Wed, 01 Jan 2025 in Cultivos Tropicales
Localización de accesiones de pitahaya (Selenicereus spp.) en Cuba a través del fitomejoramiento participativo
Resumen
La pitahaya (Selenicereus spp.) se encuentra ampliamente distribuida en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. En Cuba, con la llegada de los colonizadores ya había sido introducida, aunque se encuentra de forma silvestre, son pocos los estudios realizados y es mínimo su aprovechamiento en el territorio nacional. El objetivo de la presente investigación fue localizar e identificar material vegetal de pitahaya, para enriquecer el Banco de Germoplasma de la UCTB - Alquízar, promover el cultivo y contribuir al incremento de la diversidad de frutales en el país. Mediante el concurso nacional virtual de mejoramiento participativo de accesiones de pitahayas, se encuestaron de forma aleatoria a más de 200 personas y se empleó el GPS Cuba offline para la ubicación de las accesiones reportadas. Se logró localizar más de 154 accesiones, en 71 zonas de la geografía cubana (38,03 % en el Occidente, 39,44 % en el Centro y el 22,54 % en el Oriente del país), e identificar las especies predominantes, algunas de ellas aún no reportadas en Cuba como la Selenicereus megalanthus y la Selenicereus undatus subsp luteocarpus. Se corroboró la presencia de diversos genotipos en cuanto a tamaños, colores y formas, algunos de los cuales se prospectaron para su establecimiento en colección. El trabajo permitió identificar cinco genotipos promisorios y cinco productores que practicaban el cultivo como actividad económica. Con la experiencia se trazó una estrategia de mejoramiento participativo para satisfacer, a corto y mediano plazo, la demanda de cultivares, en aras de diversificar la agricultura.
Main Text
Introducción
El uso de cultivares locales contribuye a estabilizar la producción de alimentos e ingresos, especialmente en entornos marginales, donde el impacto de las variedades modernas es limitado, por el elevado costo de las mismas, la variabilidad climática, la falta de recursos y el acceso a los mismos. El fitomejoramiento participativo constituye una novedosa metodología que involucra a los agricultores como actores directos en los procesos de innovación tecnológica y mejoramiento de los cultivos (1). Este método comenzó como proceso en Cuba en el año 1999 en los cultivos de maíz y frijol, posteriormente se incorporó al arroz. Al inicio fue implementado en las provincias Pinar del Río y la antigua provincia La Habana, actual provincia Mayabeque. Posteriormente, se diseminó a las provincias Villa Clara y Holguín, ejecutándose en estas cuatro provincias hasta el año 2005 (2-4).
En el año 2020 se reiniciaron los trabajos de investigaciones en Cuba, para el fomento del cultivo de la pitahaya como actividad económica. Estas especies pertenecientes al género Selenicereus constituyen el cactus trepador de mayor distribución a nivel mundial (5,6). El origen de estas se atribuye a las regiones boscosas del trópico y subtrópico de México, centro y sur América. Se identifica como un importante recurso genético nativo del continente, con amplia distribución y variación. La pitahaya presenta gran polimorfismo en el ADN, lo que implica encontrar una gran variación de tipos que probablemente corresponden a una misma especie y se distribuyen geográficamente en forma amplia, en sitios donde las condiciones ecológicas son limitantes, lo cual representa un serio peligro para su sobrevivencia por diversas causas de origen natural y antropológico (7).
La pitahaya presenta adaptabilidad a condiciones ambientales diversas y posee múltiples usos, amplias posibilidades de industrialización, alta productividad, rentabilidad y demanda en los mercados internacionales (8). Por lo tanto, es un nuevo cultivo, con gran potencial para el desarrollo agrícola y económico de Cuba, por lo que el objetivo de esta investigación fue localizar e identificar material vegetal, para enriquecer el Banco de Germoplasma de la UCTB - Alquízar, promover el cultivo y contribuir al incremento de la diversidad de frutales en el país.
Materiales y métodos
Con el apoyo de las redes sociales y del desarrollo de internet en el país se lanzó, en mayo de 2021, el concurso nacional virtual sobre mejoramiento participativo de accesiones de pitahayas en Cuba, auspiciado por el Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), la Unidad Científica Tecnológica de Base (UCTB) Alquízar y las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), para la identificación de genotipos de pitahayas.
