Translate PaperArtículo originalImpactos de la estrategia de género en el sector agropecuario, a través del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL)
[0000-0002-5624-8123] Bárbara Benítez-Fernández [1] [*]
[0000-0001-8232-8090] Anaisa Crespo-Morales [2]
[0000-0002-7314-1950] Caridad Casanova [3]
[0000-0001-5732-0265] Aliek Méndez-Bordón [4]
[0000-0002-7390-986X] Yaima Hernández-Beltrán [5]
[0000-0002-5607-0580] Rodobaldo Ortiz-Pérez [1]
[0000-0002-2926-4064] Rosa Acosta-Roca [1]
[0000-0002-6448-6586] María Isabel Romero-Sarduy [6]
[1] Instituto
Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), carretera San José-Tapaste, km
3½, Gaveta Postal 1, San José de las Lajas, Mayabeque, Cuba. CP 32 700
[2] Policlínico Docente “Pedro Borrás Astorga”, Calle Comandante Cruz # 70, La Palma, Pinar del Río, Cuba
[3] Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, carretera a Rodas, km 3 1/2, Cuatro Caminos, Cienfuegos, Cuba
[4] Universidad
Las Tunas, Centro Universitario Municipal "Jesús Menéndez", calle 28 #
33, El Cenicero, El batey, Jesús Menéndez, Las Tunas, Cuba
[5] Universidad de Sancti Spíritus "José Martí Pérez". Comandante Fajardo S/#, Sancti Spíritus, Cuba
[6] CEDEL.
Centro de Estudios de Desarrollo Local y Comunitario, Lombillo # 904 e/
Panorama y Bellavista, Nuevo Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana,
Cuba
[*] Autor para correspondencia: bbenitez@inca.edu.cu
RESUMENEl Proyecto de
Innovación Agropecuaria Local (PIAL) en su tercera fase, trabaja en diez
provincias y 45 municipios de Cuba. Las intenciones prioritarias son
mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria de las familias de
productores y productoras involucrados, aumentar la eficiencia de los
sistemas productivos integrados, mejorar la calidad de vida con equidad
de género y potenciar el liderazgo femenino, creando nuevos espacios de
interacción entre diferentes actores. De ahí que el objetivo está en
mostrar la labor del eje de género de PIAL y sus impactos sociales, en
el período comprendido entre septiembre de 2013 a octubre de 2015,
presentando sus principales resultados en los ámbitos económico y
productivo, sociocultural, gestión del conocimiento, participación y
liderazgo femenino. Los resultados están dirigidos a la generación de
nuevos empleos: en 2014 se generaron 5337 empleos, beneficiándose 739
mujeres y en el año 2015 se generaron 24 762 empleos, beneficiándose
2393 mujeres; que representa el 31 % del total. Los ingresos alcanzados
estuvieron alrededor de 500,00 CUP como promedio mensual. Se observan
cambios sustanciales en la recuperación de la cultura agraria a nivel de
familias y con niños y jóvenes; se capacitaron 117100 mujeres en temas
afines a sus intereses; lo que representa el 30 % del total; se alcanza
una mayor autonomía, empoderamiento y liderazgo de las mujeres en las
comunidades.
INTRODUCCIÓNSin
lugar a dudas las mujeres y los hombres son pilares importantes en los
procesos de desarrollo, sin embargo, participar en condiciones de
igualdad requiere tener el mismo nivel de acceso a oportunidades,
responsabilidades y derechos, por ello el empoderamiento del género
femenino, es uno de los objetivos más ansiados desde las organizaciones
de base, los sindicatos y las empresas, hasta los estados miembros y los
órganos intergubernamentales 1.
En
Cuba, a lo largo de la historia, las mujeres han jugado un importante
papel acentuado por el triunfo de la revolución cubana que potenció la
creación de condiciones para la equidad en el desarrollo social,
creándose en 1960 la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización
que desde sus inicios se propuso transformar la mentalidad
discriminatoria hacia la mujer y constituirlas en sujetos activos de
transformación social 2.
Las
leyes en Cuba prohíben la discriminación de la mujer y no existen hoy
restricciones a su condición civil. La Constitución de la República, en
el Título V, capítulo I sobre derechos, deberes y garantías expresa que:
“el Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el
ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e
interdependiente de los derechos humanos, en correspondencia con los
principios de progresividad, igualdad y no discriminación. (...) El
Estado propicia el desarrollo integral de las mujeres y su plena
participación social 3. En el contexto de
la economía cubana las mujeres conforman una importante reserva de
productividad, en particular en el ámbito rural, pero el despliegue de
todas las potencialidades productivas de las mujeres no resultará
efectivo si no se toman en cuenta las desigualdades de género que
persisten en las localidades y frenan su plena participación. Por su
parte las mujeres rurales en Cuba son el 11,5 % del total de la
población y el 23 % del total de mujeres del país 4.
La
pérdida del peso del sector agrario en la economía cubana se ha
reflejado en el empleo femenino. El Censo de Población y Viviendas de
2002 registraba que las empleadas en la zona rural representaban 13,7
por ciento del total de las mujeres cubanas dedicadas al trabajo
remunerado y 22,8 por ciento del total de las mujeres rurales. En tanto,
eran 67 por ciento de la población no económicamente activa de esas
zonas, según datos de la ONEI en 2002. Se estima que, por cada 100
hombres empleados en la zona rural, lo están 30 mujeres 5.
Como
parte de los esfuerzos que se realizan en el país a favor de la
igualdad de género y con la intención de socializar resultados en este
sentido, el presente trabajo se propone mostrar la labor del eje de
género del Proyecto de Innovación Agropecuaria Local, en el período
comprendido entre septiembre de 2013 a octubre de 2015 y los impactos
sociales generados a partir de la inserción del enfoque de género en el
proyecto.
Desde el año 2011, se vienen
implementando en Cuba un grupo de medidas encaminadas a actualizar su
modelo económico y social. En este escenario, la seguridad alimentaria,
es una prioridad máxima para el Estado; sin embargo, ha estado expuesta a
un conjunto de factores críticos, entre ellos, la insuficiente
producción nacional de alimentos, el limitado acceso a los alimentos del
mercado internacional, la degradación de recursos naturales
fundamentales (hídricos, suelos, bosques) y pérdida de la biodiversidad,
entre otros. En ese sentido se ha expresado que hay que ir mucho más
allá, usar variedades más resistentes y productivas, técnicas menos
agresivas al medio ambiente y explotar mejor los recursos que tenemos 6.
