados son a precios entre 1,00 y 2,00 CUP y ofrecen gran variedad de jugos naturales a partir de frutas frescas y también yogurt de leche de cabra. Esta iniciativa ha sido valiosa, pues utiliza las producciones de frutas de agroproductores/as del territorio que no encontraban destino para ellas y hoy son utilizadas para el bienestar de la población.

El incremento de las iniciativas productivas desarrolladas por las mujeres, entre ellas: confección y comercialización de arreglos florales, vinos y vinagres, artesanías, tejidos, plantas ornamentales, animales de corral y patio, leche de cabra (distribuida en bodegas), oleaginosas (aceite y tortas), utilización de energía con biodigestores, frutales y granos; son producto de las capacitaciones que reciben las mujeres y los hombres. Las mujeres exhiben sistemáticamente en los Festivales de Innovación las diferentes modalidades en las que trabajan para desarrollar sus actitudes (manuales, artesanales, florísticas, culinarias) espacios donde además de exhibir sus productos, estos son comercializados con la participación de la población, además de recibir ingresos por las ventas (Figura 2).

En estudios realizados en comunidades de Chile 11, los programas con enfoque de género solicitan en sus estrategias, que se aborden los temas relativos a la comercialización y a la iniciación legal de actividades, de forma tal que posibiliten que estas perduren en el tiempo.

La diversificación de la actividad económica familiar (Tabla 2), ha sido otro resultado a destacar. Las entrevistas a ocho familias del municipio San José de las Lajas, provincia Mayabeque, muestran cambios en este sentido. Entre las nuevas actividades realizadas por las familias se encuentran: la conservación de alimentos, la producción de vinagres, de plantas ornamentales, la cría de conejos, la elaboración de arreglos florales, la producción de condimentos secos; actividades aprendidas por las mujeres y los hombres en los GIALs y por los niños/as en los círculos de interés 12. No obstante, existen un grupo de labores y actividades agrícolas en las cuales la incorporación de la mujer es mayoritaria, pero en la mayoría su participación es aún limitada, lo cual se debe a varios factores como: tradición, peso de las labores domésticas, subestimación, entre otras 13.

En cuanto a la composición etaria (Tabla 3), en todas las familias predominan los adultos, encontrando la mayoría de mujeres (50 %) en el grupo etario de 21-60 años. En el caso de los hombres predominan los mayores de 60 años (45,4 %), lo que demuestra que el mayor porcentaje de personas se encuentra en las edades más avanzadas, por lo que se hace necesario que la intervención de los proyectos de desarrollo en las comunidades, trabajen con diversidad de grupos etarios con vistas a disminuir las inequidades. De ahí la importancia del trabajo intencionado con los jóvenes y la niñez en pos de fortalecer las tradiciones de la cultura agrícola del país.

Estos resultados evidencian que, si bien las iniciativas productivas generan autonomía económica en las mujeres, las actividades realizadas continúan reproduciendo roles tradicionales para su género, aspecto sobre el cual el proyecto debe continuar trabajando. De igual modo, el desempeño de roles reproductivos, productivos y comunitarios asumidos por ellas las sobrecarga, de ahí la importancia de analizar con mujeres y hombres la construcción de la masculinidad y sus impactos en las relaciones intra e intergénero, a fin de que se compartan las tareas que, por la tradicional división sexual del trabajo, se espera que realicen las mujeres.

Desarrollo de micro-acciones como estímulo a los procesos de Innovación Agropecuaria Local (IAL)

Las micro-acciones o micro becas son iniciativas generadas, a las que pueden acceder todas las personas interesadas en implementar acciones de Innovación Agropecuaria Local y Desarrollo Local, enfocado a la agricultura agroecológica, donde residentes de cualquier municipio vinculado con el proyecto, más allá de su nivel educacional y procedencia tienen posibilidad de acceso. Estas han sido convocadas por las coordinaciones provinciales y nacional del proyecto, con el objetivo de potenciar la participación de la mujer en los procesos de innovación agropecuaria local, diversificar fuentes de ingresos en las familias para revertir la situación de la mujer en las comunidades rurales, generar ideas y propuestas de acción que enriquezcan la causa del empoderamiento femenino y la igualdad de género, identificar intereses para el desarrollo de iniciativas económicas vinculadas con la producción agropecuaria, lideradas por mujeres y multiplicar conocimientos.