El área de estudio fue en Cuba, se llevó a cabo en 56 municipios del país. Se aplicaron las etapas que, según las experiencias cubanas, contempla el fitomejoramiento participativo (2): recolección de información, diagnóstico, colección de recursos fitogenéticos, establecimiento de parcelas demostrativas, experimentación campesina y metodología participativa del concurso, las que serán descritas a continuación.
Diagnóstico: se elaboró una base de datos en la cual se introdujo toda la información recopilada. El objetivo del diagnóstico consistió en obtener información real y concreta sobre la diversidad de pitahayas en el país.
Colección de recursos fitogenéticos: para la colecta se tomaron de uno a tres cladodios por accesión (según la disponibilidad) de 30 cm de longitud.
Establecimiento de parcelas demostrativas: se plantó un área de 0,28 ha, con un marco de plantación de 3 m x 4 m. Se realizó el ahoyado directo para la plantación sin previa preparación del suelo y se emplearon tutores vivos de Almácigo (Bursera simaruba L.). También, se estableció una parcela de evaluación agronómica (área de exhibición y de socialización), en la cual las posturas se plantaron en macetas plásticas y se emplearon tutores de cemento con aros de hierro como soportes. Se fomentaron seis especies, Selenicereus undatus subsp undatus (Haw) Britton & Rose, Selenicereus undatus subsp luteocarpus (Haw) Britton & Rose, Selenicereus purpusi (Haw) Britton & Rose, Selenicereus costaricensis (Haw) Britton & Rose, Selenicereus ocamponis Britton & Rose y Selenicereus triangularis (L.) Britton & Rose. En el área de vivero de la UCTB Alquízar, se introdujeron otras especies como megalanthus, guatemalensis y varias accesiones de undatus y purpusi, todas del género Selenicereus (5).
Experimentación campesina: permitió seleccionar a nivel de finca accesiones adaptadas a sus condiciones edafoclimáticas. Buscar alternativas, basadas en el aumento de la diversidad, para obtener mejores rendimientos, menores costos de producción y disminuir la incidencia de plagas y enfermedades, así como alternativas conjuntas entre técnicos y agricultores que permitan obtener nuevos cultivares (10).
Metodología participativa del concurso: las fotografías recibidas, requirieron ser de plantas, tallos (cladodios), flores y frutos, estos últimos presentes en las plantas y cosechados, colocados junto a una unidad de medida para constatar el tamaño, fotos de frutos cortados de forma longitudinal mostrando la parte externa e interna de los mismos, así como sus colores y formas. Para la localización de las zonas reportadas, se empleó el GPS, mapa de Cuba offline versión 2,6 (11).
Análisis de los resultados de las encuestas
Utilizando las directrices de la UPOV (12), se caracterizaron e identificaron las especies predominantes en el país. Para las de carácter promisorio se tuvo en cuenta: la especie, coloración externa e interna del fruto y el sabor.
Plataformas virtuales empleadas
- Facebook (página de las BTJ Alquízar, el perfil BTJ Alquízar y el grupo de Cuba Pitahaya)
- Plataforma WhatsApp
- Correo electrónico
- Contactos de la UCTB - Alquízar
Medios utilizados para la divulgación del concurso: Página de Facebook de las BTJ Alquízar, perfil Btj Alquízar, grupo de Cuba Pitahaya en Facebook. Medios de prensa, Radio Artemisa http://radioartemisa.icrt.cu, Radio Ariguanabo http://wwwariguanaboradioweb.icrt.cu, Radio Reloj http://www.radioreloj.cu, el Artemiseño http://artemisadiario.cu, sitio web de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) www.acn.cu, Revista Juventud Técnica http://juventudtecnica.cu, ArTVwww.tvartemisa.icrt.cu.