Por
otra parte, diversas situaciones sociales impactan el desarrollo
agropecuario local. La movilidad de los jóvenes hacia zonas de
desarrollo con mayor remuneración económica y reconocimiento social, que
incide en la disminución de la fuerza de trabajo en la agricultura; el
envejecimiento poblacional, los ingresos provenientes de salarios y
pensiones insuficientes para asumir el incremento de precios de los
alimentos, la masculinización del sector agropecuario e insuficiente
participación y liderazgo de las mujeres en los escenarios
agroproductivos, la necesidad de capacitación de los campesinos/as que
acceden a las tierras en usufructo para su adecuado uso y conservación y
la creciente necesidad de preparar a los gobiernos para enfrentar el
desafío de la gestión descentralizada del municipio y asumir los retos
de la innovación agropecuaria local 7.
Si
bien los cambios mencionados constituyen oportunidades para las
mujeres, el acceso de ellas es minoritario, en primer término porque
ellas son minoría en este sector, un ejemplo de ello es que la ANAP
cuenta con 4331 organizaciones de base, que agrupan a 331874 asociados,
de los cuales 35 971, son mujeres, representando el 11 % y además, por
la subsistencia de la división sexual del trabajo en los sistemas
productivos, así como la permanencia de prejuicios y estereotipos
sexistas también en los espacios familiares, que limitan su
participación en labores específicas de la producción agropecuaria 5.
En
el contexto agropecuario cubano; sin embargo, se han desarrollado
múltiples esfuerzos a favor de la equidad de género en alianza
estratégica con la FMC, evidencia de esto es que la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños (ANAP), la Asociación Cubana de Producción
Animal (ACPA) y la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales
(ACTAF) cuentan con Estrategias de género.
A la
búsqueda de alternativas locales para estimular la producción de
alimentos, tanto en volumen como en diversidad y de este modo contribuir
a la calidad de vida de la población, está aportando el Proyecto de
Innovación Agropecuaria Local (PIAL) que liderado por el Instituto
Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) se desarrolla en 10 provincias y
45 municipios del país. En cada uno de estos municipios, se reconocen
formalmente Plataformas Multiactorales de Gestión y más de 290 grupos de
productores/as y otros innovadores involucrados en el cambio.
Desde
el año 2007, el PIAL trazó dentro de sus objetivos, transversalizar el
enfoque de género en los escenarios productivos, a través de proyectos
pilotos de género, lo que llevó a la reflexión de realizar acciones
afirmativas con las mujeres que se encontraban asociadas a la producción
o desempeñando roles tradicionales en los hogares. Este plantea que lo
que intenta la transversalidad no es sólo la participación de mujeres en
un programa de desarrollo previamente establecido, sino que comprende
que tanto las mujeres como los hombres participen en la definición de
objetivos y en la planificación, de manera que el desarrollo cumpla con
las prioridades y necesidades de ambos.
Entre
2013 y 2016 se trabajó con indicadores que apuntaban a generar empleos
para las mujeres a fin de garantizar su autonomía económica; crear
grupos de innovación agropecuarios locales conformados por mujeres;
fortalecer las capacidades productivas y de gestión en las mujeres;
productos de las innovaciones agropecuarias comercializados por mujeres;
sensibilizar y comprometer con la equidad de género a actores locales y
decisores, entre otros.
Así, desde el eje de
género, se pretende develar y transformar prejuicios y estereotipos
propios de la cultura patriarcal, que colocan a las mujeres en posición
de desventaja en los diferentes espacios de actuación: la familia, la
cooperativa, la comunidad, entre otros y limitan su participación plena
en los procesos de desarrollo, ofreciendo caminos para transformar esta
realidad.
MATERIALES Y MÉTODOSEl
trabajo se desarrolló en 10 provincias del país: Pinar del Río,
Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus,
Holguín, Las Tunas y Granma, en un radio de acción de 45 municipios en
el período 2015-2017.
El enfoque de género,
como eje transversal, tuvo como objetivo ofrecer igualdad de
oportunidades, tanto a mujeres como a hombres que se encuentran en el
contexto rural. La estrategia de intervención colocó su mirada hacia un
enfoque de Mujer en el Desarrollo (EMD) (enfoque que propone eliminar
las desigualdades de género, potenciando y empoderando a las mujeres) el
que ha predominado en la proyección del trabajo. Sin embargo, ya a
partir del año 2013 este enfoque cambia hacia una mirada de Género en
desarrollo (EGD), que tiene como objetivo no estar centrado
exclusivamente en las mujeres, sino en la necesidad de modificar los
patrones de relación entre unas y otros con el objetivo de visualizar
las brechas de género existentes en el sector agropecuario y poder
ofrecer igualdad de oportunidades a mujeres y jóvenes del sector. Las
mujeres son asociadas a la Federación de Mujeres Cubanas. Los resultados
en este sentido se corresponden con estudios realizados 8,
en el fortalecimiento de capacidades nacionales para transversalizar la
perspectiva de género en las políticas e instituciones públicas y en
las empresas públicas y privadas.
Se utilizó para
el estudio el resultado investigativo de tipo descriptivo analítico,
teniendo en cuenta que, los métodos cualitativos parten del supuesto
básico de que el mundo social está construido de significados y
símbolos. De ahí que la intersubjetividad sea una pieza clave de la
investigación cualitativa y punto de partida para captar reflexivamente
los significados sociales”, precisa profundizar en los significados que
aportan las personas sujeto de estudio 9.
Para ello se conformó una muestra intencionada que incluyó:
agroproductores y agroproductoras, familias de algunos municipios y
referentes de género provinciales y municipales.
Los
instrumentos de indagación fueron los siguientes: Revisión
bibliográfica, análisis de documentos, entrevistas a familias, talleres
con referentes provinciales y municipales de género.
Las categorías estudiadas fueron:
Resultados
económicos y productivos (empleos generados para mujeres, ingresos
generados por las innovaciones, iniciativas económicas fuentes de empleo
femenino, microacciones que estimulan la innovación agropecuaria
local).
Participación y liderazgo
femenino (mujeres liderando GIALs y PMG provincial y municipal, GIALs
integrados por mujeres, mujeres manejando semillas en su conservación,
beneficio y comercialización, mujeres líderes de unidades productivas).
