Artículo original
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Productividad del frijol (Phaseolus vulgaris L.). Parte I. Rendimiento en función de variables meteorológicas
[0000-0001-6759-0314] Lázaro A. Maqueira-López [1] [*]
[0000-0002-2998-5021] Osmany Roján-Herrera [1]
[0000-0002-9695-1120] Joselín Solano-Flores [1]
[0000-0003-4588-1318] Iracely M. Santana-Ges [2]
[0000-0002-9079-0952] Dianelys Fernández-Márquez [2]
[1] Unidad Científico Tecnológica de Base "Los Palacios". Km 1½ carretera La Francia, Los Palacios, Pinar del Río, Cuba. CP 22 900
[2] Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", Avenida José Martí No. 270, Pinar del Río, Cuba, CP 20 100
[*] Autor para correspondencia: lalberto@inca.edu.cu
RESUMEN
La
investigación se desarrolló en áreas de la Unidad Científico
Tecnológica de Base “Los Palacios”, Pinar del Río, perteneciente al
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA). El objetivo fue evaluar
la variabilidad del rendimiento en cultivares de frijol y su relación
con variables meteorológicas, según fecha de siembra. Se utilizaron seis
cultivares de frijol (Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, Bat 304, Bat
832 y Cuba Cueto 25-9), los cuales se sembraron en cuatro fechas de
siembra (octubre 2010, diciembre 2011, enero 2012 y octubre 2012), sobre
un suelo Hidromórfico Gley Nodular Ferruginoso Petroférrico. Se utilizó
un diseño experimental de bloques al azar con tres réplicas y se evaluó
el rendimiento agrícola y sus principales componentes; además, de
variables meteorológicas (temperaturas, radiación solar, humedad
relativa), en diferentes etapas fenológicas del cultivo. A partir de los
resultados es posible concluir que, el rendimiento se relaciona de
manera positiva con la temperatura del aire en la fase de crecimiento
desde emergencia hasta floración y de manera negativa, durante la fase
de floración a cosecha, aspecto asociado a posibles cambios en la
disponibilidad de asimilados. Los cultivares en estudio requieren un
rango de calor acumulado para completar su ciclo biológico que oscila
entre 900 y 1350 °C, aproximadamente.
Palabras clave:
cultivar; temperatura; fenología.
El frijol común (Phaseolus vulgaris
L.) es la leguminosa de mayor importancia por su consumo en el mundo.
Se cultiva en ambientes muy diversos y son los países de Centroamérica y
el Caribe donde se concentran grandes áreas productoras y las
poblaciones que más lo consumen, por ser un componente esencial de su
dieta diaria 1,2 y una fuente rica en proteínas, vitaminas y minerales 3.
En Cuba, su cultivo alcanza cada día mayor importancia y el país ha
incrementado su siembra de 122 mil hectáreas en el año 2016 a 147 mil en
el 2018 4,5. Sus rendimientos se han mantenido entre 0,8 y 1,0 t ha-1 inferior al potencial de los cultivares utilizados; no obstante, la producción nacional aún no satisface la demanda de consumo 6,7.
Además, el cambio climático se ha convertido en un factor decisivo para
la estabilidad de los rendimientos. En los últimos años son más
evidentes los eventos meteorológicos extremos, se han modificado los
patrones globales de precipitación y la intensidad de las sequías 8.
Por lo tanto, promover el uso de cultivares mejor adaptados a las
condiciones ambientales actuales, puede contribuir a que las
producciones nacionales logren satisfacer la demanda de la población
cubana 9.
Estos
aspectos evidencian en cierta medida que el comportamiento y la
respuesta de los cultivares de frijol a las condiciones ambientales es
diferente según la fecha de siembra, por lo que el análisis de las
variables meteorológicas puede ser adecuado para detectar las
diferencias de adaptación del frijol en un ambiente determinado. Por
tanto, acorde con los criterios anteriores, el presente trabajo se
desarrolló con el objetivo de evaluar la variabilidad del rendimiento en
cultivares de frijol (Phaseolus vulgaris L.) y su relación con variables meteorológicas, según la fecha de siembra.