Análisis estadístico y procesamiento de los datos
Según la información recibida se confeccionó una base de datos en Microsoft Excel 2019. Para cada variable se calculó la abundancia y la frecuencia por provincia del país. Para ver la asociación de la utilidad y forma de consumo por provincias, se realizó una tabla de contingencia, con estos datos se ejecutó un Análisis de componentes principales (13), donde las variables fueron la utilidad y forma de consumo (igual orden a la Tabla 1) y los criterios de clasificación eran las provincias. Las accesiones identificadas fueron agrupadas empleando Análisis multivariado de conglomerados, según método promedio (Average linkage) y distancia (Gower (sqrt (1-S))). Se empleó el paquete estadístico InfoStat 2016.
Resultados y discusión
El lanzamiento del concurso nacional virtual sobre mejoramiento participativo de accesiones de pitahayas en Cuba, tuvo un alcance de hasta 250 personas aproximadamente, de las cuales participó el 46,80 %, y solo el 44,44 % de los participantes aportaron información de interés. Aunque el carácter del concurso fue nacional, se aceptó la participación de varios países de la región, como México, Estados Unidos de América, Ecuador, Panamá, Nicaragua y Puerto Rico, cuyos partícipes ofrecieron valiosa información sobre el manejo del cultivo y sus características.
Durante las encuetas, se evidenció que el cultivo de la pitahaya está extendido en casi todo el país, se logró identificar y localizar con el empleo del GPS cerca de unas 154 accesiones reportadas en 71 áreas de la geografía cubana, (38,03 % en el Occidente, 39,44 % en el Centro y el 22,54 % en el Oriente del país) (Figura 1) 15, en la Tabla 2 se muestran las especies predominantes identificadas en el territorio nacional. En Cuba, existen reportes de la especie Selenicereus undatus desde 1608, en la primera obra literaria cubana "Espejo de Paciencia", del canario Silvestre de Balboa Troya y Quesada (14).
La mayor cantidad de accesiones identificadas en el país se registra en la región central, en zonas de la costa norte de la provincia de Villa Clara, en las comunidades de Lugardita, Corralillo, San Miguel, Loma Blanca, el Conde, la Curva y el Piojillo, en Quemado de Güines; Calabazar de Sagua en Encrucijada y en Sagua la Grande. Según resultados de las encuestas, en estas zonas del país existe mucha cultura y tradición en el cultivo de traspatio, consumo y comercialización de frutos de pitahaya, donde abundan de forma silvestre. Los pobladores refieren consumirla en jugos, dulces y mermeladas caseras, también tienen alta demanda y venta en los meses de julio y agosto, época de producción de la pitahaya en Cuba.
En esta misma franja costera, pero hacia el Este, en la provincia de Sancti Spíritus, se reportaron accesiones de las especies Selenicereus undatus (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo rojo, rojo claro o rosado y mesocarpo blanco) y Selenicereus undatus subsp luteocarpus (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo amarillo y mesocarpo blanco), en las zonas de Punta Judas y playa Victoria en Yaguajay. En el Jardín Botánico de Villa Clara existen accesiones de S. undatus (16).
S. undatus, con el 73,43 % de los reportes en el país, es la especie más representada y se ha naturalizado a nuestras condiciones climáticas, desde su introducción (16). Estudios realizados describen a la pitahaya como una planta invasora en Cuba, incluyéndola en una lista que así la clasifica (17). Es válido aclarar que el resto de las especies de pitahayas que se localizaron e identificaron en este artículo, no poseen el mismo comportamiento que S. undatus, en cuanto a su propagación, adaptabilidad, hábito de crecimiento y desarrollo, por lo tanto, no es correcto denominar en su conjunto a las pitahayas como invasoras.
El estado de conservación de la especie no ha sido evaluado en Cuba y la destrucción de los bosques siempreverdes, al parecer ha reducido su área de distribución (18). Teniendo en cuenta la forma en que se les han observado, son reportadas desde jardines y cultivos de traspatios el 26 %, se ve muy poco en la naturaleza, pero es frecuente en los jardines (18). En bosques y matorrales, el 20 % y 16 % respectivamente. También se observaron en zonas relativamente secas, pastizales y mercados locales con 1 % para cada caso (Figura 2).