Principales resultadosResultados económicos y productivosEntre los resultados económicos y productivos impulsados por el eje de Género, resaltan empleos e ingresos para las mujeres (Tabla 1),
nótese que de manera general el ingreso promedio por mujer está
alrededor de los 500,00 CUP mensual, lo que denota una oportunidad para
la incorporación a nuevos empleos, así como una mejoría en la calidad de
vida de las mujeres y sus familiares, destacándose las provincias de
Artemisa y Holguín, seguido por la provincia de Pinar de Río. El
Programa de Innovación Agropecuaria Local PIAL, desde el año 2007,
desarrolla un grupo de acciones encaminadas a ofrecer oportunidades a
mujeres de los contextos rurales del país para disminuir las brechas
existentes en el sector agropecuario, a pesar de los programas y
políticas trazadas. En estudio realizado se comprobó que en el sector
cooperativo sólo el 17, 22 % son mujeres y que en otras ramas de la
actividad económica las mujeres tienen una baja presencia, es por ello
que se realizan acciones específicas, con el objetivo de dar
oportunidades de participación 10.
La Generación de iniciativas económicas por
provincias del país que se insertan en el trabajo del Proyecto de
Innovación Agropecuaria Local se muestran en la Figura 1;
se destacan entre ellas las provincias de Artemisa y Holguín en el
desarrollo de actividades como la conserva de alimentos frescos; los
puntos de venta de jugos naturales; la confección de arreglos florales y
artesanías; la elaboración de vinos y vinagres; la utilización de
energía, a través del uso de biodigestores; la producción de
oleaginosas; el fortalecimiento de mini-industrias; la producción de
plantas medicinales, flor de Jamaica, para la confección de vinos,
vinagres y dulces, leche de cabra para la elaboración de quesos y
yogurt; la producción porcina; el fomento de huertos familiares; la
producción cunícula y la conservación de semillas, a través de bancos
locales, liderados por mujeres. En relación con la generación de nuevos
empleos y oportunidades para la comercialización es también un resultado
alcanzado, destacándose en este sentido las provincias de Holguín,
Pinar del Río y Mayabeque, con un incremento de 100 a 150 nuevas
oportunidades de acceso al trabajo.
Iniciativas económicas y empleos generados por mujeres en la región central y otras regiones del país
Se constata que los ingresos de mujeres y
hombres que trabajan en fincas vinculadas al proyecto han duplicado su
salario medio mensual hasta 1200.00 CUP/mes. Se estima un incremento de
los ingresos de hombres y mujeres a partir de los productos generados de
las 42 mini-industrias que funcionan en el proyecto, así como los
ingresos generados por la prestación de servicios en fincas.
Ilustran
estos logros en el municipio Bahía Honda, la generación de 18 empleos,
de ellos 11 para mujeres al cierre del 2014. Al respecto se destaca la
instalación de una juguera en el Hospital “Manuel González Díaz”. Todos
los productos ofertados son a precios entre 1,00 y 2,00 CUP y ofrecen
gran variedad de jugos naturales a partir de frutas frescas y también
yogurt de leche de cabra. Esta iniciativa ha sido valiosa, pues utiliza
las producciones de frutas de agroproductores/as del territorio que no
encontraban destino para ellas y hoy son utilizadas para el bienestar de
la población.
El incremento de las iniciativas
productivas desarrolladas por las mujeres, entre ellas: confección y
comercialización de arreglos florales, vinos y vinagres, artesanías,
tejidos, plantas ornamentales, animales de corral y patio, leche de
cabra (distribuida en bodegas), oleaginosas (aceite y tortas),
utilización de energía con biodigestores, frutales y granos; son
producto de las capacitaciones que reciben las mujeres y los hombres.
Las mujeres exhiben sistemáticamente en los Festivales de Innovación las
diferentes modalidades en las que trabajan para desarrollar sus
actitudes (manuales, artesanales, florísticas, culinarias) espacios
donde además de exhibir sus productos, estos son comercializados con la
participación de la población, además de recibir ingresos por las ventas
(Figura 2).
Mujeres y hombres participan en Festival Nacional de Innovación PIAL, 2019
En estudios realizados en comunidades de Chile 11,
los programas con enfoque de género solicitan en sus estrategias, que
se aborden los temas relativos a la comercialización y a la iniciación
legal de actividades, de forma tal que posibiliten que estas perduren en
el tiempo.
La diversificación de la actividad económica familiar (Tabla 2),
ha sido otro resultado a destacar. Las entrevistas a ocho familias del
municipio San José de las Lajas, provincia Mayabeque, muestran cambios
en este sentido. Entre las nuevas actividades realizadas por las
familias se encuentran: la conservación de alimentos, la producción de
vinagres, de plantas ornamentales, la cría de conejos, la elaboración de
arreglos florales, la producción de condimentos secos; actividades
aprendidas por las mujeres y los hombres en los GIALs y por los niños/as
en los círculos de interés 12. No
obstante, existen un grupo de labores y actividades agrícolas en las
cuales la incorporación de la mujer es mayoritaria, pero en la mayoría
su participación es aún limitada, lo cual se debe a varios factores
como: tradición, peso de las labores domésticas, subestimación, entre
otras 13.
En cuanto a la composición etaria (Tabla 3),
en todas las familias predominan los adultos, encontrando la mayoría de
mujeres (50 %) en el grupo etario de 21-60 años. En el caso de los
hombres predominan los mayores de 60 años (45,4 %), lo que demuestra que
el mayor porcentaje de personas se encuentra en las edades más
avanzadas, por lo que se hace necesario que la intervención de los
proyectos de desarrollo en las comunidades, trabajen con diversidad de
grupos etarios con vistas a disminuir las inequidades. De ahí la
importancia del trabajo intencionado con los jóvenes y la niñez en pos
de fortalecer las tradiciones de la cultura agrícola del país.
Estos resultados evidencian que, si bien
las iniciativas productivas generan autonomía económica en las mujeres,
las actividades realizadas continúan reproduciendo roles tradicionales
para su género, aspecto sobre el cual el proyecto debe continuar
trabajando. De igual modo, el desempeño de roles reproductivos,
productivos y comunitarios asumidos por ellas las sobrecarga, de ahí la
importancia de analizar con mujeres y hombres la construcción de la
masculinidad y sus impactos en las relaciones intra e intergénero, a fin
de que se compartan las tareas que, por la tradicional división sexual
del trabajo, se espera que realicen las mujeres.
Desarrollo de micro-acciones como estímulo a los procesos de Innovación Agropecuaria Local (IAL)Las
micro-acciones o micro becas son iniciativas generadas, a las que
pueden acceder todas las personas interesadas en implementar acciones de
Innovación Agropecuaria Local y Desarrollo Local, enfocado a la
agricultura agroecológica, donde residentes de cualquier municipio
vinculado con el proyecto, más allá de su nivel educacional y
procedencia tienen posibilidad de acceso. Estas han sido convocadas por
las coordinaciones provinciales y nacional del proyecto, con el objetivo
de potenciar la participación de la mujer en los procesos de innovación
agropecuaria local, diversificar fuentes de ingresos en las familias
para revertir la situación de la mujer en las comunidades rurales,
generar ideas y propuestas de acción que enriquezcan la causa del
empoderamiento femenino y la igualdad de género, identificar intereses
para el desarrollo de iniciativas económicas vinculadas con la
producción agropecuaria, lideradas por mujeres y multiplicar
conocimientos.