Los
experimentos se desarrollaron en la Unidad Científico Tecnológica de
Base “Los Palacios” (UCTB-LP), perteneciente al Instituto Nacional de
Ciencias Agrícolas, situada en la llanura sur de la provincia Pinar del
Río, a los 22°44’ de latitud Norte y a los 83°45’ de latitud Oeste, a 60
m s.n.m., con pendiente aproximada de 1 %. Se evaluaron seis cultivares
de frijol (Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, Bat 304, Bat 832 y Cuba
Cueto 25-9), los cuales fueron sembrados en cuatro fechas de siembra:
octubre 2010; diciembre 2011; enero 2012 y octubre 2012.
El suelo del área experimental se clasifica, según la Nueva Versión de Clasificación Genética de los Suelos de Cuba 10,
como Hidromórfico Gley Nodular Ferruginoso Petroférrico. Como resultado
del muestreo de suelo del área experimental, se muestran algunas
propiedades que caracterizan su fertilidad (Tabla 1).
Tabla 1.
Algunas propiedades de la capa arable (0-20 cm) que caracterizan la fertilidad del suelo donde se desarrollaron los experimentos
pH H2O | Ca++ | Mg+ | Na++ | K+ | P2O5 | MO |
---|
(cmol kg-1 suelo) | (mg 100 g-1 de suelo) | (%) |
---|
6,31 | 7,20 | 3,16 | 0,18 | 0,21 | 19,17 | 2,02 |
Las principales características de los cultivares en estudio se presentan en la Tabla 2
6, los que se sembraron por
siembra directa a distancia (manual), de 0,70 m entre surco y 0,05 m
entre plantas, con una norma de 54 kg ha-1 de semillas. Las labores fitotécnicas se realizaron según lo recomendado en el Manual Técnico del Cultivo de Frijol 6.
Se empleó un diseño experimental de bloques al azar con seis
tratamientos (los cultivares) y tres réplicas. Las parcelas
experimentales contaron con un área total de 30 m2.
Tabla 2.
Principales características de los cultivares de frijol estudiados en los experimentos
| Holguín 518 | Tazumal | Tomeguín 93 | Bat 304 | Bat 832 | CC-25-9 |
---|
Rendimiento (t ha-1) | 2,9 | 3,0 | 2,9 | 2,9 | 3,2 | 3,3 |
Fecha de siembra recomendada | septiembre-enero | septiembre-enero | septiembre-enero | septiembre-enero | septiembre-enero | octubre-noviembre |
Días a floración | 43 | 41 | 38 | 38 | 43 | 47 |
Días a madurez fisiológica | 75 | 75 | 69 | 68 | 74 | 86 |
Ciclo (días) | 86 | 86 | 80 | 75 | 87 | 100 |
En la Figura 1 se
registra la temperatura máxima, mínima y media diaria (Tmáx, Tmín,
Tmed), las precipitaciones, la radiación solar global (RSG) y humedad
relativa (Hr), del período de duración de los experimentos, los cuales
fueron obtenidos de la Estación Meteorológica de Paso Real de San Diego,
en Los Palacios.
Figura 1.
Temperaturas (máxima,
media, mínima), precipitaciones, radiación solar global y humedad
relativa, tomada de la Estación Agro meteorológica de Paso Real de San
Diego durante el periodo que duraron los experimentos
Se calculó la duración en días de cada una de
las fases de crecimiento, teniendo en cuenta lo reportado por la guía
técnica para la producción de frijol común y maíz, que aparece en la Tabla 3
6. Cada fase fue decretada
cuando más del 50 % de las plantas en las parcelas experimentales
presentaron las características acordes a lo descrito.
Tabla 3.
Descripción de cada una de las diferentes fases del crecimiento en el cultivo del frijol
Fase | Etapa | Identificación del inicio de la etapa |
---|
Código | Nombre |
---|
Vegetativa | V1 | Emergencia | Los cotiledones aparecen a nivel del suelo. |
R5 | Prefloración | Los primeros botones o racimos han aparecido |
Reproductiva | R6 | Floración | Se ha abierto la primera flor |
R9 | Maduración | Cambio de color de al menos una vaina |
La sumatoria térmica o grados día acumulados (GDA) fue calculada por el siguiente método 11:
Donde
T
máxima,
temperatura máxima diaria del aire
T
mínima,
temperatura mínima diaria del aire
T
base,
temperatura base, que es la temperatura en que el proceso de interés no progresa y se tomó en este caso 10 ºC 5.
Para determinar el rendimiento agrícola se cosecharon 8 m2 del centro en cada parcela experimental, se trillaron las plantas y se secaron los granos hasta alcanzar el 14 % de humedad.