En el 2014, fueron aceptadas 11 micro-becas convocadas por la coordinación nacional, que expresan el crecimiento en las mujeres, a partir de las capacitaciones recibidas, las que impactaron de manera positiva en el desarrollo de los municipios y provincias donde se ejecutaron. Un resultado evidente lo constituye el tema de mejoramiento de las condiciones para la producción de semillas de flores en la finca de una productora de flores de la provincia Mayabeque, la cual aumentó la diversidad de especies en su finca y capacitó con su experiencia a más de 20 mujeres de su municipio.

Además de ello, se divulgaron los resultados en los diferentes medios de comunicación local y otras mujeres se incorporan a la actividad florícola en el municipio e incrementan nuevas variedades en sus predios. Esta actividad se realiza de conjunto con otra productora que decide aplicar para compartir con mujeres de su comunidad las plantas de su jardín, la cual tuvo un impacto social adecuado, debido a que se crearon espacios para el intercambio de experiencias, reflexión sobre el cuidado de las plantas de los jardines y la creación de espacios no utilizados en la comunidad para el desarrollo de las plantas ornamentales, lo que redunda en el beneficio comunitario.

La confección de arreglos florales fue otra iniciativa desarrollada por mujeres de la provincia Mayabeque y que, en un tiempo muy corto, se extendió a las diez provincias del país, donde se inserta el proyecto. Para evaluar el impacto de esta acción, se sistematizó la experiencia, obteniéndose como resultado la apertura de nuevos puntos de venta de plantas ornamentales y flores, los que generan nuevos empleos en una actividad no tradicional y se obtienen ingresos superiores a los 550,00 CUP mensual como promedio.

Otra iniciativa que se desarrolla es la cunicultura liderada por las mujeres, impactando de manera positiva, acompañada de otra en el territorio de Las Tunas, basada en la producción de condimentos frescos en huertos y la mini industria para la producción y comercialización de condimentos secos. Familias de la provincia de Artemisa desarrollan iniciativas dedicadas a la creación de un espacio para la conservación de alimentos y otra a la producción artesanal, con el uso de semillas de plantas silvestres. Todas las acciones respondieron a las demandas de los municipios e impactaron positiva y directamente al desarrollo local y de las familias involucradas.

Resultados vinculados a la participación y el liderazgo femenino

La participación y el liderazgo femenino es una de las maneras de cambiar la posición de las mujeres en las relaciones de poder, lo cual se expresa a través de indicadores como muestra la Tabla 4.

Se obtiene como resultado una estrategia de género dirigida a las mujeres que lideran Grupos de Innovación (GIALs) y hacia mujeres que ocupan cargos de dirección en las organizaciones, instituciones y unidades productivas a las que se vinculan.

Los GIALs, se constituyen para trabajar en función de la articulación de los actores aliados ante demandas de desarrollo, con desafíos e intereses comunes, que innovan para generar soluciones en el ámbito socioeconómico y productivo 14,15, estos grupos están constituidos por hombres y mujeres, que como estrategia de género, reporta una creciente participación de mujeres (5,314 para un 41 %), en procesos y espacios de innovación organizados por los GIALs. Actualmente son el 34 % de los líderes en GIAL, el 43 % en las plataformas y el 50 % de los equipos provinciales. Al conteo de mujeres líderes en los municipios (mujeres en espacios de dirección u otros liderazgos, ejemplo: puntos de venta, microindustrias) la cifra era de 245, todo ello gracias a las acciones específicas que se realizan para contribuir a mejorar los indicadores relacionados con la equidad de género.

Como se ha venido sosteniendo, los GIALs realizan diferentes actividades productivas como son: cunicultura, artesanías, plantas ornamentales, confección de arreglos florales, granos, arte y agroforestería, simbiosis industrial, viveros de frutales, meliponicultura, huertos familiares, producción porcina, conservación de semillas, producción de cilantro, harina de yuca, entre otros.

Agroproductoras y cooperativistas del municipio Gibara enfatizan: en la junta directiva hay nueve mujeres presidentas de cooperativas y 12 vice-presidentas de un total de 62 cooperativas. También hay mujeres en puntos de ventas, artesanas, veterinarias y trabajadoras directas a la producción agrícola. Se ha trabajado más en dar participación a la mujer en la toma de decisiones. Hay muchas mujeres dirigiendo y generando ingresos.