En el 2014, fueron aceptadas 11
micro-becas convocadas por la coordinación nacional, que expresan el
crecimiento en las mujeres, a partir de las capacitaciones recibidas,
las que impactaron de manera positiva en el desarrollo de los municipios
y provincias donde se ejecutaron. Un resultado evidente lo constituye
el tema de mejoramiento de las condiciones para la producción de
semillas de flores en la finca de una productora de flores de la
provincia Mayabeque, la cual aumentó la diversidad de especies en su
finca y capacitó con su experiencia a más de 20 mujeres de su municipio.
Además
de ello, se divulgaron los resultados en los diferentes medios de
comunicación local y otras mujeres se incorporan a la actividad
florícola en el municipio e incrementan nuevas variedades en sus
predios. Esta actividad se realiza de conjunto con otra productora que
decide aplicar para compartir con mujeres de su comunidad las plantas de
su jardín, la cual tuvo un impacto social adecuado, debido a que se
crearon espacios para el intercambio de experiencias, reflexión sobre el
cuidado de las plantas de los jardines y la creación de espacios no
utilizados en la comunidad para el desarrollo de las plantas
ornamentales, lo que redunda en el beneficio comunitario.
La
confección de arreglos florales fue otra iniciativa desarrollada por
mujeres de la provincia Mayabeque y que, en un tiempo muy corto, se
extendió a las diez provincias del país, donde se inserta el proyecto.
Para evaluar el impacto de esta acción, se sistematizó la experiencia,
obteniéndose como resultado la apertura de nuevos puntos de venta de
plantas ornamentales y flores, los que generan nuevos empleos en una
actividad no tradicional y se obtienen ingresos superiores a los 550,00
CUP mensual como promedio.
Otra iniciativa que se
desarrolla es la cunicultura liderada por las mujeres, impactando de
manera positiva, acompañada de otra en el territorio de Las Tunas,
basada en la producción de condimentos frescos en huertos y la mini
industria para la producción y comercialización de condimentos secos.
Familias de la provincia de Artemisa desarrollan iniciativas dedicadas a
la creación de un espacio para la conservación de alimentos y otra a la
producción artesanal, con el uso de semillas de plantas silvestres.
Todas las acciones respondieron a las demandas de los municipios e
impactaron positiva y directamente al desarrollo local y de las familias
involucradas.
Resultados vinculados a la participación y el liderazgo femeninoLa
participación y el liderazgo femenino es una de las maneras de cambiar
la posición de las mujeres en las relaciones de poder, lo cual se
expresa a través de indicadores como muestra la Tabla 4.
Se
obtiene como resultado una estrategia de género dirigida a las mujeres
que lideran Grupos de Innovación (GIALs) y hacia mujeres que ocupan
cargos de dirección en las organizaciones, instituciones y unidades
productivas a las que se vinculan.
Los GIALs, se
constituyen para trabajar en función de la articulación de los actores
aliados ante demandas de desarrollo, con desafíos e intereses comunes,
que innovan para generar soluciones en el ámbito socioeconómico y
productivo 14,15,
estos grupos están constituidos por hombres y mujeres, que como
estrategia de género, reporta una creciente participación de mujeres
(5,314 para un 41 %), en procesos y espacios de innovación organizados
por los GIALs. Actualmente son el 34 % de los líderes en GIAL, el 43 %
en las plataformas y el 50 % de los equipos provinciales. Al conteo de
mujeres líderes en los municipios (mujeres en espacios de dirección u
otros liderazgos, ejemplo: puntos de venta, microindustrias) la cifra
era de 245, todo ello gracias a las acciones específicas que se realizan
para contribuir a mejorar los indicadores relacionados con la equidad
de género.
Como se ha venido sosteniendo, los GIALs
realizan diferentes actividades productivas como son: cunicultura,
artesanías, plantas ornamentales, confección de arreglos florales,
granos, arte y agroforestería, simbiosis industrial, viveros de
frutales, meliponicultura, huertos familiares, producción porcina,
conservación de semillas, producción de cilantro, harina de yuca, entre
otros.
Agroproductoras y cooperativistas del
municipio Gibara enfatizan: en la junta directiva hay nueve mujeres
presidentas de cooperativas y 12 vice-presidentas de un total de 62
cooperativas. También hay mujeres en puntos de ventas, artesanas,
veterinarias y trabajadoras directas a la producción agrícola. Se ha
trabajado más en dar participación a la mujer en la toma de decisiones.
Hay muchas mujeres dirigiendo y generando ingresos.
De
igual modo, mujeres capacitadas están ahora al frente de las
cooperativas, como es el caso de la referente de género del municipio de
Güines y la existencia de mujeres que, como resultado del trabajo del
eje, dirigen la actividad del eje de género en el municipio San José de
las Lajas y representa esta actividad en la ANAP de la provincia
Mayabeque.
Asimismo, miembros de la Plataforma de
Manicaragua concuerdan en que muchas mujeres antes del proyecto eran
amas de casa y ahora participan en espacios productivos y de innovación
agropecuaria. Se ha potenciado por el proyecto a mujeres líderes que
están al frente del GIAL de conservación de alimentos. Estas líderes
tienen poder de convocatoria y han irradiado conocimientos en su
comunidad, en la familia y a otras comunidades, como la Comunidad del
Vaga.
Aunque se ha favorecido la inserción de las
mujeres en los escenarios productivos, las estadísticas nacionales
revelan la masculinización del sector agropecuario y esto provoca la
presencia minoritaria de ellas en las labores productivas y en los
cargos de dirección; aspectos sobre los que se debe continuar
trabajando. En estudio reciente en la provincia de Matanzas se confirma
la invisibilidad de las mujeres en el contexto rural y las barreras de
género para fortalecer la soberanía alimentaria en Cuba 16.
Por
otra parte, la presencia de la tradicional división social del trabajo
en el contexto agropecuario, hace que no se piense en las mujeres para
determinadas actividades como pueden ser el manejo de maquinarias
agrícolas o la dirección de entidades productivas, lo cual incide en un
menor acceso a estas oportunidades. De igual modo, los implementos
agrícolas que se compran (machetes, guatacas, guantes, ropas, botas)
están diseñados para los hombres, los sitios productivos adolecen de
baños, los horarios de reuniones rebasan el horario laboral, todo lo
cual resulta limitante para la participación de las mujeres en labores
productivas.