Se
caracterizaron climáticamente las cuatro fechas de siembra, a través de
un análisis de componentes principales con dichas variables, dividiendo
el ciclo del cultivo en dos períodos: V1-R6, fase vegetativa; R6-R9, fase reproductiva 6.
Las
medias de las variables evaluadas obtenidas por cultivar y fecha de
siembra, se sometieron a análisis de varianza (ANAVA) y las diferencias
significativas entre las medias se determinaron con el test de Tukey
(p<0,05). Se construyeron varias matrices de datos, las cuales se
procesaron por la técnica multivariada de Componentes Principales,
mediante la representación de un Biplot. Se utilizó el paquete
estadístico Statgraphics 5.0 12.
En la Figura 2
se muestra el comportamiento del rendimiento agrícola de los cultivares
en las diferentes fechas evaluadas. De manera general, se observa una
variación de esta variable, tanto entre fechas de siembra, como entre
cultivares. Se demuestra que no se puede definir un patrón de
comportamiento específico para el rendimiento, por lo que resulta
necesario tener en cuenta el papel que juegan los factores internos,
relacionados con el cultivar y los externos, relacionados con el clima,
en el proceso de formación del rendimiento. A pesar de esto, los
cultivares BAT 304 y BAT 832 mostraron un comportamiento favorable en
todas las fechas de siembra.
En octubre 2010, se observa el mejor comportamiento para todos los cultivares con rendimientos de aproximadamente 2 t ha-1,
valor que difiere de manera significativa con los alcanzados en las
demás fechas de siembra (diciembre 2011, octubre 2012 y enero 2012). Sin
embargo, en octubre 2012 los rendimientos agrícolas se comportaron
cercanos a las 1,5 t ha-1 para la mayoría de los cultivares excepto para el cultivar CC-25-9 que alcanzó 1 t ha-1.
Figura 2.
Rendimiento agrícola (t ha-1) al 14 % de humedad del grano de los cultivares de frijol sembrados en cuatro fechas de siembra
El hecho de que los cultivares alcanzaran los
valores más altos del rendimiento en octubre 2010 pudiera estar
relacionado con la influencia que ejercen las variables meteorológicas
en la formación del rendimiento. Si analizamos el comportamiento de las
temperaturas, en esta fecha se observa que entre 40 y 70 días después de
la emergencia (estado de floración de los cultivares) las temperaturas
fueron relativamente menores en 1,5 °C aproximadamente, en comparación
con las restantes fechas en igual período (Figura 1).
En la literatura se destaca que la variabilidad de los rendimientos
está muy relacionada con las condiciones meteorológicas para un cultivar
determinado, aspecto que permite explicar cómo unos cultivares
responden mejor que otros a las condiciones edafoclimáticas de
determinada localidad.
También resultados de
otras investigaciones indican la influencia de las temperaturas (entre
20-25 °C) en la estabilidad de los rendimientos de algunas especies de
granos, específicamente, arroz, soya y frijol 13-15.
Los
resultados en este trabajo demuestran cómo a pesar de la variabilidad
en el clima, la respuesta de determinados cultivares (BAT 304 y BAT 832)
puede ser positiva ante condiciones locales imperantes, por lo cual
resulta importante la selección de estos por localidad. Al respecto,
algunos autores plantean que el ambiente en el cual se desarrollan los
cultivos agrícolas ejerce un efecto sobre los mismos, este puede ser
positivo o negativo, en dependencia del comportamiento de las variables
climáticas. Además, también destacan que resulta interesante conocer que
las plantas reflejan un comportamiento diferenciado ante las variables
climáticas, lo cual origina que cultivares de una misma especie
manifiesten comportamientos diferents ante un efecto similar de las
variables climáticas 16. Estos
estudios resultan de gran importancia para los programas de mejoramiento
genético, ya que se pueden determinar los parámetros más influenciados
por el medio y lograr así un criterio de selección más aceptado.
La representación gráfica del análisis de componentes principales se aprecia en la Figura 3,
en la cual se evidencia la asociación del comportamiento del
rendimiento agrícola de los cultivares en las diferentes fechas de
siembra, frente a las variables meteorológicas, tanto para la etapa
V1-R6, como para la de R6-R9.