De igual modo, mujeres capacitadas están ahora al frente de las cooperativas, como es el caso de la referente de género del municipio de Güines y la existencia de mujeres que, como resultado del trabajo del eje, dirigen la actividad del eje de género en el municipio San José de las Lajas y representa esta actividad en la ANAP de la provincia Mayabeque.

Asimismo, miembros de la Plataforma de Manicaragua concuerdan en que muchas mujeres antes del proyecto eran amas de casa y ahora participan en espacios productivos y de innovación agropecuaria. Se ha potenciado por el proyecto a mujeres líderes que están al frente del GIAL de conservación de alimentos. Estas líderes tienen poder de convocatoria y han irradiado conocimientos en su comunidad, en la familia y a otras comunidades, como la Comunidad del Vaga.

Aunque se ha favorecido la inserción de las mujeres en los escenarios productivos, las estadísticas nacionales revelan la masculinización del sector agropecuario y esto provoca la presencia minoritaria de ellas en las labores productivas y en los cargos de dirección; aspectos sobre los que se debe continuar trabajando. En estudio reciente en la provincia de Matanzas se confirma la invisibilidad de las mujeres en el contexto rural y las barreras de género para fortalecer la soberanía alimentaria en Cuba 16.

Por otra parte, la presencia de la tradicional división social del trabajo en el contexto agropecuario, hace que no se piense en las mujeres para determinadas actividades como pueden ser el manejo de maquinarias agrícolas o la dirección de entidades productivas, lo cual incide en un menor acceso a estas oportunidades. De igual modo, los implementos agrícolas que se compran (machetes, guatacas, guantes, ropas, botas) están diseñados para los hombres, los sitios productivos adolecen de baños, los horarios de reuniones rebasan el horario laboral, todo lo cual resulta limitante para la participación de las mujeres en labores productivas.

Estos desafíos indican la pertinencia de avanzar hacia un enfoque de Género en el desarrollo, centrado en las relaciones de poder, lo que implica trabajar con los hombres y las mujeres la mirada crítica a la construcción social de la feminidad y la masculinidad que naturaliza las asimetrías entre los géneros y coloca a las mujeres en posición de desventaja social. De ahí la necesidad de ampliar el debate que se ha potenciado en el país sobre el enfoque transversal de género y la teoría de las masculinidades a partir de los 90, el cual viene a introducir la idea de que la cultura de la equidad de género no sólo tiene que ver con un cambio en la situación de la mujer sino en las relaciones de poder que se generan entre hombres y mujeres en la sociedad y en la familia 17. Estas desigualdades también fueron reportadas en Ecuador al hacer un estudio de la participación de la mujer en el mercado laboral turístico, donde quedó visualizada la desigual incorporación de las mujeres a la actividad del sector, respecto a los hombres 18.

Por otra parte, es un trabajo complejo, pues múltiples mediaciones inciden en esa desventaja: la procedencia territorial, el color de la piel, los ingresos económicos, la edad, la orientación sexual, la pertenencia religiosa, entre otras, existentes en todos los espacios de la sociedad cubana. En estudio realizado en la provincia de Villa Clara 19, se visualiza que, el género y la edad evidencian desproporcionalidad en la distribución social de la innovación agropecuaria, ya que sólo el 7,69 % representa a las mujeres y el 5,13 a los jóvenes menores de 35 años, tales vulnerabilidades favorecen la vulnerabilización de la pobreza y atentan contra la sostenibilidad de la cultura agraria.

Es por ello, que trabajar el enfoque transversal de género resulta de suma importancia, pues los esfuerzos que se realizan en el país, aún no son suficientes para atenuar las brechas existentes.

CONCLUSIONES

  • Se constata una mayor presencia femenina en roles de liderazgo y en espacios de toma de decisiones en los grupos de innovación agropecuaria local, en las plataformas multiactorales de gestión y en las juntas directivas de las cooperativas, todo lo cual indica avances en el empoderamiento femenino.

  • Más allá de los progresos e impactos que se evidencian a partir del trabajo realizado, las relaciones de género están ancladas en concepciones, costumbres, valores, tradiciones y producir cambios en este sentido requiere motivación, tiempo y constancia. Los desafíos identificados en este trabajo constituyen la brújula para continuar trabajando y avanzar hacia una sociedad más digna, justa y equitativa.