Estos desafíos indican la
pertinencia de avanzar hacia un enfoque de Género en el desarrollo,
centrado en las relaciones de poder, lo que implica trabajar con los
hombres y las mujeres la mirada crítica a la construcción social de la
feminidad y la masculinidad que naturaliza las asimetrías entre los
géneros y coloca a las mujeres en posición de desventaja social. De ahí
la necesidad de ampliar el debate que se ha potenciado en el país sobre
el enfoque transversal de género y la teoría de las masculinidades a
partir de los 90, el cual viene a introducir la idea de que la cultura
de la equidad de género no sólo tiene que ver con un cambio en la
situación de la mujer sino en las relaciones de poder que se generan
entre hombres y mujeres en la sociedad y en la familia 17.
Estas desigualdades también fueron reportadas en Ecuador al hacer un
estudio de la participación de la mujer en el mercado laboral turístico,
donde quedó visualizada la desigual incorporación de las mujeres a la
actividad del sector, respecto a los hombres 18.
Por
otra parte, es un trabajo complejo, pues múltiples mediaciones inciden
en esa desventaja: la procedencia territorial, el color de la piel, los
ingresos económicos, la edad, la orientación sexual, la pertenencia
religiosa, entre otras, existentes en todos los espacios de la sociedad
cubana. En estudio realizado en la provincia de Villa Clara 19,
se visualiza que, el género y la edad evidencian desproporcionalidad en
la distribución social de la innovación agropecuaria, ya que sólo el
7,69 % representa a las mujeres y el 5,13 a los jóvenes menores de 35
años, tales vulnerabilidades favorecen la vulnerabilización de la
pobreza y atentan contra la sostenibilidad de la cultura agraria.
Es
por ello, que trabajar el enfoque transversal de género resulta de suma
importancia, pues los esfuerzos que se realizan en el país, aún no son
suficientes para atenuar las brechas existentes.
CONCLUSIONES
Se
constata una mayor presencia femenina en roles de liderazgo y en
espacios de toma de decisiones en los grupos de innovación agropecuaria
local, en las plataformas multiactorales de gestión y en las juntas
directivas de las cooperativas, todo lo cual indica avances en el
empoderamiento femenino.
Más allá de los
progresos e impactos que se evidencian a partir del trabajo realizado,
las relaciones de género están ancladas en concepciones, costumbres,
valores, tradiciones y producir cambios en este sentido requiere
motivación, tiempo y constancia. Los desafíos identificados en este
trabajo constituyen la brújula para continuar trabajando y avanzar hacia
una sociedad más digna, justa y equitativa.
Una
vía esencial para potenciar la autonomía de las mujeres ha sido la
atención a los intereses estratégicos de género a partir de la gestión
del conocimiento. Múltiples han sido las acciones realizadas: los
talleres de sensibilización a hombres y mujeres, la participación en
intercambios de experiencias nacionales e internacionales, la oferta de
temas de capacitación variados privilegiando a las mujeres a fin de
incentivar la producción y la diversificación de las producciones, la
inserción en eventos, los premios obtenidos, las publicaciones y tesis
defendidas y los productos comunicativos elaborados. Todo ello es
muestra del crecimiento personal y del impacto social de la labor de las
mujeres vinculadas al eje de género de este proyecto.
Se
constata una mayor presencia femenina en roles de liderazgo y en
espacios de toma de decisiones en los grupos de innovación agropecuaria
local, en las plataformas multiactorales de gestión y en las juntas
directivas de las cooperativas, todo lo cual indica avances en el
empoderamiento femenino.
Más allá de los
progresos e impactos que se evidencian a partir del trabajo realizado,
las relaciones de género están ancladas en concepciones, costumbres,
valores, tradiciones y producir cambios en este sentido requiere
motivación, tiempo y constancia. Los desafíos identificados en este
trabajo constituyen la brújula para continuar trabajando y avanzar hacia
una sociedad más digna, justa y equitativa.
Traducir DocumentoOriginal articleImpacts of the gender strategy in the agricultural sector, through the Local Agricultural Innovation Project (PIAL)
[0000-0002-5624-8123] Bárbara Benítez-Fernández [1] [*]
[0000-0001-8232-8090] Anaisa Crespo-Morales [2]
[0000-0002-7314-1950] Caridad Casanova [3]
[0000-0001-5732-0265] Aliek Méndez-Bordón [4]
[0000-0002-7390-986X] Yaima Hernández-Beltrán [5]
[0000-0002-5607-0580] Rodobaldo Ortiz-Pérez [1]
[0000-0002-2926-4064] Rosa Acosta-Roca [1]
[0000-0002-6448-6586] María Isabel Romero-Sarduy [6]
[1] Instituto
Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), carretera San José-Tapaste, km
3½, Gaveta Postal 1, San José de las Lajas, Mayabeque, Cuba. CP 32 700
[2] Policlínico Docente “Pedro Borrás Astorga”, Calle Comandante Cruz•# 70, La Palma, Pinar del Río, Cuba
[3] Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, carretera a Rodas, km 3 1/2, Cuatro Caminos, Cienfuegos, Cuba
[4] Universidad
Las Tunas, Centro Universitario Municipal "Jesús Menéndez", calle 28 #
33, El Cenicero, El batey, Jesús Menéndez, Las Tunas, Cuba
[5] Universidad de Sancti Spíritus "José Martí Pérez". Comandante Fajardo S/#, Sancti Spíritus, Cuba
[6] CEDEL.
Centro de Estudios de Desarrollo Local y Comunitario, Lombillo # 904 e/
Panorama y Bellavista, Nuevo Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana,
Cuba
[*] Author for correspondence. bbenitez@inca.edu.cu
ABSTRACTUndoubtedly, women
and men are important pillars in development processes; however,
participating in conditions of equality requires having the same level
of access to opportunities, responsibilities and rights. The Local
Agricultural Innovation Project (PIAL according its acronym in Spanish),
in its third phase, works in 10 provinces and 45 municipalities in
Cuba. The priority intentions are to improve the food security and
sovereignty of producer families involved, to increase the efficiency of
the integrated production systems, to improve the life quality with
gender equity and to enhance female leadership, creating new spaces for
interaction between different actors. Hence, the objective of this paper
is to show the work of PIAL´s gender axis and its social impacts, in
the period from September, 2013 to October, 2015, presenting its main
results in the economic, productive, sociocultural, management of the
female knowledge, participation and leadership areas. The main results
are at generating new jobs aimed: In 2014, 5337 jobs were generated,
benefiting 739 women and in 2015, 24 762 jobs were generated, benefiting
2393 women; which represents 31 % of the total. The income was around
500.00 CUP as a monthly average. Substantial changes are observed in the
recovery of agrarian culture at the level of families and with children
and young people; 117100 women were trained in topics related to their
interests; what represents 30 % of the total; greater autonomy,
empowerment and leadership of women in the communities is achieved.