Las pitahayas son especies que tienen gran utilidad, como plantas ornamentales, alimenticias y hasta medicinales (19). El análisis de componentes principales resultó significativo, según valor de correlación cofenética. Con dos componentes se logró explicar el 79,5 % de la relación entre las provincias y el uso que se le da a la pitahaya. La primera componente diferencia el uso en cuanto a ornamental y jugos y la segunda fruta fresca y dulce en almíbar (Tabla 3).
Según la dimensión de las variables en el gráfico biplot, se pudo determinar que en Cuba el mayor uso es como planta ornamental y su consumo en fruta fresca, seguido de jugos y dulce en almíbar, y en menor proporción se emplea para la elaboración de almíbar, compotas y un uso medicinal. Se sitúan a la derecha Artemisa y la Habana con mayor uso ornamental y Cienfuegos a la izquierda, provincia en la que menos utilidad se le da a la pitahaya, el mayor uso como fruto fresco es en Ciego de Ávila; mientras que, en Santiago de Cuba se consume mayormente como dulce en almíbar (Figura 3).
En la provincia de Ciego de Ávila se reportó abundancia de plantas en forma silvestre de las especies S. undatus en las comunidades “El Embarcadero”, en Morón; Colorado en Baraguá y Florencia; en Chambas y en la ciudad de Ciego de Ávila se localizaron ejemplares de las especies S. purpusii (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo rosado intenso, rojo o rojo intenso y mesocarpo rojo o rojo oscuro, púrpura casi negro). Más al Sur, en la región central del país, en las provincias Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, también se localizó en abundancia las accesiones de pitahayas, en las zonas de Abreu, Pepe Riva, la Sierpe y Topes de Collantes, lugares en los que predominan alturas desde pocos metros hasta los más de 700 - 800 m.s.n.m. En la localidad Monte Grande en Santa Cruz del Sur, a 45 km de la ciudad Camagüey, se situó a un productor de frutas de poca presencia con más de 150 especies, entre ellas las pitahayas S. undatus y S. purpusii.
En el occidente del país se localizaron 25 zonas, seis de ellas en Pinar del Río, en las comunidades de Manaca, los Portales en la carretera a Luis Lazo y en Sábalo municipio de Guane, en esta última crecen y fructifica de forma silvestre y se le conoce como fruta "Alcar" o "Arcaria". En la Cordillera de Guaniguanico, Sierra del Rosario, fue reportada la abundancia de plantas en forma silvestre, en el cañón del Río Taco Taco (Figura 4 A), las cuales alcanzan hasta 15 metros de altura sobre árboles del lugar y en la cima de mogotes en San Diego (Figura 4 B), ambos en el municipio de los Palacios.
En la provincia Artemisa se reportaron 10 zonas, con abundancia de accesiones que se distribuyen en Soroa, Sierra del Rosario y en la comunidad San Cayetano, al norte de Bahía Honda. Abundan sobre todo, en zonas agrícolas de los municipios Güira de Melena y Alquízar, de forma silvestre en las cercanías a la comunidad del Dagame y en las fincas de productores sobre árboles de mango (Mangifera indica L.), aguacatero (Persea americana Mill.) y ceiba (Ceiba pentandra L.). En este último municipio, se localizaron dos productores que practicaban el cultivo como actividad económica (Figura 5 A y B) y pudiera decirse que fueron los primeros en el país, al igual que otro productor en el municipio Guanabacoa, La Habana (Figura 5 C) y otro que recién se inició en San Antonio de los Baños, Artemisa (Figura 5 D).
En la provincia La Habana se localizó el 9,86 % de las accesiones reportadas en el país, cultivadas fundamentalmente por coleccionistas de cactus, los cuales conservan un tesoro inigualable, han realizado importantes donaciones al Banco de Germoplasma de la UCTB - Alquízar y la utilizan como porta injertos para cactus (13). Se localizó una accesión cerca de la franja costera en la comunidad de Guanabo, Habana del Este y se presume que abunden en las alturas Habana Matanzas. Se localizaron accesiones en cultivos de traspatios en la comunidad de Camacho en Batabanó, en San Nicolás de Bari y en Güines, zonas de la provincia Mayabeque.