  • Una vía esencial para potenciar la autonomía de las mujeres ha sido la atención a los intereses estratégicos de género a partir de la gestión del conocimiento. Múltiples han sido las acciones realizadas: los talleres de sensibilización a hombres y mujeres, la participación en intercambios de experiencias nacionales e internacionales, la oferta de temas de capacitación variados privilegiando a las mujeres a fin de incentivar la producción y la diversificación de las producciones, la inserción en eventos, los premios obtenidos, las publicaciones y tesis defendidas y los productos comunicativos elaborados. Todo ello es muestra del crecimiento personal y del impacto social de la labor de las mujeres vinculadas al eje de género de este proyecto.

  • Se constata una mayor presencia femenina en roles de liderazgo y en espacios de toma de decisiones en los grupos de innovación agropecuaria local, en las plataformas multiactorales de gestión y en las juntas directivas de las cooperativas, todo lo cual indica avances en el empoderamiento femenino.

  • Más allá de los progresos e impactos que se evidencian a partir del trabajo realizado, las relaciones de género están ancladas en concepciones, costumbres, valores, tradiciones y producir cambios en este sentido requiere motivación, tiempo y constancia. Los desafíos identificados en este trabajo constituyen la brújula para continuar trabajando y avanzar hacia una sociedad más digna, justa y equitativa.

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Recibido: 07/08/2019

Aceptado: 08/11/2020

 

 


Los autores de este trabajo declaran no presentar conflicto de intereses.

Este artículo se encuentra bajo licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional (CC BY-NC 4.0)

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Traducir DocumentoOriginal article

Impacts of the gender strategy in the agricultural sector, through the Local Agricultural Innovation Project (PIAL)

  [*] Author for correspondence. bbenitez@inca.edu.cu


ABSTRACT

Undoubtedly, women and men are important pillars in development processes; however, participating in conditions of equality requires having the same level of access to opportunities, responsibilities and rights. The Local Agricultural Innovation Project (PIAL according its acronym in Spanish), in its third phase, works in 10 provinces and 45 municipalities in Cuba. The priority intentions are to improve the food security and sovereignty of producer families involved, to increase the efficiency of the integrated production systems, to improve the life quality with gender equity and to enhance female leadership, creating new spaces for interaction between different actors. Hence, the objective of this paper is to show the work of PIAL´s gender axis and its social impacts, in the period from September, 2013 to October, 2015, presenting its main results in the economic, productive, sociocultural, management of the female knowledge, participation and leadership areas. The main results are at generating new jobs aimed: In 2014, 5337 jobs were generated, benefiting 739 women and in 2015, 24 762 jobs were generated, benefiting 2393 women; which represents 31 % of the total. The income was around 500.00 CUP as a monthly average. Substantial changes are observed in the recovery of agrarian culture at the level of families and with children and young people; 117100 women were trained in topics related to their interests; what represents 30 % of the total; greater autonomy, empowerment and leadership of women in the communities is achieved.

Key words:
female leadership; empowerment; transversal gender.

INTRODUCTION

Undoubtedly, women and men are important pillars in development processes, however, participating under conditions of equality requires having the same level of access to opportunities, responsibilities and rights, therefore the female gender empowerment is one from the most desired objectives from grass-roots organizations, unions and companies, to member states and intergovernmental bodies 1.

In Cuba, throughout history, women have played an important role accentuated by the Triumph of the Cuban revolution, which promoted the creation of conditions for equity in social development, creating the Federation of Cuban Women (FMC) in 1960. An organization set out to transform the discriminatory mentality towards women and make them active subjects of social transformation 2.

Laws in Cuba prohibit discrimination against women and today there are no restrictions on their civil status. The Constitution of the Republic, in Title V, chapter I on rights, duties and guarantees states that the Cuban State recognizes and guarantees to the person the enjoyment and the inalienable, imprescriptible, indivisible, universal and interdependent exercise of human rights, in correspondence with the progressiveness, equality and non-discrimination principles. The State fosters the integral development of women and their full social participation 3. In the Cuban economy context, women make up an important reserve of productivity, particularly in rural areas, but the deployment of all the productive potentialities of women will not be effective if the gender inequalities that persist in the world are not taken into account localities and stop their full participation. For their part, rural women in Cuba make up 11.5 % of the total population and 23 % of the total women in the country 4

The lack of importance in the agricultural sector in the Cuban economy has been reflected in female employment. The 2002 Population and Housing Census recorded that female employees in rural areas represented 13.7 percent of all Cuban women engaged in paid work and 22.8 percent of all rural women. Meanwhile, they were 67 percent of the non-economically active population in those areas, according to data from the ONEI in 2002. It is estimated that for every 100 men employed in rural areas, 30 women are 5.