A: etapa V1-R6, B: etapa R6-R9 Rto: Rendimiento (t.ha-1), RSG: Radiación solar global (Mjm2),
HR: Humedad relativa (%), Tmax: Temperatura máxima, Tmin: Temperatura
mínima. Cultivares: Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, BAT 304, BAT 832,
CC-25-9. Fechas de siembra: octubre 2010, diciembre 2011, octubre 2012,
enero 2012
Figura 3.
Asociación de las
principales variables meteorológicas con el rendimiento de los seis
cultivares de frijol para las cuatro fechas de siembra
Al tener en cuenta el grado de asociación entre las variables para la etapa V1-R6 (Figura 3A),
la mejor asociación positiva con el rendimiento la presentaron los
valores de temperatura, sobre todo las temperaturas mínimas. Al
respecto, en la literatura se plantea que el frijol es una planta de
origen tropical y se desarrolla mejor a temperaturas entre 18 y 24 °C y
se destaca que los mayores rendimientos se obtiene a las temperaturas
promedios indicadas. Además, se informa que en zonas calurosas se puede
producir frijol satisfactoriamente, siempre que las temperaturas
nocturnas no sean muy elevadas, ya que las noches calurosas comúnmente
inducen la caída de las flores en detrimento de la producción 6.
Las temperaturas bajas (inferiores a 15 °C) pueden provocar
disminuciones en el rendimiento, ya que afectan el desarrollo vegetativo
por ser muy lento el crecimiento y provocan atrasos en la floración,
con lo cual se prolonga considerablemente el ciclo de crecimiento 17.
Para la etapa R6-R9 (Figura 3B)
se aprecia una fuerte pero inversa relación entre las temperaturas
(máxima, media y mínima) y el rendimiento. Estos resultados indican que
un aumento de las temperaturas en ese período puede provocar disminución
en el rendimiento o viceversa. Estudios realizados con temperaturas
altas demostraron que éstas tuvieron un efecto negativo en el
rendimiento (valores que fueron bajos) y la biomasa producida, debido a
la tasa de crecimiento más lenta que obtuvo el cultivo, a la vez que
disminuyó el tamaño de los granos y se incrementó el arrugamiento de los
mismos 18. Se destaca que
temperaturas superiores a 30°C hacen disminuir la capacidad productiva,
provocan una baja en la producción de flores y vainas y, si el riego no
es adecuado, se induce la caída de las flores. Un efecto diferente se
observó en ensayos realizados con frijol; donde se encontró buenos
resultados en el rendimiento del grano seco cuando las temperaturas
fueron bajas (temperatura media mensual de 18 °C y una humedad relativa
de 80 % aproximadamente).
En estudios realizados
en soya después del comienzo de la floración, se evidencia que las
variaciones del rendimiento están asociados a variaciones en el
comportamiento de variables meteorológicas, ya que las variables
asociadas están relacionadas con posibles cambios en la disponibilidad
de asimilados. Por tanto, cuando las temperaturas no son muy altas (no
superan los 25 °C), se extiende todo o parte de la duración del
crecimiento reproductivo, a la vez que hay una mayor intercepción de la
radiación solar y un aumento en la fotosíntesis diaria del cultivo, de
esta manera, se garantiza una mayor disponibilidad de fotoasimilados y,
por ende, mayor rendimiento 19.
Con
los resultados del presente trabajo resulta evidente que la temperatura
es la variable que más influencia ejerce en la tasa de desarrollo del
cultivo del frijol, desde la emergencia hasta la cosecha, lo que
significa que todas las etapas de desarrollo son sensibles a la misma.
Los valores de Grados días de calor acumulados (GDCA, °C) para completar
fases y el ciclo del cultivo para los diferentes cultivares en estudio
aparecen en la Tabla 4.
Tabla 4.
Grados días de calor acumulados (GDCA, °C) para completar fases y el ciclo en seis cultivares de frijol (Phaseolus vulgaris L.)