INTRODUCTIONUndoubtedly,
women and men are important pillars in development processes, however,
participating under conditions of equality requires having the same
level of access to opportunities, responsibilities and rights, therefore
the female gender empowerment is one from the most desired objectives
from grass-roots organizations, unions and companies, to member states
and intergovernmental bodies 1.
In
Cuba, throughout history, women have played an important role
accentuated by the Triumph of the Cuban revolution, which promoted the
creation of conditions for equity in social development, creating the
Federation of Cuban Women (FMC) in 1960. An organization set out to
transform the discriminatory mentality towards women and make them
active subjects of social transformation 2.
Laws
in Cuba prohibit discrimination against women and today there are no
restrictions on their civil status. The Constitution of the Republic, in
Title V, chapter I on rights, duties and guarantees states that the
Cuban State recognizes and guarantees to the person the enjoyment and
the inalienable, imprescriptible, indivisible, universal and
interdependent exercise of human rights, in correspondence with the
progressiveness, equality and non-discrimination principles. The State
fosters the integral development of women and their full social
participation 3. In the Cuban economy
context, women make up an important reserve of productivity,
particularly in rural areas, but the deployment of all the productive
potentialities of women will not be effective if the gender inequalities
that persist in the world are not taken into account localities and
stop their full participation. For their part, rural women in Cuba make
up 11.5 % of the total population and 23 % of the total women in the
country 4
The lack of importance in the agricultural
sector in the Cuban economy has been reflected in female employment. The
2002 Population and Housing Census recorded that female employees in
rural areas represented 13.7 percent of all Cuban women engaged in paid
work and 22.8 percent of all rural women. Meanwhile, they were 67
percent of the non-economically active population in those areas,
according to data from the ONEI in 2002. It is estimated that for every
100 men employed in rural areas, 30 women are 5.
As
part of the efforts carried out in the country in favor of gender
equality and with the intention of socializing results in this regard.
This work aims to show the work of the gender axis of the Local
Agricultural Innovation Project, in the period from September 2013 to
October 2015 and the social impacts generated from the insertion of the
gender perspective in the project.
Since 2011,
groups of rules have been implemented in Cuba aimed at updating its
economic and social model. In this scenario, food security is a top
priority for the State; however, it has been exposed to a set of
critical factors including insufficient national food production,
limited access to food in the international market, degradation of
fundamental natural resources (water, soils, and forests) and
biodiversity loss, among others. In this sense, it has been expressed,
it must go much further, use more resistant and productive varieties,
techniques that are less aggressive to the environment and better
exploit the resources we have 6.
On
the other hand, diverse social situations influence local agricultural
development. The mobility of young people towards development areas with
higher economic remuneration and social recognition, which affects the
labor force reduction in agriculture. Also, the population aging, the
income from salaries and pensions insufficient to assume the increase in
food prices. The agricultural sector masculinization and insufficient
participation and leadership of women in agricultural production
scenarios, the need for peasant training who access to land in usufruct
for its proper use and conservation. The growing need to prepare
governments to face the decentralized management challenge of the
municipality and take on the local agricultural innovation challenges 7.
Although
the aforementioned changes constitute opportunities for women, their
access is a minority, firstly because they are a minority in this
sector, an example of this is that the ANAP has 4.331 grass-roots
organizations, which group 331.874 associates, of which 35. 971 are
women, representing 11 % and due to the subsistence of the sexual
division of labor in the productive systems, as well as the permanence
of sexist prejudices and stereotypes also in family spaces, which limit
their participation in specific tasks of agricultural production 5.
In
the Cuban agricultural context, however, multiple efforts have been
developed in favor of gender equality in a strategic alliance with the
FMC, evidence of this is that the National Association of Small Farmers
(ANAP), the Cuban Association of Animal Production (ACPA) and the Cuban
Association of Agricultural and Forestry Technicians (ACTAF) have gender
strategies.
In search of local alternatives to
stimulate food production, both in volume and diversity and in this way
contribute to the population quality life, the Local Agricultural
Innovation Project (PIAL) is contributing, led by the National Institute
of Agricultural Sciences (INCA) is developed in 10 provinces and 45
municipalities of the country. In each of these municipalities,
Multi-stakeholder Management Platforms and more than 290 groups of
producers and other innovators involved in the change are formally
recognized.
Since 2007, the PIAL outlined within
its objectives, mainstreaming the gender approach in production
scenarios, through pilot gender projects, which led to the reflection of
taking affirmative actions with women who were associated with the
production or playing traditional roles in households. This suggests
that what mainstreaming is trying to do is not only the participation of
women in a previously established development program, but also
includes that both women and men participate in the definition of
objectives and in planning, so that development fulfills with the
priorities and needs of both.
Between 2013 and
2016, It worked with indicators that aimed to generate jobs for women in
order to guarantee their economic autonomy; create local agricultural
innovation groups made up of women; strengthen productive and managerial
capacities in women; products of agricultural innovations marketed by
women; sensitize and commit to gender equality local actors and
decision-makers, among others.
Thus, from the
gender axis, it is intended to reveal and transform prejudices and
stereotypes typical of patriarchal culture, which place women at a
disadvantage in the different action areas: the family, the cooperative,
the community, among others and they limit their full participation in
development processes, offering ways to transform this reality.
MATERIALS AND METHODSThe
work was developed in 10 provinces of the country: Pinar del Río,
Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus,
Holguín, Las Tunas and Granma, within a radius of 45 municipalities in
the period 2015-2017.
The gender approach, as a
transversal axis, aimed to offer equal opportunities to both women and
men who are in the rural context. The intervention strategy focused on
Women in Development (EMD) approach (an approach that proposes
eliminating gender inequalities, empowering and empowering women) which
has predominated in the projection of work. However, as of 2013, this
approach shifts towards a Gender in Development (EGD) perspective, which
aims not to focus exclusively on women, but rather on the need to
modify the relationship patterns between some and others. All this with
the objective of visualizing the existing gender gaps in the
agricultural sector and being able to offer equal opportunities to women
and young people in the sector. The women are associated with the
Federation of Cuban Women. The results in this sense correspond to
studies carried out 8, in the strengthening
of national capacities to mainstream the gender perspective in public
policies and institutions and in public and private companies.