As part of the efforts carried out in the country in favor of gender equality and with the intention of socializing results in this regard. This work aims to show the work of the gender axis of the Local Agricultural Innovation Project, in the period from September 2013 to October 2015 and the social impacts generated from the insertion of the gender perspective in the project.

Since 2011, groups of rules have been implemented in Cuba aimed at updating its economic and social model. In this scenario, food security is a top priority for the State; however, it has been exposed to a set of critical factors including insufficient national food production, limited access to food in the international market, degradation of fundamental natural resources (water, soils, and forests) and biodiversity loss, among others. In this sense, it has been expressed, it must go much further, use more resistant and productive varieties, techniques that are less aggressive to the environment and better exploit the resources we have 6.

On the other hand, diverse social situations influence local agricultural development. The mobility of young people towards development areas with higher economic remuneration and social recognition, which affects the labor force reduction in agriculture. Also, the population aging, the income from salaries and pensions insufficient to assume the increase in food prices. The agricultural sector masculinization and insufficient participation and leadership of women in agricultural production scenarios, the need for peasant training who access to land in usufruct for its proper use and conservation. The growing need to prepare governments to face the decentralized management challenge of the municipality and take on the local agricultural innovation challenges 7.

Although the aforementioned changes constitute opportunities for women, their access is a minority, firstly because they are a minority in this sector, an example of this is that the ANAP has 4.331 grass-roots organizations, which group 331.874 associates, of which 35. 971 are women, representing 11 % and due to the subsistence of the sexual division of labor in the productive systems, as well as the permanence of sexist prejudices and stereotypes also in family spaces, which limit their participation in specific tasks of agricultural production 5.

In the Cuban agricultural context, however, multiple efforts have been developed in favor of gender equality in a strategic alliance with the FMC, evidence of this is that the National Association of Small Farmers (ANAP), the Cuban Association of Animal Production (ACPA) and the Cuban Association of Agricultural and Forestry Technicians (ACTAF) have gender strategies.

In search of local alternatives to stimulate food production, both in volume and diversity and in this way contribute to the population quality life, the Local Agricultural Innovation Project (PIAL) is contributing, led by the National Institute of Agricultural Sciences (INCA) is developed in 10 provinces and 45 municipalities of the country. In each of these municipalities, Multi-stakeholder Management Platforms and more than 290 groups of producers and other innovators involved in the change are formally recognized.

Since 2007, the PIAL outlined within its objectives, mainstreaming the gender approach in production scenarios, through pilot gender projects, which led to the reflection of taking affirmative actions with women who were associated with the production or playing traditional roles in households. This suggests that what mainstreaming is trying to do is not only the participation of women in a previously established development program, but also includes that both women and men participate in the definition of objectives and in planning, so that development fulfills with the priorities and needs of both.

Between 2013 and 2016, It worked with indicators that aimed to generate jobs for women in order to guarantee their economic autonomy; create local agricultural innovation groups made up of women; strengthen productive and managerial capacities in women; products of agricultural innovations marketed by women; sensitize and commit to gender equality local actors and decision-makers, among others.

Thus, from the gender axis, it is intended to reveal and transform prejudices and stereotypes typical of patriarchal culture, which place women at a disadvantage in the different action areas: the family, the cooperative, the community, among others and they limit their full participation in development processes, offering ways to transform this reality.

MATERIALS AND METHODS

The work was developed in 10 provinces of the country: Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Holguín, Las Tunas and Granma, within a radius of 45 municipalities in the period 2015-2017.