En la región oriental del territorio nacional fue donde menos zonas se localizaron, dado los bajos porcientos de reportes que se obtuvieron, pero no quiere decir que no exista una mayor distribución de pitahayas en forma silvestre o cultivada. Algunos reportes de los encuestados localizan accesiones al norte de la provincia Las Tunas, en áreas cercanas a las comunidades de Dumañuecos y Chapara, en los municipios de Manatí y Jesús Menéndez, respectivamente.
Desde Holguín se localizaron zonas en la comunidad de Fray Benito en Rafael Freyre, áreas en las que abundan pitahayas entre los bosques semideciduos de Gibara hasta Mayarí, y como ornamental en la ciudad de Holguín (17). En las fincas de la familia Castro en Birán y en otra perteneciente a la CCS "Camilo Cienfuegos" del municipio Cueto, también se localizan ejemplares de pitahayas, en esta última se identificó una especie híbrida, al parecer entre Selenicereus undatus y Selenicereus purpusii. Otros reportes llegaron desde las cercanías del Río Cauto y Cauto Cristo en Granma, provincia que con tan solo el 2,82 % de reportes, es en la que menos zonas se localizaron de todo el país, en estudios anteriores sobre la flora en ese territorio oriental no se reporta la especie (20).
Según se informa, las pitahayas se encuentran distribuidas en las zonas calurosas y pedregosas de la costa Sur de Santiago de Cuba, sobre todo la subsp. Luteocarpus, aunque los encuestados presentaron confusiones con la especie Harrisia eriophora (Pfeiff.) Britton, Bull., las cuales fueron aclaradas durante el proceso investigativo, ya que reportaban frutos amarillos y correspondían a una u otra especie; también se localizaron accesiones en la cuidad de la provincia, en Jarahueca, Songo La Malla y en la zona montañosa San Benito, en el Segundo Frente, a orillas de la carretera a Mayarí arriba. En la región más oriental del país, se localizaron accesiones de pitahayas en las comunidades de Niceto Pérez, San Antonio del Sur y Jobo Dulce en Baracoa, Guantánamo, una de las zonas más secas y calurosas de Cuba.
Las accesiones identificadas conformaron tres grupos, según la coloración externa e interna de los frutos (Figura 6). En el grupo I se observó que los frutos de las accesiones reportadas desde las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus presentan gran similitud entre sí, a su vez, son semejantes a los de Pinar del Río y estos tienen relación con los reportados desde Santiago de Cuba.
El grupo II quedó subdividido en dos subgrupos (a y b); en (a) observamos 100% de similitud entre la diversidad predominante en las provincias Mayabeque, Ciego de Ávila y Camagüey; a su vez, las coloraciones de los frutos de las accesiones de las provincias de Holguín, Cienfuegos y La Habana presentaron semejanzas con las anteriores. En el subgrupo b se agrupan los frutos de las accesiones procedentes de las provincias Las Tunas, Granma y Guantánamo, los que presentaron gran similitud entre sí. En el grupo III quedaron agrupadas las accesiones reportadas desde Artemisa y Matanzas, demostrado que en este territorio del país es donde mayor diversidad existe, en cuanto a la coloración externa e interna de los frutos de pitahayas.
Accesiones de pitahayas localizadas con caracteres promisorios
La participación popular y el trabajo realizado en las redes sociales permitieron localizar accesiones promisorias, teniendo en cuenta la especie, el tamaño de los frutos y su color, asi como los criterios de los propietarios. En la zona del municipio Playa, La Habana, se identificó una de las accesiones promisorias encontradas en el país, al igual que en San Nicolás de Bari, Mayabeque, perteneciente a la especie Selenicereus purpusii. La localizada en Playa presentó frutos con exocarpo rojo y mesocarpo rojo intenso, casi negro (Figura 7 A y B) y la identificada en San Nicolás mostró frutos típicos de la especie, pero de gran tamaño y con coloraciones rojizas oscuras, con tonalidades moradas (Figura 7 C y D). En Güines, se localizó una accesión de la especie Selenicereus undatus de frutos grande y alta producción (Figura 7 E). El resto de las accesiones de interés, se encontraron en Ceiba Mocha, comunidad ubicada en la provincia de Matanzas, estas pertenecientes a las especies Selenicereus megalanthus (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo amarillo y con presencia de espinas, semillas negras y grandes, con mesocarpo blanco gelatinosa muy dulce) (21,22) (Figura 8 A y B) según el propietario del ejemplar, tiene sabor parecido al de un Anón, (Annona scamosa L.) y S. guatemalensis (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo rosado - violáceo y mesocarpo morado) (Figura 8 C y D). Algunas de las especies localizadas e identificadas no están reportadas, ni descritas en Cuba.