The
descriptive analytical research result was used for the study, taking
into account that qualitative methods start from the basic assumption
that the social world is built of meanings and symbols. Hence,
intersubjectivity is a key piece of qualitative research and a starting
point to capture social meanings reflectively, it is necessary to delve
into the meanings provided by the people under study 9.
For this purpose, an intentional sample was formed that included
agricultural producers and agricultural producers, families from some
municipalities and provincial and municipal gender referents.
The
investigation instruments were the following: bibliographic review,
document analysis, interviews with families, workshops with provincial
and municipal gender referents.
The categories studied were:
Economic
and productive results (jobs generated for women, income generated by
innovations, economic initiatives. They are sources of female
employment, micro-actions that stimulate local agricultural innovation).
Female
participation and leadership (women leading provincial and municipal
GIALs and MMPs (multi-stakeholder management platforms), GIALs made up
of women, women managing seeds in their conservation, processing and
marketing, women leaders of productive units).
Main resultsEconomic and productive resultsAmong the economic and productive results driven by the Gender axis, jobs and income for women stand out. (Table 1),
note that in general the average income per woman is around 500.00 CUP
per month, which denotes an opportunity to join new jobs, as well as an
improvement in the women life quality and her relatives, standing out
Artemisa and Holguín provinces, followed by Pinar de Río province. The
PIAL Local Agricultural Innovation Program, since 2007, develops a group
of actions aimed at offering opportunities to women in rural contexts
of the country to reduce the existing gaps in the agricultural sector,
despite the programs and policies outlined. In a study carried out it
was found that in the cooperative sector only 17, 22 % are women and
that in other economic activity branches women have a low presence,
which is why specific actions are carried out, with the aim of providing
opportunities for participation (10.
The Generation of economic initiatives by
provinces are inserted in the work of the Local Agricultural Innovation
Project that are shown in Figure 1. Among them,
Artemisa and Holguín provinces stand out in the generation of economic
initiatives. These are the preservation of fresh food, the points of
sale of natural juices, making flower arrangements and handicrafts,
making wines and vinegars, using energy with bio-digesters, oilseed
production, mini-industries, medicinal plant production, Jamaica flower,
for making wines, vinegars and sweets, seed production, goat milk,
cheese and yogurt production, pig production, family gardens, rabbit
production, seed conservation, among others.
As
can be seen, the generation of new jobs and opportunities for marketing
is a result achieved in the work stage, with the provinces of Holguín,
Pinar del Río and Mayabeque standing out in this regard.
Economic initiatives and jobs generated by women in eight provinces of the country
It is found that the income of women and
men who work on farms linked to the project have doubled their average
monthly salary to 1200 CUP/month. An increase in the income of men and
women is estimated from the products generated from the 42
mini-industries that operate in the project, as well as the income
generated by service provision on farms.
These
achievements in the Bahía Honda municipality illustrate the generation
of 18 jobs, 11 of them for women at the end of 2014. In this regard, the
installation of a juicer at the Manuel "González Díaz" Hospital stands
out. All the products offered are at prices between 1.00 and 2.00 CUP
and offer a great variety of natural juices made from fresh fruits and
goat milk yogurt. This initiative has been valuable because it uses the
fruit productions of agricultural producers in the territory that did
not find a destination for them and today they are used for the
population welfare.
The increase in productive
initiatives developed by women, including: making and marketing of
floral arrangements, wines and vinegars, handicrafts, textiles,
ornamental plants, farm and yard animals, goat milk (distributed in
wineries), oilseeds (oil and cakes), use of energy with bio-digesters,
fruit trees and grains, are the result of the training received by women
and men. Women systematically exhibit handicrafts, crafts, flowers,
culinary, agrobiodiversity fairs, and they are marketed with the
population participation and income is received from sales (Figura 2).
Women and men participate in PIAL innovation festival, 2019
Address a study carried out in communities in Chile 11
programs with a gender focus request in their strategies that issues
related to commercialization and the legal initiation of activities, in
order to enable activities to last over time.
The family economic activity diversification has been another notable result (Table 2).
Interviews with eight families from the San José de las Lajas
municipality, Mayabeque province, show changes in this regard. Among the
new activities carried out by the families are food preservation, the
vinegar production, ornamental plants, the raising of rabbits, flower
arrangement elaboration, the dry condiment production; activities
learned by women and men in the GIALs and by children in the Interest
meeting 12. However, there is a group of
agricultural work and activities in which the incorporation of women is
the majority even their participation is still limited. It is due to
several factors such as tradition, weight of housework, underestimation,
among others 13.
Regarding the age composition (Table 3),
adults predominate in all families, with the majority of women (50 %)
being in the age group of 21-60 years. In the case of men, those over 60
years of age predominate (45.4 %), which shows that the highest
percentage of people are in the most advanced ages, which is why it is
necessary for the intervention of development projects in the
communities, work with a diversity of age groups with a view to reducing
inequities. Hence, the intentional work importance with youth and
children in order to strengthen the traditions of the country's
agricultural culture.
These results show that, although the
productive initiatives generate economic autonomy for women, the
activities carried out continue to reproduce traditional roles for their
gender, an aspect on which the project must continue working. In the
same way, the performance of reproductive, productive and community
roles assumed by them overloads them, hence the importance of analyzing
with women and men the construction of masculinity and its impacts on
intra and inter-gender relationships in order to share the tasks that,
due to the traditional sexual division of labor, women are expected to
perform.
Development
of micro-actions as a stimulus to the processes of Local Agricultural
Innovation (IAL according its acronyms in Spanish)The
micro-actions or micro-scholarships are generated initiatives, which
can be accessed by all people interested in implementing actions of
Local Agricultural Innovation and Local Development focused on
agroecological agriculture, where residents of any municipality linked
to the project, beyond their educational level and origin have the
access possibility. These have been convened by the provincial and
national coordinators of the project with the aim of promoting women
participation in local agricultural innovation processes. Besides,
diversifying sources of income in families to reverse the women
situation in rural communities, generating ideas and proposals for
action that enrich the cause of female empowerment and gender equality,
identify interests for economic initiative development linked to
agricultural production led by women and multiply knowledge.
In
2014, 11 micro-scholarships convened by the national coordination were
accepted, which express the growth in women from the training received,
which had a positive impact on the development of the municipalities and
provinces where they were executed. A result it is evident that it is
the issue of improving the conditions for flower seed production on the
farm of a flower producer in Mayabeque province, which increased species
diversity on her farm and trained more than 20 women with her
municipality experience.