The gender approach, as a transversal axis, aimed to offer equal opportunities to both women and men who are in the rural context. The intervention strategy focused on Women in Development (EMD) approach (an approach that proposes eliminating gender inequalities, empowering and empowering women) which has predominated in the projection of work. However, as of 2013, this approach shifts towards a Gender in Development (EGD) perspective, which aims not to focus exclusively on women, but rather on the need to modify the relationship patterns between some and others. All this with the objective of visualizing the existing gender gaps in the agricultural sector and being able to offer equal opportunities to women and young people in the sector. The women are associated with the Federation of Cuban Women. The results in this sense correspond to studies carried out 8, in the strengthening of national capacities to mainstream the gender perspective in public policies and institutions and in public and private companies.

The descriptive analytical research result was used for the study, taking into account that qualitative methods start from the basic assumption that the social world is built of meanings and symbols. Hence, intersubjectivity is a key piece of qualitative research and a starting point to capture social meanings reflectively, it is necessary to delve into the meanings provided by the people under study 9. For this purpose, an intentional sample was formed that included agricultural producers and agricultural producers, families from some municipalities and provincial and municipal gender referents.

The investigation instruments were the following: bibliographic review, document analysis, interviews with families, workshops with provincial and municipal gender referents.

The categories studied were:

  1. Economic and productive results (jobs generated for women, income generated by innovations, economic initiatives. They are sources of female employment, micro-actions that stimulate local agricultural innovation).

  2. Female participation and leadership (women leading provincial and municipal GIALs and MMPs (multi-stakeholder management platforms), GIALs made up of women, women managing seeds in their conservation, processing and marketing, women leaders of productive units).

Main results
Economic and productive results

Among the economic and productive results driven by the Gender axis, jobs and income for women stand out. (Table 1), note that in general the average income per woman is around 500.00 CUP per month, which denotes an opportunity to join new jobs, as well as an improvement in the women life quality and her relatives, standing out Artemisa and Holguín provinces, followed by Pinar de Río province. The PIAL Local Agricultural Innovation Program, since 2007, develops a group of actions aimed at offering opportunities to women in rural contexts of the country to reduce the existing gaps in the agricultural sector, despite the programs and policies outlined. In a study carried out it was found that in the cooperative sector only 17, 22 % are women and that in other economic activity branches women have a low presence, which is why specific actions are carried out, with the aim of providing opportunities for participation (10.

The Generation of economic initiatives by provinces are inserted in the work of the Local Agricultural Innovation Project that are shown in Figure 1. Among them, Artemisa and Holguín provinces stand out in the generation of economic initiatives. These are the preservation of fresh food, the points of sale of natural juices, making flower arrangements and handicrafts, making wines and vinegars, using energy with bio-digesters, oilseed production, mini-industries, medicinal plant production, Jamaica flower, for making wines, vinegars and sweets, seed production, goat milk, cheese and yogurt production, pig production, family gardens, rabbit production, seed conservation, among others.

As can be seen, the generation of new jobs and opportunities for marketing is a result achieved in the work stage, with the provinces of Holguín, Pinar del Río and Mayabeque standing out in this regard.

It is found that the income of women and men who work on farms linked to the project have doubled their average monthly salary to 1200 CUP/month. An increase in the income of men and women is estimated from the products generated from the 42 mini-industries that operate in the project, as well as the income generated by service provision on farms.

These achievements in the Bahía Honda municipality illustrate the generation of 18 jobs, 11 of them for women at the end of 2014. In this regard, the installation of a juicer at the Manuel "González Díaz" Hospital stands out. All the products offered are at prices between 1.00 and 2.00 CUP and offer a great variety of natural juices made from fresh fruits and goat milk yogurt. This initiative has been valuable because it uses the fruit productions of agricultural producers in the territory that did not find a destination for them and today they are used for the population welfare.

The increase in productive initiatives developed by women, including: making and marketing of floral arrangements, wines and vinegars, handicrafts, textiles, ornamental plants, farm and yard animals, goat milk (distributed in wineries), oilseeds (oil and cakes), use of energy with bio-digesters, fruit trees and grains, are the result of the training received by women and men. Women systematically exhibit handicrafts, crafts, flowers, culinary, agrobiodiversity fairs, and they are marketed with the population participation and income is received from sales (Figura 2).

Address a study carried out in communities in Chile 11 programs with a gender focus request in their strategies that issues related to commercialization and the legal initiation of activities, in order to enable activities to last over time.