Cultivares | Fase V1-R6 | Fase R6-R9 | V1-R9 |
---|
Holguín 518 | 591,05±19,9 | 551,63±34,2 | 1142,70±30,8 |
Tazumal | 564,23±20,1 | 578,48±33,9 | 1142,70±30,8 |
Tomeguín 93 | 523,75±18,9 | 531,30±30,1 | 1062,48±29,5 |
BAT 304 | 591,23±18,9 | 468,90±22,9 | 998,70±25,3 |
BAT 832 | 641,55±19,8 | 558,15±33,8 | 1149,20±28,2 |
CC-25-9 | 641,55±20,7 | 680,93±44,1 | 1322,45±36,2 |
± representa el intervalo de confianza de las medias, n=4
V1: emergencia, R6: floración; R9: maduración
Los cultivares requieren un rango de calor
acumulado para completar su ciclo biológico que oscila entre 900 y 1350
°C aproximadamente, aunque teniendo en cuenta que Holguín 518, Tazumal,
Tomeguín 93, BAT 304 y BAT 832 solo llegan hasta 1200 °C, se pudieran
agrupar como cultivares que necesitan un rango de temperatura similar;
mientras que CC-25-9 como requiere valores cercanos a 1300 ºC, pudiera
agruparse con otros cultivares de un ciclo más largo, que requieren
mayor GDCA, por lo que se pudieran continuar los estudios para agrupar
cultivares en función de esta variable .
El
tiempo térmico se utiliza, generalmente, para incluir los efectos de la
temperatura y describir la temporización de los procesos biológicos de
la planta; o sea, se puede definir como la cantidad de grados-día
necesarios para completar un determinado proceso de desarrollo o fase
fenológica 20. Por lo que en
este estudio el tiempo térmico debió tener cierta incidencia en la
duración de la etapa, de manera tal que pudiera dar respuesta a las
variaciones en el rendimiento. A partir de estos resultados es posible
explotar, de manera conveniente, las condiciones del clima, en relación a
las características genéticas de los cultivares y así aprovechar el
período más idóneo para el desarrollo de las fases fenológicas del
cultivo, la eficiencia y la oportunidad en la aplicación de los insumos y
la mano de obra a utilizar. Se pueden manejar las fechas de siembra y
seleccionar los cultivares adecuados en determinada localidad; teniendo
en cuenta el comportamiento de las temperaturas como elemento
fundamental.
El
rendimiento se relaciona, de manera positiva, con la temperatura del
aire en la fase de crecimiento de emergencia a floración y de manera
negativa durante la fase de floración a cosecha, aspecto asociado a
posibles cambios en la disponibilidad de asimilados.
Los
cultivares en estudio requieren un rango de calor acumulado para
completar su ciclo biológico que oscila entre 900 y 1350 °C,
aproximadamente.
Original article
Bean (Phaseolus vulgaris L.) productivity. Part I. Yield as a function of meteorological variables
[0000-0001-6759-0314] Lázaro A. Maqueira-López [1] [*]
[0000-0002-2998-5021] Osmany Roján-Herrera [1]
[0000-0002-9695-1120] Joselín Solano-Flores [1]
[0000-0003-4588-1318] Iracely M. Santana-Ges [2]
[0000-0002-9079-0952] Dianelys Fernández-Márquez [2]
[1] Unidad Científico Tecnológica de Base "Los Palacios". Km 1½ carretera La Francia, Los Palacios, Pinar del Río, Cuba. CP 22 900
[2] Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", Avenida José Martí No. 270, Pinar del Río, Cuba, CP 20 100
[*] Author for correspondence: lalberto@inca.edu.cu
ABSTRACT
The
research was carried out in areas of the Scientific Technological Base
Unit "Los Palacios", Pinar del Río, belonging to the National Institute
of Agricultural Sciences (INCA). The objective was to evaluate the
variability of the yield in bean cultivars and its relationship with
meteorological variables, according to sowing date. Six bean cultivars
were used (Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, Bat 304, Bat 832 and Cuba
Cueto 25-9), which were planted on four sowing dates (October 2010,
December 2011, January 2012 and October 2012), on a Hydromorphic Gley
Nodular Ferruginous Petroferric soil. An experimental design of random
blocks with three replications was used and the agricultural yield and
its main components were evaluated; in addition, meteorological
variables (temperatures, solar radiation, relative humidity), in
different phenological stages of the crop. From the results it is
possible to conclude that the yield is positively related to the air
temperature in the growth phase from emergence to flowering and
negatively, during the flowering to harvest phase, an aspect associated
with possible changes in the availability of assimilates. The cultivars
under study require a range of accumulated heat to complete their life
cycle that ranges from 900 to 1350 °C, approximately.
Key words:
cultivar; temperature; phenology.
The common bean (Phaseolus vulgaris
L.) is the most important legume for consumption in the world. It is
grown in very diverse environments and it is the Central American and
Caribbean countries where large producing areas and the populations that
consume it the most are concentrated, as it is an essential component
of their daily diet 1,2) and a rich source of protein, vitamins and minerals 3.