In addition to this,
the results were disseminated in different local media and other women
join the floriculture activity in the municipality and increase new
varieties on their farms. This activity is carried out in conjunction
with another producer who decides to apply to share the plants in her
garden with women in her community. It had an adequate social impact,
because spaces were created for experiences exchange, reflection on the
care of plants in the gardens and the creation of unused spaces in the
community for ornamental plant development, which results in the
community benefit.
Flower arrangements was
another initiative developed by women from Mayabeque province and which
in a very short time spread to the ten provinces where the project is
inserted. To evaluate the impact of this action the experience was
systematized, resulting in the opening of sale new points for ornamental
plants and flowers, which generate new jobs in a non-traditional
activity and obtain an average income of more than 550.00 CUP per month.
Another
initiative that is being developed is rabbit farming led by women,
having a positive impact, accompanied by another in Las Tunas territory,
based on fresh condiment production in orchards and the mini-industry
for the production and commercialization of dry condiments. Families in
Artemisa province develop initiatives dedicated to the creation of a
space for food conservation and another to artisanal production with the
use of wild plant seeds. All the actions responded to the demands of
the municipalities and had a positive and direct impact on local
development and the families involved.
Results linked to participation and female leadershipFemale
participation and leadership is one of the ways to change the women
position in power relations, which is expressed through indicators as
shown in Table 4.
The result
is a gender strategy aimed at women who lead Innovation Groups (GIALs),
and at women who hold management positions in the organizations,
institutions and productive units to which they are linked.
GIALs
are constituted to work based on the articulation of allied actors in
the face of development demands, with common challenges and interests,
that innovate to generate solutions in the socio-economic and productive
sphere 14,15.
These groups are made up of men and women; as a gender strategy, it
reports a growing participation of women (5.314 for 41 %), in processes
and spaces for innovation organized by the GIALs. Currently they are 34 %
of the leaders in GIALs, 43 % in the platforms and 50 % of the
provincial teams. When counting women leaders in the municipalities
(women in management spaces or other leaderships, example: Points of
sale, micro-industries) the figure was 245, all thanks to the specific
actions that are carried out to contribute to improving the indicators
related to gender equity.
As has been maintained, the GIALs carry
out different productive activities such as: rabbit farming,
handicrafts, ornamental plants, making flower arrangements, grains, art
and agroforestry, industrial symbiosis, fruit tree nurseries,
meliponiculture, home gardens, pig production, conservation of seeds,
coriander production, cassava flour, among others.
Agroproducers
and cooperatives of Gibara municipality emphasize on director board,
there are nine women presidents of cooperatives and 12 vice-presidents
of 62 cooperatives. There are also women in sales points, artisans,
veterinarians and direct workers in agricultural production. More work
has been done on involving women in decision-making. There are many
women leading and generating income.
Similarly,
trained women are now at the helm of the cooperatives, such as the
gender benchmark in Güines municipality and the existence of women who,
because of the axis work, direct the gender axis activity in San José de
las Lajas and represents this activity in the ANAP of Mayabeque
province.
Likewise, members of Manicaragua
Platform agree that before the project many women were housewives and
now participate in productive spaces and agricultural innovation: The
project has empowered women leaders who are in charge of the GIAL of
food conservation. These leaders have convening power and have radiated
knowledge in their community, in the family and in other communities,
for example: Comunidad del Vaga.
Although the
insertion of women in productive scenarios has been favored, national
statistics reveal the masculinization of the agricultural sector and
this causes a minority presence of women in productive work and in
management positions; aspects on which work should continue. A recent
study in the province of Matanzas confirms the invisibility of women in
the rural context and gender barriers to strengthen food sovereignty in
Cuba 16.
On the
other hand, the presence of labor traditional social division in the
agricultural context means that women are not considered for certain
activities such as the management of agricultural machinery or the
management of productive entities, which affects less access to these
opportunities. In the same way, the agricultural implements that are
bought (machetes, hoe, gloves, clothes, and boots) are designed for men;
the productive sites lack bathrooms, the meeting hours exceed the
working hours, all of which is limiting for the participation of women
in productive work.
These challenges indicate
the relevance of moving towards a Gender approach to development,
centered on power relations, which implies working with men and women
with a critical look at the social construction of femininity and
masculinity that naturalizes asymmetries between genders and places
women at a social disadvantage. Hence, the need to broaden the debate
that has been promoted in the country on the cross-sectional approach to
gender and the theory of masculinities since the 1990s. It comes to
introduce the idea that the culture of gender equality does not It only
has to do with a change in the situation of women but rather in the
power relations that are generated between men and women in society and
in the family 17. These inequalities were
also reported in Ecuador when a study was carried out on the women
participation in the tourism labor market, where the unequal women
incorporation into the activity of the sector was visualized, compared
to men 18.
On the
other hand, it is a complex job, since multiple mediations affect this
disadvantage: territorial origin, skin color, income, age, sexual
orientation, religious affiliation, among others, existing in all spaces
of Cuban society. In Villa Clara province 19,
a study carried out shows that gender and age show disproportionality
in the social distribution of agricultural innovation, since only 7.69 %
represent women and 5.13 % represent women. In young people under 35
years of age, such vulnerabilities favor poverty vulnerability and
threaten agrarian culture sustainability.
That
is why working with the gender transversal approach is of utmost
importance, since the efforts made in the country are still not enough
to reduce the existing gaps.
CONCLUSIONS
There
is a greater presence of women in leadership roles and in
decision-making spaces in local agricultural innovation groups, in
multi-stakeholder management platforms and in the boards of directors of
cooperatives, all of which indicates progress in empowerment female.
Beyond
the progress and impacts that are evident from the work carried out,
gender relations are anchored in conceptions, customs, values,
traditions and producing changes in this regard requires motivation,
time and perseverance. The challenges identified in this work constitute
the compass to continue working and move towards a more dignified, just
and equitable society.
An essential
way to enhance the autonomy of women has been attention to strategic
gender interests based on knowledge management. The actions carried out
have been multiple: awareness-raising workshops for men and women,
participation in exchanges of national and international experiences,
the offer of varied training topics favoring women in order to encourage
production and production diversification, the insertion in events, the
prizes obtained, the publications and theses defended, and the
communicative products produced. All of this is a sign of the personal
growth and social impact of the work of women linked to the gender axis
of this project.
There is a greater
presence of women in leadership roles and in decision-making spaces in
local agricultural innovation groups, in multi-stakeholder management
platforms and in the cooperative director boards, all of which indicates
progress in empowerment female.