The family economic activity diversification has been another notable result (Table 2). Interviews with eight families from the San José de las Lajas municipality, Mayabeque province, show changes in this regard. Among the new activities carried out by the families are food preservation, the vinegar production, ornamental plants, the raising of rabbits, flower arrangement elaboration, the dry condiment production; activities learned by women and men in the GIALs and by children in the Interest meeting 12. However, there is a group of agricultural work and activities in which the incorporation of women is the majority even their participation is still limited. It is due to several factors such as tradition, weight of housework, underestimation, among others 13.

Regarding the age composition (Table 3), adults predominate in all families, with the majority of women (50 %) being in the age group of 21-60 years. In the case of men, those over 60 years of age predominate (45.4 %), which shows that the highest percentage of people are in the most advanced ages, which is why it is necessary for the intervention of development projects in the communities, work with a diversity of age groups with a view to reducing inequities. Hence, the intentional work importance with youth and children in order to strengthen the traditions of the country's agricultural culture.

These results show that, although the productive initiatives generate economic autonomy for women, the activities carried out continue to reproduce traditional roles for their gender, an aspect on which the project must continue working. In the same way, the performance of reproductive, productive and community roles assumed by them overloads them, hence the importance of analyzing with women and men the construction of masculinity and its impacts on intra and inter-gender relationships in order to share the tasks that, due to the traditional sexual division of labor, women are expected to perform.

Development of micro-actions as a stimulus to the processes of Local Agricultural Innovation (IAL according its acronyms in Spanish)

The micro-actions or micro-scholarships are generated initiatives, which can be accessed by all people interested in implementing actions of Local Agricultural Innovation and Local Development focused on agroecological agriculture, where residents of any municipality linked to the project, beyond their educational level and origin have the access possibility. These have been convened by the provincial and national coordinators of the project with the aim of promoting women participation in local agricultural innovation processes. Besides, diversifying sources of income in families to reverse the women situation in rural communities, generating ideas and proposals for action that enrich the cause of female empowerment and gender equality, identify interests for economic initiative development linked to agricultural production led by women and multiply knowledge.

In 2014, 11 micro-scholarships convened by the national coordination were accepted, which express the growth in women from the training received, which had a positive impact on the development of the municipalities and provinces where they were executed. A result it is evident that it is the issue of improving the conditions for flower seed production on the farm of a flower producer in Mayabeque province, which increased species diversity on her farm and trained more than 20 women with her municipality experience.

In addition to this, the results were disseminated in different local media and other women join the floriculture activity in the municipality and increase new varieties on their farms. This activity is carried out in conjunction with another producer who decides to apply to share the plants in her garden with women in her community. It had an adequate social impact, because spaces were created for experiences exchange, reflection on the care of plants in the gardens and the creation of unused spaces in the community for ornamental plant development, which results in the community benefit.

Flower arrangements was another initiative developed by women from Mayabeque province and which in a very short time spread to the ten provinces where the project is inserted. To evaluate the impact of this action the experience was systematized, resulting in the opening of sale new points for ornamental plants and flowers, which generate new jobs in a non-traditional activity and obtain an average income of more than 550.00 CUP per month.

Another initiative that is being developed is rabbit farming led by women, having a positive impact, accompanied by another in Las Tunas territory, based on fresh condiment production in orchards and the mini-industry for the production and commercialization of dry condiments. Families in Artemisa province develop initiatives dedicated to the creation of a space for food conservation and another to artisanal production with the use of wild plant seeds. All the actions responded to the demands of the municipalities and had a positive and direct impact on local development and the families involved.

Results linked to participation and female leadership

Female participation and leadership is one of the ways to change the women position in power relations, which is expressed through indicators as shown in Table 4.

The result is a gender strategy aimed at women who lead Innovation Groups (GIALs), and at women who hold management positions in the organizations, institutions and productive units to which they are linked.

GIALs are constituted to work based on the articulation of allied actors in the face of development demands, with common challenges and interests, that innovate to generate solutions in the socio-economic and productive sphere 14,15. These groups are made up of men and women; as a gender strategy, it reports a growing participation of women (5.314 for 41 %), in processes and spaces for innovation organized by the GIALs. Currently they are 34 % of the leaders in GIALs, 43 % in the platforms and 50 % of the provincial teams. When counting women leaders in the municipalities (women in management spaces or other leaderships, example: Points of sale, micro-industries) the figure was 245, all thanks to the specific actions that are carried out to contribute to improving the indicators related to gender equity.