In Cuba, its cultivation is becoming increasingly important and the
country has increased its planting from 122 thousand hectares in 2016 to
147 thousand in 2018 4,5. Its yields have been kept between 0.8 and 1.0 t ha-1 lower than the potential of the cultivars used; however, domestic production still does not meet consumer demand 6,7.
Furthermore, climate change has become a decisive factor for the
stability of yields. In recent years, extreme meteorological events have
become more evident, global precipitation patterns and drought
intensity have changed 8.
Therefore, promoting the use of cultivars better adapted to current
environmental conditions can help national productions to satisfy the
demand of Cuban population 9.
These
aspects show to a certain extent that the behavior and response of bean
cultivars to environmental conditions is different according to the
sowing date, so the analysis of meteorological variables may be adequate
to detect differences in bean adaptation in a certain environment. For
this, in accordance with the previous criteria, the present work was
developed with the objective of evaluating the variability of yield in
bean (Phaseolus vulgaris L.) cultivars and its relationship with meteorological variables, according to the sowing date.
The
experiments were developed in the Base Scientific Technological Unit
"Los Palacios" (UCTB-LP), belonging to the National Institute of
Agricultural Sciences, located in the southern plain of Pinar del Río
province, at 22° 44' North latitude and at 83° 45' west latitude, at 60 m
a.s.l, with an approximate slope of 1 %. Six bean cultivars were
evaluated (Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, Bat 304, Bat 832 and Cuba
Cueto 25-9), which were planted on four sowing dates: October 2010;
December 2011; January 2012 and October 2012.
The soil of the experimental area is classified, according to the New Version of Genetic Classification of Cuban Soils 10,
as Hydromorphic Gley Nodular Ferruginous Petroferric. As a result of
the soil sampling of the experimental area, some properties that
characterize its fertility are shown (Table 1).
Table 1.
Some properties of the arable layer (0-20 cm) that characterize the fertility of the soil where the experiments were developed
pH H2O | Ca++ | Mg+ | Na++ | K+ | P2O5 | OM |
---|
(cmol kg-1 soil) | (mg 100 g-1 of soil) | (%) |
---|
6.31 | 7.20 | 3.16 | 0.18 | 0.21 | 19.17 | 2.02 |
The main characteristics of cultivars under study are presented in Table 2
6, those that were sown by
direct sowing at a distance (manual), 0.70 m between rows and 0.05 m
between plants, with a norm of 54 kg ha-1 of seeds. The phytotechnical work was carried out as recommended in the Technical Manual for Bean Cultivation 6.
A randomized block experimental design with six treatments (the
cultivars) and three replicates was used. The experimental plots had a
total area of 30 m2.
Table 2.
Main characteristics of the bean cultivars studied in the experiments
| Holguín 518 | Tazumal | Tomeguín 93 | Bat 304 | Bat 832 | CC-25-9 |
---|
Yield (t ha-1) | 2,9 | 3,0 | 2,9 | 2,9 | 3,2 | 3,3 |
Recommended sowing date | september-january | september - january | september - january | september - january | september - january | october-november |
Days to flowering | 43 | 41 | 38 | 38 | 43 | 47 |
Days to physiological maturity | 75 | 75 | 69 | 68 | 74 | 86 |
Cycle (days) | 86 | 86 | 80 | 75 | 87 | 100 |
In Figure 1 the
daily maximum, minimum and average temperature (Tmax, Tmin, Tmed),
rainfall, global solar radiation (GSR) and relative humidity (Rh) are
recorded, of the period of experiment duration, which were obtained from
the Paso Real de San Diego Meteorological Station, in Los Palacios.
Figure 1.
Temperatures (maximum,
average, minimum), rainfall, global solar radiation and relative
humidity, taken from the Paso Real Agro-meteorological Station in San
Diego during the period that the experiments lasted
The duration in days of each growth phases
was calculated, taking into account that reported by the technical guide
for the production of common beans and corn, which appears in Table 3
6. Each phase was decreed
when more than 50 % of plants in the experimental plots presented the
characteristics according to what was described.
Table 3.