Fases para el mejoramiento participativo de la pitahaya
Dada la escasez de cultivares comerciales existentes en el país, se presenta un esquema (Figura 9) con las fases para el fitomejoramiento participativo de la pitahaya en Cuba, el cual satisface a corto y mediano plazo la demanda de material vegetal promisorio para el inicio del cultivo en el país. La primera fase consiste en localizar la accesión mediante la participación popular y geolocalizarla con el fin de conocer las condiciones edafoclimáticas en las cuales se ha desarrollado.
La segunda fase, prospectar el material vegetal para su estudio (ya sea por esqueje o semilla botánica) y recolectar muestras de frutos; tercera fase, fomento en el Banco de Germoplasma; cuarta fase, análisis de laboratorio a las muestras de los frutos para dictaminar la calidad de la accesión; quinta fase, establecimiento de parcela de evaluación agromorfológica; sexta fase, liberación del cultivar; séptima fase, fomento del campo básico para la producción de material de propagación; octava fase, producción de posturas certificadas de pitahayas; novena fase, puesta en producción.
Este esquema ya se pone en práctica en la UCTB - Alquízar, con las primeras accesiones localizadas e identificadas hace 3 años, en la comunidad del Mayorquín en Alquízar, otra en el pueblo Güira de Melena y otra que fue introducida por el IIFT hace más de 20 años Selenicereus costaricensis (Haw) Britton & Rose (fruto con exocarpo rojo oscuro y mesocarpo rojo intenso con tonalidades moradas). Aunque aún no se consideran cultivares comerciales, ya se entrega material de propagación para su puesta en producción, tras los resultados de la calidad emitidos por el laboratorio y estudios de campo.
Conclusiones
La pitahaya (Selenicereus spp.) se encuentra ampliamente distribuida de forma silvestre, en la totalidad del territorio nacional y cultivada, principalmente, como planta ornamental. Se identificó una gran variabilidad genética en cuanto a especies, formas, colores y sabores de los frutos. Son desconocidas sus potencialidades por la mayoría de la población, la cual se consume mayormente en fruta fresca y jugo. La mayor cantidad de pitahayas fue reportada en la región central del país, en la cual abundan de forma silvestre o cultivada, sobre todo, en las provincias Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y la zona norte de Villa Clara. En las provincias La Habana, Mayabeque y Matanzas, se localizó la mayor diversidad de especies y accesiones promisorias. Se localizaron cinco productores que se habían iniciado en el cultivo como actividad económica. Se logró enriquecer el Banco de Germoplasma de la UCTB - Alquízar. Los coleccionistas de cactus y los campesinos de frutales sub utilizados, atesoran la mayor parte de la diversidad encontrada en el país.
Recomendaciones
Se recomienda continuar con las prospecciones de material vegetal y muestras de frutos para los análisis de calidad. Realizar estudios sobre el comportamiento de las accesiones en las condiciones edafoclimáticas del país y continuar con las caracterizaciones agromorfológicas de los ejemplares, así como seguir localizando zonas en las que se encuentren accesiones de pitahayas en Cuba, en busca de otras promisorias.
Resumen
Main Text
Introducción
Materiales y métodos
Análisis de los resultados de las encuestas
Plataformas virtuales empleadas
Análisis estadístico y procesamiento de los datos
Resultados y discusión
Accesiones de pitahayas localizadas con caracteres promisorios
Fases para el mejoramiento participativo de la pitahaya
Conclusiones
Recomendaciones