As has been maintained, the GIALs carry out different productive activities such as: rabbit farming, handicrafts, ornamental plants, making flower arrangements, grains, art and agroforestry, industrial symbiosis, fruit tree nurseries, meliponiculture, home gardens, pig production, conservation of seeds, coriander production, cassava flour, among others.

Agroproducers and cooperatives of Gibara municipality emphasize on director board, there are nine women presidents of cooperatives and 12 vice-presidents of 62 cooperatives. There are also women in sales points, artisans, veterinarians and direct workers in agricultural production. More work has been done on involving women in decision-making. There are many women leading and generating income.

Similarly, trained women are now at the helm of the cooperatives, such as the gender benchmark in Güines municipality and the existence of women who, because of the axis work, direct the gender axis activity in San José de las Lajas and represents this activity in the ANAP of Mayabeque province.

Likewise, members of Manicaragua Platform agree that before the project many women were housewives and now participate in productive spaces and agricultural innovation: The project has empowered women leaders who are in charge of the GIAL of food conservation. These leaders have convening power and have radiated knowledge in their community, in the family and in other communities, for example: Comunidad del Vaga.

Although the insertion of women in productive scenarios has been favored, national statistics reveal the masculinization of the agricultural sector and this causes a minority presence of women in productive work and in management positions; aspects on which work should continue. A recent study in the province of Matanzas confirms the invisibility of women in the rural context and gender barriers to strengthen food sovereignty in Cuba 16.

On the other hand, the presence of labor traditional social division in the agricultural context means that women are not considered for certain activities such as the management of agricultural machinery or the management of productive entities, which affects less access to these opportunities. In the same way, the agricultural implements that are bought (machetes, hoe, gloves, clothes, and boots) are designed for men; the productive sites lack bathrooms, the meeting hours exceed the working hours, all of which is limiting for the participation of women in productive work.

These challenges indicate the relevance of moving towards a Gender approach to development, centered on power relations, which implies working with men and women with a critical look at the social construction of femininity and masculinity that naturalizes asymmetries between genders and places women at a social disadvantage. Hence, the need to broaden the debate that has been promoted in the country on the cross-sectional approach to gender and the theory of masculinities since the 1990s. It comes to introduce the idea that the culture of gender equality does not It only has to do with a change in the situation of women but rather in the power relations that are generated between men and women in society and in the family 17. These inequalities were also reported in Ecuador when a study was carried out on the women participation in the tourism labor market, where the unequal women incorporation into the activity of the sector was visualized, compared to men 18.

On the other hand, it is a complex job, since multiple mediations affect this disadvantage: territorial origin, skin color, income, age, sexual orientation, religious affiliation, among others, existing in all spaces of Cuban society. In Villa Clara province 19, a study carried out shows that gender and age show disproportionality in the social distribution of agricultural innovation, since only 7.69 % represent women and 5.13 % represent women. In young people under 35 years of age, such vulnerabilities favor poverty vulnerability and threaten agrarian culture sustainability.

That is why working with the gender transversal approach is of utmost importance, since the efforts made in the country are still not enough to reduce the existing gaps.

CONCLUSIONS

  • There is a greater presence of women in leadership roles and in decision-making spaces in local agricultural innovation groups, in multi-stakeholder management platforms and in the boards of directors of cooperatives, all of which indicates progress in empowerment female.

  • Beyond the progress and impacts that are evident from the work carried out, gender relations are anchored in conceptions, customs, values, traditions and producing changes in this regard requires motivation, time and perseverance. The challenges identified in this work constitute the compass to continue working and move towards a more dignified, just and equitable society.

  • An essential way to enhance the autonomy of women has been attention to strategic gender interests based on knowledge management. The actions carried out have been multiple: awareness-raising workshops for men and women, participation in exchanges of national and international experiences, the offer of varied training topics favoring women in order to encourage production and production diversification, the insertion in events, the prizes obtained, the publications and theses defended, and the communicative products produced. All of this is a sign of the personal growth and social impact of the work of women linked to the gender axis of this project.

  • There is a greater presence of women in leadership roles and in decision-making spaces in local agricultural innovation groups, in multi-stakeholder management platforms and in the cooperative director boards, all of which indicates progress in empowerment female.