Description of each of the different growth phases in bean cultivation
Phase | Stage | Identification of the stage start |
---|
Code | Name | |
---|
Vegetative | V1 | Emergency | Cotyledons appear at ground level. |
R5 | Pre-flowering | The first buttons or clusters have appeared |
Reproductive | R6 | Flowering | The first flower has opened |
R9 | Maturation | Color change of at least one pod |
The thermal sum or accumulated degree days (ADD) was calculated by the following method 11:
Where
T
maximum,
maximum daily air temperature
T
minimum,
daily minimum air temperature
T
base,
base temperature, which is the temperature at which the process of interest does not progress and in this case 10 ºC was taken 5.
To determine the agricultural yield, 8 m2
of the center were harvested in each experimental plot, the plants were
threshed and the grains were dried until reaching 14 % humidity.
The
four sowing dates were climatically characterized, through an analysis
of main components with said variables, dividing the crop cycle into two
periods: V1-R6, vegetative phase; R6-R9, reproductive phase 6.
The
means of the evaluated variables obtained by cultivar and sowing date
were subjected to analysis of variance (ANAVA) and the significant
differences between means were determined with the Tukey test (p
<0.05). Several data matrices were constructed, which were processed
by the Principal Components multivariate technique, through the
representation of a Biplot. The statistical package Statgraphics 5.0 was
used 12.
Figure 2 shows the behavior of the
agricultural yield of cultivars in the different evaluated dates. In
general, a variation of this variable is observed, both between planting
dates and between cultivars. It is shown that a specific behavior
pattern cannot be defined for yield, so it is necessary to take into
account the role that internal factors, related to the cultivar and
external factors, related to the climate, play in the yield formation
process. Despite this, the cultivars BAT 304 and BAT 832 showed a
favorable behavior on all sowing dates.
In October 2010, the best performance is observed for all cultivars with yields of approximately 2 t ha-1,
a value that differs significantly from those achieved on the other
sowing dates (December 2011, October 2012 and January 2012). However, in
October 2012, agricultural yields were close to 1.5 t ha-1 for most cultivars except for the cultivar CC-25-9, which reached 1 t ha-1.
Figure 2.
Agricultural yield (t ha-1) at 14 % grain moisture of bean cultivars planted on four sowing dates
The fact that cultivars reached the highest
yield values in October 2010 could be related to the influence of
meteorological variables on yield formation. Analyzing the behavior of
temperatures, on this date it is observed that between 40 and 70 days
after emergence (flowering stage of the cultivars) the temperatures were
relatively lower by approximately 1.5 °C, compared to the remaining
dates in the same period (Figure 1). In the
literature, the variability of yields is closely related to
meteorological conditions for a specific cultivar, an aspect that allows
explianing how some cultivars respond better than others do to the
edaphoclimatic conditions of a certain locality.
Results
from other investigations also indicate the influence of temperatures
(between 20-25 °C) on yield stability of some grain species,
specifically, rice, soy and beans 13-15.
The
results in this work show how despite the variability in climate, the
response of certain cultivars (BAT 304 and BAT 832) can be positive in
the face of prevailing local conditions, which is why the selection of
these by locality is important. In this regard, some authors suggest
that the environment in which agricultural crops are developed has an
effect on them, this can be positive or negative, depending on the
behavior of climatic variables. In addition, they also highlight that it
is interesting to know that plants reflect a different behavior in the
face of climatic variables, which means that cultivars of the same
species show different behaviors in the face of a climatic variable
similar effect 16. These studies
are of great importance for genetic improvement programs, since the
parameters most influenced by the environment can be determined and thus
achieve a more accepted selection criterion.
The graphic representation of main component analysis is in Figure 3,
which shows the association of the agricultural yield behavior of
cultivars in the different sowing dates, compared to the meteorological
variables, both for stage V1-R6, as for that of R6-R9.
A: stage V1-R6, B: stage R6-R9 Yield: Efficiency (t ha-1), GSR: Global solar radiation (Mjm2),
Hr: Relative humidity (%),max T: Maximum temperature, min T: Minimum
temperature . Cultivars: Holguin 518, Tazumal, Tomeguin 93, BAT 304, BAT
832, CC-25-9. Sowing dates: October 2010, December 2011, October 2012,
January 2012
Figure 3.
Association of the main meteorological variables with the yield of the six bean cultivars for the four sowing dates
When taking into account the degree of association between variables for the V1-R6 stage (Figure 3A),
the best positive association with performance was presented by the
temperature values, especially the minimum temperatures. In this regard,
in the literature it is stated that beans are a plant of tropical
origin and that it develops better at temperatures between 18 and 24 °C
and it is highlighted that highest yields are obtained at indicated
average temperatures. In addition, it is reported that in hot areas
beans can be produced satisfactorily, if night temperatures are not very
high, since hot nights commonly induce the fall of flowers to the
detriment of production 6. Low
temperatures (below 15 °C) can cause a decrease in yield, since they
affect vegetative development as growth is very slow and cause delays in
flowering, which considerably prolongs the growth cycle 17.
For stage R6-R9 (Figure 3B)
a strong but inverse relationship between temperatures (maximum,
average and minimum) and performance is observed. These results indicate
that an increase in temperatures in this period can cause a decrease in
performance or vice versa. Studies carried out with high temperatures
showed that these had a negative effect on the yield (values that were
low) and the biomass produced, due to the slower growth rate obtained by
the crop, while grain size decreased and their wrinkling increased 18.
It is emphasized that temperatures above 30 °C reduce the productive
capacity, because a decrease in flower and pod production, if the
irrigation is not adequate, the fall of the flowers is induced. A
different effect was observed in trials carried out with beans; where
good results were found in the dry grain yield when temperatures were
low (monthly average temperature of 18 °C and a relative humidity of
approximately 80).
In studies carried out on
soybeans after the beginning of flowering, it is evidenced that the
variations in yield are associated with variations in the behavior of
meteorological variables, since the associated variables are related to
possible changes in the availability of assimilates. Therefore, when
temperatures are not very high (they do not exceed 25 °C), all or part
of the duration of reproductive growth is extended, while there is a
greater interception of solar radiation and an increase in daily
photosynthesis of crop, in this way, a greater availability of
photoassimilates is guaranteed and, therefore, greater yield 19.
In
the present work results, it is evident that temperature is the
variable that most influences the development rate of the bean crop,
from emergence to harvest, which means that all development stages are
sensitive to it. The values of accumulated degrees of heat days (ADHD, °
C) to complete phases and the crop cycle for the different cultivars
under study appear in Table 4.
Table 4.
Accumulated degrees of heat days (ADHD, ° C) to complete phases and the cycle in six cultivars of bean (Phaseolus vulgaris L.)
Cultivars | Phase V1-R6 | Phase R6-R9 | V1-R9 |
---|
Holguín 518 | 591.05±19.9 | 551.63±34.2 | 1142.70±30.8 |
Tazumal | 564.23±20.1 | 578.48±33.9 | 1142.70±30.8 |
Tomeguín 93 | 523.75±18.9 | 531.30±30.1 | 1062.48±29.5 |
BAT 304 | 591.23±18.9 | 468.90±22.9 | 998.70±25.3 |
BAT 832 | 641.55±19.8 | 558.15±33.8 | 1149.20±28.2 |
CC-25-9 | 641.55±20.7 | 680.93±44.1 | 1322.45±36.2 |
± represents the confidence interval of the means, n = 4
V1: emergence, R6: flowering; R9: maturation
Cultivars require a range of accumulated
heat to complete their biological cycle that ranges between 900 and 1350
°C approximately although taking into account that Holguín 518,
Tazumal, Tomeguín 93, BAT 304 and BAT 832 only reach up to 1200 °C, they
could be group as cultivars that need a similar temperature range.
CC-25-9 requires values close to 1300 ºC, could be grouped with other
cultivars of a longer cycle, which require higher ADHD, so that studies
could continue to group cultivars based on this variable.
Thermal
time is generally used to include temperature effects and describe the
timing of biological processes in the plant; that is, it can be defined
as the number of degree-days necessary to complete a certain development
process or phenological phase 20.
Therefore, in this study, the thermal time must have had a certain
impact on the stage duration, in such a way that it could respond to
variations in performance. From these results, it is possible to
exploit, in a convenient way, the climate conditions, in relation to the
genetic characteristics of cultivars and thus take advantage of the
most suitable period for the development of the phenological crop
phases, the efficiency and the opportunity in the application of inputs
and labor to be used. It can manage the sowing dates and select the
appropriate cultivars in a given location; taking into account the
behavior of temperatures as a fundamental element.
Yield
is positively related to air temperature in the growth phase from
emergence to flowering and negatively during the flowering to harvest
phase, an aspect associated with possible changes in the availability of
assimilates.
The cultivars under study
require a range of accumulated heat to complete their life cycle that
ranges from 900 to 1350 °C, approximately.